La Vuelta sigue fiel a s¨ª misma
Miguel Indur¨¢in, Abraham Olano y Tony Rominger estuvieron ayer en Valencia en la presentaci¨®n de la Vuelta 96. Es posible que ninguno de los tres dispute la ronda espa?ola en septiembre. La Vuelta ocupa un lugar secundario en sus objetivos. Sin embargo, la organizaci¨®n de la carrera, escamada por el aplastante. dominio de Laurent Jalabert y del ONCE el a?o pasado, ha puesto las bases para que la emoci¨®n dure hasta el final.
Buscando lo seguro y huyendo de experimentos catastr¨®ficos, este a?o la monta?a y las contrarreloj se concentran en la segunda parte de la ronda. Por lo dem¨¢s, la Vuelta sigue fiel a s¨ª misma en la elecci¨®n de metas y puertos, pero por lo menos tendr¨¢ la seguridad de que quien llegue de l¨ªder a la primera contrarreloj -tras la interminable gira tur¨ªstico-comercial por Andaluc¨ªa- no lo har¨¢ de forma, incontestable.Cuando se presenta el Tour, la pregunta es: ?D¨®nde lo tendr¨¢ m¨¢s dif¨ªcil Indur¨¢in? La Vuelta es, al contrario, un recorrido en busca de un protagonista. Un trazado planteado de forma maquiav¨¦lica, en cierto sentido, y con vistas a ofrecer una buena dosificaci¨®n de los esfuerzos para hacerse atractivo a los que se fijen el Mundial como meta, en otro. Todo, sin olvidar una apuesta segura: la visita a aquellos lugares -lagos de Covadonga, Navacerrada, Serranillos- en los que la m¨ªnima leyenda propia se ha ido creando. Y una nueva: por primera desde que Unipublic se hizo cargo de la organizaci¨®n de la ronda, no habr¨¢ etapa-pr¨®logo. Las bonificaciones dar¨¢n la solidez justa al primer l¨ªder. "Me gusta eso de que tras el d¨ªa de descanso se dispute la primera contrarreloj", dijo Manolo Saiz, director del ONCE, un equipo para el que la Vuelta forma parte de sus grandes objetivos y que, en confesi¨®n propia, cuenta con cuatro o cinco corredores capaces de ganarla. "As¨ª se ver¨¢ qui¨¦n tuvo un mal d¨ªa en el reposo. No podr¨¢ esconderse en el pelot¨®n". T¨¦cnica y aparentemente, la Vuelta est¨¢ dise?ada con buen gusto. La longitud media de las etapas se ha reducido, lo que les dar¨¢ m¨¢s vida, y las dificultades aparecen escalonadas hasta llegar a la prevista apoteosis de la 19? (Getafe-?vila).
Siguiendo el modelo del Tour, aunque solamente sea en eso, la Vuelta ha reducido el n¨²mero de kil¨®metros contrarreloj en relaci¨®n a pasadas ediciones. Se busca un nuevo perfil de corredor, no al grande capaz de crear diferencias en el llano y aumentarlas en la gran monta?a, sino al mediano todoterreno. Sin embargo, los 90 kil¨®metros en solitario de la pr¨®xima edici¨®n proponen un perfil atractivo, sobre todo la primera porci¨®n, los 46 kil¨®metros en Avila que incluyen un puerto de segunda. La alta monta?a es la espa?ola, pero concentrada. Sin aventurarse en Francia, como el a?o pasado, en busca de los grandes Pirineos, la colocaci¨®n de los finales, en alto (12?, 13?, 15? y 17? etapas) provocar¨¢ o la abulia del pelot¨®n, harto de cuestas, o, en caso de igualdad, la emoci¨®n sin l¨ªmites. La presencia de Indur¨¢in, Olano y Rominger en la ceremonia de presentaci¨®n no debe interpretarse como un consentimiento a su participaci¨®n en la carrera. De alguna manera, Indur¨¢in dijo que pasaba por all¨ª y que no se pueden sacar otras conclusiones. "Mi presencia no es un s¨ªntoma de nada. Estoy aqu¨ª porque me pillaba cerca [pasaba unos d¨ªas descansando recuper¨¢ndose de una gripe en Benidorm]. ?El recorrido? En septiembre todo es duro", declar¨® Indur¨¢in, que no participa en la Vuelta a Espa?a desde 1991.
Olano tambi¨¦n dej¨® dudas. "Me gusta m¨¢s este recorrido que el del Giro porque las etapas con puertos son m¨¢s suaves. Pero no se si podr¨¦ estar en la Vuelta", se?al¨®.
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