"Egipto me utiliza como m¨¦dium", a firma el escritor Christian Jacq

"Entre Egipto y yo hay una simbiosis. No puedo pensar en otra cosa no puedo hablar ni escribir sobre otro lugar. Egipto me utiliza como m¨¦dium". Christian Jacq (Par¨ªs, 1947) ya tiene en la estanter¨ªa La justicia del visir, ¨²ltimo tomo de su trilog¨ªa, editada en Espa?a por Planeta, El juez de Egipto. Tres libros sobre intrigas fara¨®nicas con las que este egipt¨®logo dedicado a la literatura ha logrado ser uno de los autores de ficci¨®n hist¨®rica m¨¢s vendidos en Francia. "Se dice que mis novelas s¨®lo son populares, best sellers. Bueno, si no se vendieran tanto a lo mejor tendr¨ªan m¨¢s valor literario".

Christian Jacq es uno de esos hombres que parece que no ha cambiado la montura de sus gafas en los ¨²ltimos 25 a?os. Dice que vive tan metido en el estudio del antiguo Egipto y en la escritura que no le queda tiempo para otra cosa. "No se equivoquen: estoy dentro de nuestro tiempo, quiz¨¢ un poquito de lado, como todos los escritores, pero, en definitiva, dentro. Adem¨¢s, tampoco hay mucha diferencia entre hoy y el antiguo Egipto".Para este autor de best sellers la ficci¨®n hist¨®rica tiene un papel clave frente a los estudios hist¨®ricos. "Mucha gente entra en la las culturas antiguas a trav¨¦s de libros de ficci¨®n hist¨®rica. En mi caso incluso meto traducciones in¨¦ditas de textos sagrados que luego utilizan otros investigadores. Eso da valor en s¨ª mismos a mis textos. El estilo literario es algo que no me interesa. A m¨ª lo que me interesa es que el lector siempre quiera pasar la p¨¢gina".

Jacq -que narra historias de hambre de poder, venganza y traici¨®n y hombres justos que prevalecen- empez¨® a escribir a los 13 a?os y fue profesor de la Sorbona hasta que el ¨¦xito de su novela Champolion el egipcio le permiti¨® dejar la universidad y vivir de sus dos pasiones: la literaturra y Egipto. "Egipto no es s¨®lo el lugar donde enmarcar novelas: es mi vida, mi universo, mi pa¨ªs f¨ªsico y espiritual. Yo no he elegido escribir sobre Egipto, soy instrumento de su cultura y su paisaje. Igual que Bach y Mozart se sirven de los pianistas de todos los tiempos para mostrar su m¨²sica, Egipto se sirve de m¨ª".

Fundador de un instituto que cuenta con una colecci¨®n de 12.000 fotograf¨ªas y 15.000 placas sobre la antig¨¹edad egipcia, este escritor asegura que s¨®lo lejos de su musa -el pa¨ªs del Nilo- puede coger el bol¨ªgrafo y trabajar. "El paisaje me abruma tanto y estoy tan metido en ¨¦l que no puedo crear. El trabajo siempre lo dejo para Francia".