Secuestrado en la pecera de la victoria
Primeras cr¨ªticas en el PP al 'clan de Valladolid' por pasear a Aznar en campa?a como si ya fuera presidente
La larga campa?a electoral del Partido Popular, dise?ada al mil¨ªmetro por un equipo que rodea a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar desde que alcanz¨® la presidencia de la Junta de Castilla y Le¨®n, no funcion¨® como se esperaba. Varios dirigentes del PP, desde el anonimato, achacan esa responsabilidad precisamente al denominado clan de Valladolid. Les acusan de mantener a Aznar secuestrado en una pecera, de pasearlo por actos multitudinarios convocados en toda Espa?a sin dignarse siquiera a pedir el voto, "al sentirse ya presidente", y de endurecer su discurso antinacionalista.Con el paso de los d¨ªas, algunos de los escasos dirigentes del PP con despacho en su sede madrile?a de G¨¦nova, 13, empiezan a ver los fallos cometidos en los pre¨¢mbulos de este proceso electoral con m¨¢s nitidez y alguna capacidad autocr¨ªtica. No son muchos y temen, metaf¨®ricamente, por su cabeza.
Adem¨¢s, el cuestionado y envidiado clan de Valladolid no es un grupo cohesionado, con intereses comunes y una sola voz. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, el jefe de prensa del partido, periodista en su d¨ªa de El Norte de Castilla y ahora diputado por Madrid, tambi¨¦n es vallisoletano y ya ejerci¨® de portavoz de Aznar en Castilla y Le¨®n, pero maneja con arrogancia su propia cuota de poder. Su cercan¨ªa y su evidente influencia ante Aznar le ha creado enemigos.
A Rodr¨ªguez se le atribuye la decisi¨®n de Aznar de no conceder una sola conferencia de prensa a la caravana de periodistas que le siguieron a distancia por toda Espa?a, la discrecionalidad en la concesi¨®n de entrevistas seg¨²n la supuesta afinidad o agresividad del medio y haber avivado un inoportuno enfrentamiento entre el l¨ªder del PP y el presidente de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Uno de sus mayores errores, en cualquier caso, habr¨ªa sido el rechazo del cara a cara televisivo con Felipe Gonz¨¢lez.
"Aunque en una intervenci¨®n de este tipo haya poco que ganar, es claro que un candidato que pretende arrebatar la presidencia del Gobierno a Gonz¨¢lez debe medirse con ¨¦l en un enfrentamiento verbal directo porque lo contrario da una imagen negativa, de querer ocultar algo, que la gente no entiende", explica un miembro del comit¨¦ ejecutivo.
Hay m¨¢s quejas. Por ejemplo, sobre la tardanza en la elaboraci¨®n material del programa. Aznar lo quer¨ªa para Navidades. La descoordinaci¨®n en sus trabajos entre el responsable del partido de estudios y programas, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, y el secretario general de la Fundaci¨®n para el An¨¢lisis y los Estudios Sociales (FAES), Miguel ?ngel Cort¨¦s, el te¨®rico l¨ªder del citado clan, la resolvi¨® el secretario general, Francisco ?lvarez Cascos, como siempre, por la v¨ªa expeditiva.
Michavila, que en esas fechas del pasado mes de enero, se hab¨ªa ausentado de Madrid una semana, se encontr¨® a su regreso con un texto pr¨¢cticamente en la imprenta elaborado sin contar con ¨¦l. ?lvarez Cascos dio la orden de parar las m¨¢quinas y finalmente se termin¨®, aunque con bastante retraso sobre las previsiones, un programa oficial. Y Cort¨¦s supervis¨® un resumen.
Sobre la autor¨ªa del modelo elegido para desarrollar la campa?a de Aznar hay varias hip¨®tesis. Pero el mayor grado de influencia se atribuye a Rodr¨ªguez y al clan. Es decir, a Cort¨¦s, Carlos Aragon¨¦s, coordinador de la presidencia del partido; Alfredo Timermans, en la selecci¨®n de los actos, y Jes¨²s Sep¨²lveda -el marido de Ana Mato, otra integrante del clan- en lo que respecta a la imagen y los v¨ªdeos electorales. Adem¨¢s, en ese cupo entrar¨ªan, por su proximidad a Aznar, Guillermo Gort¨¢zar y Pedro Arriola, el soci¨®logo de cabecera del presidente del PP.
La posici¨®n de Arriola es cada vez m¨¢s complicada en la c¨²pula popular. Muchos miran su profesionalidad con recelo. El propio Aznar le dirigi¨® algunas voces airadas en el desconcierto de la noche electoral: "Pedro, ?se puede saber qu¨¦ est¨¢ pasando?" Arriola llevaba un a?o y medio manejando s¨®lo un escenario, en el cual el PP nunca bajaba de 169 esca?os. "A partir de ah¨ª se mont¨® una campana de ganadores, con datos falsos del adversario y sin contar con los indecisos, por lo que todo lo posterior ya no tiene sentido", admite uno de los colaboradores m¨¢s cercanos de Aznar.
"El planteamiento se ha demostrado equivocado. Aznar ha ido de campa?a como si ya fuera presidente, sin pedir directamente el voto, como si ya no lo necesitase", concluye un dirigente popular muy en alza. "Hemos sido demasiado buenos, blandos casi. No se han aprovechado suficientemente los esc¨¢ndalos de la corrupci¨®n o el caso GAL. Se ha perdido esa oportunidad y en la pr¨®xima ocasi¨®n ya no tendr¨¢ sentido rescatar esos temas. Adem¨¢s, ha habido adhesiones, como las de Miguel Boyer o Julio Iglesias, que han podido ser m¨¢s negativas que positivas", remacha una ex dirigente, ahora en la retaguardia.
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