Visita el planeta Mercurio
El planeta Mercurio, el m¨¢s cercano al Sol, es uno de los objetos celestes m¨¢s brillantes del firmamento; sin embargo, poca gente lo ha visto. De hecho s¨®lo es visible, sin ayuda de instrumentos ¨®pticos, alrededor de una semana al a?o, un poco antes de la salida del Sol o un poco despu¨¦s de la puesta del mismo. Actualmente tenemos fotograf¨ªas detalladas de algunas partes de su superficie, tornadas desde unos 50.000 kil¨®metros de distancia por la sonda americana Mariner 10 que lo sobrevol¨® tres veces entre 1974-1975. Nunca m¨¢s se ha realizado otra misi¨®n a este planeta a pesar de las cuestiones fundamentales que plantearon a la comunidad cient¨ªfica los impresionantes resultados de la misma. Cuestiones tales como la configuraci¨®n de su superficie con muchos m¨¢s cr¨¢teres de los esperados seg¨²n las teor¨ªas de formaci¨®n del sistema solar; la densidad de su masa que sugiere abundancia de elementos pesados como el hierro, no se sabe si porque los elementos ligeros fueron expulsados en su formaci¨®n o porque abundaban menos en las cercan¨ªas del Sol; y sobre todo el descubrimiento de un inesperado campo magn¨¦tico, unas cientos de veces m¨¢s d¨¦bil que el de la Tierra, conforman un rompecabezas cuya soluci¨®n es fundamental para confirmar o modificar las teor¨ªas sobre la formaci¨®n del sistema solar.Posiblemente se preguntar¨¢n porqu¨¦ no ha habido otras misiones posteriores a Mercurio. Pues b¨¢sicamente porque la tecnolog¨ªa, en su estado actual, no ha logrado a¨²n los desarrollos necesarios para llevarlas a cabo. Tambi¨¦n habr¨ªa que a?adir que los presupuestos espaciales dedicados a la ciencia no han dado m¨¢s de s¨ª.
La Agencia Europea del Espacio, ESA, se ha creado una reputaci¨®n, muy merecida, al realizar misiones cient¨ªficas. Para principios del pr¨®ximo siglo, cuando el actual programa Horizonte 2000 de la ESA estar¨¢ llegando a su fin, ser¨¢ preciso embarcarse en otro que le de continuidad. Este nuevo programa se titula Horizonte 2000 Plus y est¨¢ basado en tres piedras angulares una de las cuales es una misi¨®n al planeta Mercurio.
Los cient¨ªficos que han propuesto esta misi¨®n que el sat¨¦lite pueda dar vueltas en ¨®rbita alrededor de Mercurio durante tres meses, que es aproximadamente el tiempo que tarda este planeta en recorrer su ¨®rbita alrededor del Sol. Aqu¨ª empieza la primera dificultad tecnol¨®gica, pues la intensidad de la radiaci¨®n solar cerca de Mercurio es diez veces mayor que cerca de la Tierra, y el sat¨¦lite tendr¨¢ que poder funcionar y resistir temperaturas que variar¨¢n desde 180? bajo cero a 420? sobre cero. Ser¨¢ preciso inventar, desarrollar y probar alg¨²n dispositivo que permita mantener una temperatura relativamente constante y que adem¨¢s no sea tan pesado, no ocupe tanto espacio, ni gaste tanta energ¨ªa, como los acondicionadores de aire actuales. A pesar de todo, algunas partes del sat¨¦lite estar¨¢n sometidas, inevitablemente, a altas temperaturas: dise?ar y operar equipos mec¨¢nicos y el¨¦ctricos a estas temperaturas es ciertamente un gran reto tecnol¨®gico.
Los cient¨ªficos no esperaban encontrar ning¨²n campo magn¨¦tico en el entorno de Mercurio, el descubrimiento de la sonda Mariner 10 fue realmente una sorpresa. Por este motivo es esencial que el sat¨¦lite que vaya a orbitar Mercurio sea extremadamente limpio, desde el punto de vista magn¨¦tico, para no introducir ninguna distorsi¨®n en la medida del campo magn¨¦tico de Mercurio.
Hay otras misiones y proyectos del programa Horizonte 2000 Plus que representan grandes retos tecnol¨®gicos. Es preciso que los pa¨ªses europeos de la ESA no regateen esfuerzos en conseguir los presupuestos necesarios para que la industria europea del espacio lo lleve a buen t¨¦rmino.
Andr¨¦s Ripoll es acad¨¦mico de la Academia de Ingenier¨ªa de Espa?a y de la Academia Internacional de Astron¨¢utica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.