La fiscal¨ªa acusa a 14 guardias civiles de torturar tres detenidos
El cuartel de la Guardia Civil de Colmenar Viejo (28.000 habitantes) se convirti¨® el fin de semana del 22 al 24 de octubre de 1994 en un centro de tortura. Por una supuesta venganza, los agentes detuvieron a tres vecinos a los que -incluso desnudos y esposados- sometieron a todo tipo de sevicias, insultos y golpes. As¨ª lo entiende la Fiscal¨ªa de Madrid, que, ante estos hechos, ha acusado a 14 guardias civiles de Colmenar -entre ellos a dos comandantes de puesto- de torturas (21 imputaciones), lesiones (20), vejaciones (3) y amenazas (2). Se trata de la mayor acusaci¨®n fiscal lanzada en los ¨²ltimos 15 a?os en Madrid contra miembros de las Fuerzas de Seguridad por malos tratos a detenidos. Pese a ello, la juez no ha facilitado a las acusaciones la calificaci¨®n provisional del ministerio p¨²blico, fruto de una investigaci¨®n iniciada tras la querella de las v¨ªctimas. Esta juez tambi¨¦n paraliz¨® en febrero de 1995 el expediente gubernativo que la Direcci¨®n General de la Guardia Civil abri¨® a los agentes durante el proceso. Este expediente podr¨ªa haber derivado en el cese de destino de los inculpados.A lo largo de sus 20 p¨¢ginas, el relato del fiscal, al que EL PA?S ha tenido acceso, ofrece una descripci¨®n de la que resulta un cuadro del m¨¢s negro pasado policial. Los hechos se remontan a la madrugada del 22 de octubre de 1994, cuando en el pub Color, de Colmenar Viejo, se desat¨® una pelea en la que varios guardias civiles de servicio resultaron lesionados.
A ra¨ªz de esta trifulca tabernaria, el teniente de l¨ªnea Luc¨ªa no P¨¦rez de la Lama, quien no ha sido inculpado, orden¨® a sus agentes que abrieran una investigaci¨®n para detener a los autores de un supuesto delito de "atentado a la autoridad". Como secretario del atestado fue designado el cabo Francisco Chincoa Berm¨²dez -quien luego ha sido acusado de torturas-. Ah¨ª empez¨® la desenfrenada actuaci¨®n policial. PASA A LA P?GINA 3
Un guardia lleg¨® a poner una pistola en la cara a un detenido, seg¨²n el relato del fiscal
VIENE DE LA P?GINA 1Con ayuda de los agentes municipales, los guardias detuvieron esa misma noche a Pedro Rodr¨ªguez G¨®mez, de 25 a?os, y a Cecilio Rodr¨ªguez Mart¨ªn, de 19. Al d¨ªa siguiente fue apresado Jos¨¦ Luis Vilanova, de 20 a?os. En el cuartel de la Guardia Civil, a la espera de su puesta a disposici¨®n judicial, se produjeron las torturas. La fiscal las describe en relaci¨®n a cada v¨ªctima. ?ste es un resumen de su relato.
Cecilio Rodr¨ªguez Mart¨ªn. Fue detenido en su domicilio a las 10.30 del 22 de octubre. El guardia Vicente Zamora Follana le llev¨® esposado al cuartel. All¨ª, los agentes le interrogaron sobre los otros implicados en la pelea del bar Color. Empezaron las amenazas. "Te lo vas a comer todo", le gritaron. Miguel ?ngel Izquierdo Vega, uno de los guardias heridos en la trifulca, estaba de comandante del puesto. Pese a saber lo que ocurr¨ªa, no hizo nada por evitarlo.
A las once le leyeron al detenido sus derechos y le metieron en un calabozo, del que saldr¨ªa tres horas despu¨¦s para prestar declaraci¨®n en presencia de su abogado. Luego trasladaron a Cecilio Rodr¨ªguez, quien sufr¨ªa contusiones por la pelea del pub, al ambulatorio. "Antes de salir del cuartel, en el momento en que se dispon¨ªa a subir al veh¨ªculo oficial, Cecilio fue abordado por el agente Fernando Paredes Chamero, franco de servicio, quien le propin¨® un pu?etazo en el p¨®mulo izquierdo". Poco a poco sub¨ªa la tensi¨®n.
Al volver al cuartel, el joven fue encerrado en un calabozo. Al caer la noche, siete agentes le sacaron a una antesala. Estaban el cabo primero Miguel Izquierdo Vega y los guardias Vicente Zamora Follana y Fernando Paredes Chamero. El cabo empuj¨® al detenido contra la pared al tiempo que le insultaba. Entretanto, otro guardia le pegaba con la mano abierta, mientras el resto de agentes coreaba: "?Somos 38 y los que no est¨¢n aqu¨ª, est¨¢n con tu madre!". Los malos tratos duraron un cuarto de hora. Luego le encerraron.
A la ma?ana siguiente, antes de ser puesto a disposici¨®n judicial, condujeron a Cecilio Rodr¨ªguez a un despacho. El agente Jorge Moreno Jim¨¦nez, que estaba de baja laboral, se le acerc¨® y, sin avisar, le arre¨® tres cabezazos, una patada y un codazo. La v¨ªctima cay¨® contra un armario. Momento que aprovech¨® el guardia Antonio Guti¨¦rrez Sevilla para patearle y propinarle un rodillazo en el pecho. Acto seguido, el agente Moreno le apret¨® deliberadamente las esposas, tanto que hizo gritar a Cecilio. La respuesta del agente fue: "Te matar¨¦ si te vuelvo a ver".
Al serle devueltos sus objetos personales, Cecilio descubri¨® que sus cadenas de oro y el reloj hab¨ªan sido destrozados.
Pedro Rodr¨ªguez G¨®mez. Fue detenido por orden del teniente en su casa de Colmenar Viejo a la una de la tarde del 22 de octubre. Tres guardias, entre los que se encontraban Vicente Zamora Follana y Jorge Moreno Jim¨¦nez -este ¨²ltimo franco de servicio-, participaron en la captura. Instantes antes de ser esposado, la v¨ªctima, pese a que no present¨® resistencia, recibi¨® del guardia Moreno un pu?etazo en la cara. No le fueron mejor las cosas en el cuartel. Una vez en las dependencias policiales, fue golpeado de imprevisto por el guardia Francisco Jos¨¦ Chincoa Berm¨²dez.
Cabezazos y pu?etazos
Poco despu¨¦s, el cabo primero Miguel Izquierdo Vega, a la saz¨®n comandante del puesto, se le acerc¨® con otros agentes. Empezaron a gritarle, insultarle y pegarle. Por ejemplo, el guardia Moreno le machac¨® a cabezazos y pu?etazos. Incluso le puso una pistola en la cara, al tiempo que le gritaba: "?Hijo de puta!".
Despu¨¦s, el cabo Izquierdo agarr¨® de la pechera al detenido y le insult¨®. La v¨ªctima fue desnudada y cacheada.
Sobre las 14.25 le leyeron sus derechos como detenido, no sin antes pegarle e increparle varios guardias. Por la noche, los agentes repitieron el ritual al que hab¨ªa sido sometido el compa?ero de Pedro Rodr¨ªguez. Siete agentes irrumpieron en el calabozo y le sacaron a la antesala, donde durante 10 minutos el joven recibi¨® una lluvia de golpes y gritos. Durante la paliza, los agentes le recriminaban su comportamiento hacia la Guardia Civil. Todo fue presenciado por el cabo primero Izquierdo, quien no movi¨® un dedo para acabar con los malos tratos.
Jos¨¦ Luis Villanova. Este joven fue el ¨²ltimo detenido. La Guardia Civil le arrest¨® a las 23.30 del 23 de octubre de 1994 cerca de su domicilio de Colmenar Viejo. Nada m¨¢s ser identificado, el guardia Vicente Zamora Follana le dijo: "Eres el hijo de puta que est¨¢bamos buscando". El agente Ra¨²l Burgos aprovech¨® para apretarle las esposas hasta da?arle la mu?eca.
Al llegar a las dependencias de la Guardia Civil fue conducido por el guardia Burgos a una sala de espera, a la que entr¨® el cabo primero Miguel Izquierdo, que en aquel momento estaba de baja por las lesiones sufridas en la pelea del bar Color. Este agente empez¨® el interrogatorio, empujando al detenido contra una mesa. La v¨ªctima, esposada, cay¨® al suelo. Entonces, el guardia Izquierdo comenz¨® a patearle en el est¨®mago y el abdomen. El agente Burgos, al temer que le pudiesen quedar marcas al detenido, detuvo a su jefe.
Acto seguido, el guardia Burgos orden¨® al detenido que se desnudara y que se pusiera de cuclillas para ser cacheado. Varios guardias segu¨ªan de cerca la escena. Tras acabar el cacheo, el agente Burgos descubri¨® en la ropa de su v¨ªctima unos caramelos, que el detenido no hab¨ªa sacado antes. Esta circunstancia irrit¨® al guardia Burgos, quien le propin¨® un golpe con la mano abierta detr¨¢s de la oreja.
Una vez que la v¨ªctima se visti¨®, irrumpi¨® en la sala el agente Carlos Argibay Olmos. Se abalanz¨® contra Villanova, le agarr¨® de la pechera y, levant¨¢ndole de la silla, le golpe¨® la cabeza, al tiempo que le gritaba que reconociera que era el culpable de la agresi¨®n del pub Color. Esta situaci¨®n dur¨® 40 minutos, hasta las 0. 10, hora en la que fue llevado a otra dependencia, donde le informaron de sus derechos. Poco despu¨¦s fue conducido al ambulatorio.
"Te pegar¨ªa dos tiros"
De regreso al cuartel, el guardia Carlos Argibay le volvi¨® a increpar: "Si te hubiese detenido yo, te hubiera pegado dos tiros". Para darle fuerza a sus palabras, el agente incluso lleg¨® a pedir un arma a sus compa?eros.
El detenido, poco despu¨¦s, pas¨® a otra sala. All¨ª entraron los agentes Antonio Manuel Inurria S¨¢nchez, Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez Sevilla, Daniel Calvo Cano, Jer¨®nimo Mond¨¦jar Baeza, Francisco Jos¨¦ Chincoa Berm¨²dez, comandante del puesto, y Jos¨¦ Tom¨¢s Tocino Ben¨ªtez. Le comenzaron a pegar, a empujar contra paredes y muebles. Todos, de una forma u otra, participaron. No falt¨® la humillaci¨®n.As¨ª, el guardia Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez incit¨® a sus compa?eros a pegarle al tiempo que les recordaba que el detenido hab¨ªa pertenecido a los Cuerpos de Operaciones Especiales del Ej¨¦rcito y que "aguantaba" las agresiones. Este agente incluso propuso que sometieran a la v¨ªctima a la ba?era [tortura consistente en ahogar repetidas veces al detenido bajo el agua y sacarle cuando est¨¢ a punto de asfixiarse].
No menos agresivo era el agente Inurria, quien al hablar de la hermana y la novia del detenido recordaba que "todas las mujeres de Colmenar eran unas fulanas". Al poco tiempo, uno de los guardias anunci¨® a la v¨ªctima la llegada de un amigo. Apareci¨® entonces un hombre vestido con albornoz azul, pantal¨®n negro y guantes de boxeo. Llevaba la cara tapada y se cubr¨ªa con un tricornio. Los guardias civiles le llamaban Doctor Tricornio.
"Este hombre hac¨ªa adem¨¢n de dirigirse hacia el detenido, en tanto que los agentes presentes le sujetaban aparentemente para evitarlo, al tiempo que afirmaban que si lo dejaban entrar le iba a matar, lo que contribuy¨® a atemorizar a¨²n m¨¢s a Jos¨¦ Luis", recuerda la fiscal.
Una vez que el Doctor Tricornio se march¨¦, el resto de los guardias civiles abandon¨® la sala y el detenido fue conducido a los calabozos.
La ma?ana del lunes 24 de octubre, Villanova fue puesto a disposici¨®n judicial, pese a que no se le hab¨ªa tomado declaraci¨®n en el cuartel. Antes de ser trasladado, cuando a¨²n segu¨ªa en el cuartel, recibi¨® un cabezazo del guardia Moreno, quien le amenaz¨®: "En la calle nos veremos las caras". El agente hizo con la mano el gesto de disparar.
Los 14 supuestos torturadores
El escrito de la fiscal establece una lista de acusaciones contra 14 guardias civiles, de los que el instituto armado no ha informado de su actual destino.Miguel Izquierdo Vega. El fiscal le imputa cinco delitos de torturas, cada uno con una inhabilitaci¨®n especial de siete a?os -estos delitos implican adem¨¢s penas de cuatro meses o un a?o de prisi¨®n-. Asimismo, a este cabo primero, que actu¨® como comandante de puesto la primera noche, se le acusa de dos faltas de lesiones -25 d¨ªas de arresto cada uno-.
Francisco Jos¨¦ Chincoa Berm¨²dez. El fiscal acusa a este cabo, que tambi¨¦n ocup¨® la comandancia del puesto, de dos faltas de lesiones y de un delito de tortura.
Jorge Moreno Jim¨¦nez. Este guardia, que puso la pistola en la cara de Rodr¨ªguez, ha sido acusado de un delito de torturas, de tres faltas de lesiones y dos de amenazas -40.000 pesetas de multa-.
Carlos Argibay Olmos. Fue el que increp¨® a Villanova: "Si te hubiese detenido yo, te hubiera pegado dos tiros". El ministerio p¨²blico le imputa tres delitos de torturas y una falta de lesiones.
Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez Sevilla. Pate¨® y dio un rodillazo a Rodr¨ªguez. Un delito de torturas y dos faltas de lesiones.
Vicente Zamora Follana. Particip¨® en las tres detenciones. Acusado de dos delitos de torturas, dos faltas de lesiones y una de vejaciones.
Ra¨²l Burgos Burgos. Una de sus acciones fue apretar las esposas de Villanova hasta hacerle gritar. Un delito de torturas y una falta de vejaciones.
Daniel Calvo Cano. Particip¨® en la paliza a Villanova. Acusado de un delito de torturas y una falta de lesiones.
Antonio Manuel Inurria S¨¢nchez. Al hablar de la hermana y la novia de Villanova dijo: "Todas las mujeres de Colmenar son unas fulanas". Un delito de torturas y una falta de lesiones.
Jos¨¦ Tom¨¢s Tocino Ben¨ªtez. Presente en la paliza a Villanova. Un delito de torturas y un falta de lesiones.
Fernando Paredes Chamero. Fue el guardia que, franco de servicio, propin¨® un pu?etazo en la cara a Cecilio Rodr¨ªguez. Un delito de torturas y tres faltas de lesiones.
Jer¨®nimo Mond¨¦jar Baeza. Particip¨® en la tortura de Villanova. Un delito de torturas y una falta de lesiones.
Francisco S¨¢nchez Puertas. Un delito de torturas.
Jos¨¦ Balbino G¨®mez P¨¦rez. Un delito de torturas.
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