ENTRE EL ESCA?O Y EL ESCO?E
Entre el esca?o y el escoteCon las veladas de elecciones ocurre lo mismo que con la Nochevieja, que cada vez se promete uno adoptar un m¨¦todo sensato para comerse las uvas de uno en uno sin atragantarse, en el segundo caso, y en el primero, intenta zapear cartesianamente para no perderse riada. De forma inevitable, sin embargo, servidora se queda colgada, por ejemplo, de los pendientes de Amalia Sampedro en TVE, que ¨¦sta vez iba de l¨¢pices, vayan a saber por qu¨¦. El despliegazo de Antena 3, por otra parte, me tuvo ensimismada en demas¨ªa, por el morbo de ver a Jes¨²s Hermida m¨¢s bajo de tup¨¦, pero igual de suelto (le cuerpo, entrevistando a los expertos que tuvo alrededor de su mesa a lo largo de la noche.Desde que empiezan los programas especiales, se produce una especie de situaci¨®n er¨®tica. Los inicios, con esas conexiones con colegios electorales para contar an¨¦cdotas que a nadie interesan -la anciana que meti¨® el bast¨®n en la urna, en vez de la papeleta, el caso de los interventores que, despreciando el catering, se fueron a casa a comer- son algo as¨ª como los tocamientos m¨¢s perif¨¦ricos (manita, nuca, cintura). Luego, a partir (le los sondeos, empiezas a sentir sobresaltos, porque es entonces cuando aparecen los que dan la cara a decir tonter¨ªas y vaguedades, en el mejor de los casos. En el peor, ocurre como anoche, que sali¨® ?lvarez Cascos anunciando 166 esca?os, y ah¨ª me sent¨ª como si un desconocido rijoso me hubiera llegado directamente a las tetas.
El momento org¨¢smico, para el observador sentado en canap¨¦, se produce cuando los l¨ªderes ya saben y ya han asimilado: por ejemplo, fue maravilloso ver la sensibilidad facial que mostraron los 4 magn¨ªficos del PP -Rajoy, Cascos, Aznar y Rato- manteniendo el tipo all¨¢ en el balc¨®n, despeinados por el viento pero impasible el adem¨¢n, como debe ser. Ana Botella, una vez m¨¢s, evidenci¨® que sabe qu¨¦ ponerse en los momentos culminantes: perlas. En la duda, perlas. Siempre lo dijo Grace de M¨®naco. Anguita tambi¨¦n estuvo brutal, m¨¢s impasible que Clint Eastwood echando balones fuera y culpabilizando de nuevo, soterradamente a los espa?oles, por la ceguera con que nos empecinamos en no ver en ¨¦l a nuestro salvador, en vez de admitir que ha recibido un rejonazo de muerte. Pero el mejor fue Jos¨¦ Mar¨ªa Carrascal, cuando reconoci¨® que Aznar no va a poder gobernar f¨¢cilmente. A eso se le llama tener estilo por encima del gusto en las corbatas.
De entre todas las televisiones, Antena 3 fue la que hizo alarde de m¨¢s medios y m¨¢s sentido del entretenimiento, aunque, para mi gusto, tanto Manuel Campo Vidal como Olga Viza, as¨ª como el resto de los periodistas en pantalla, iban vestidos con excesiva seriedad. Casi tanto como la que evidenci¨® Norma Duval, ataviada con traje negro y volantines en blanco, estilo vendedor de biblias salido del Myflower. En el cap¨ªtulo expertos, tuvimos un amplio surtido que fue de Cristina Almeida a Juan Echanove, pasando por Pilar Mir¨® o Carlos Carnicero. Y en el otro plat¨® de Antena 3, dedicado a la participaci¨®n, 'es decir, a la gente com¨²n, hubo intervenciones excelsas, como la del prior, o como se llame, de un seminario, que explic¨® que en la misa de la ma?ana hab¨ªa trazado un sutil paralelismo entre la transfiguraci¨®n del Se?or y la que Espa?a iba a experimentar el d¨ªa de autos. Me temo que el cambio no result¨® tan del cop¨®n como esperaba.
Entre las conexiones de Antena 3, hubo una muy lograda de Arturo Fern¨¢ndez, que compar¨® la espera de los resultados con una pel¨ªcula de Hitchcock. Y h¨¦te aqu¨ª que, zapeando, me encontr¨¦ con un honesto vendedor que, en la puerta de la sede socialista de Ferraz, llevaba tremendo ramo de rosas para vender entre los simpatizantes y militantes la emblem¨¢tica flor por 300 pesetas. Y d¨ªjeme que fue un verdadero fallo, por parte del PP, no haber previsto situar a unos cuantos menesterosos vendiendo gaviotas a las puertas de G¨¦nova. ?Qu¨¦ mejor homenaje al autor de Los p¨¢jaros que marcharse a casa con una gaviota en el hombro?
Creo que comen cualquier cosa, los dichosos pajaritos.
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