La milagrosa rehabilitaci¨®n de Jordi Pujol, 'president'
De c¨®mo, seg¨²n 'Abc' y 'El Mundo', los mismos que extorsionaban al PSOE son hoy socios fiables para Aznar
![Miguel Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fddbddc3c-c44a-42bd-92a6-bfe243bd41e4.jpg?auth=884052354661878081b5abb0f7daf07371836e0609c3f6a734727284d2699e83&width=100&height=100&smart=true)
Los resultados electorales han tenido milagrosos efectos. Y no s¨®lo entre la clase pol¨ªtica. Tambi¨¦n, en las desconcertadas p¨¢ginas de la prensa que con m¨¢s vehemencia milit¨® en la marea triunfal del PP que auguraban las desenfocadas encuestas. La rana con la que el director de El Mundo, Pedro J. Ram¨ªrez, representaba al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el pasado 10 de septiembre, se ha trocado en pr¨ªncipe. El "peque?o dictador" al que alud¨ªa Luis Mar¨ªa Ans¨®n en el Abc del 16 de noviembre tiene hoy una "espl¨¦ndida blograf¨ªa antifranquista de lucha por la libertad". Los tribunales de papel, que dictaron condena inapelable contra el nacionalismo catal¨¢n por su apoyo al PSOE, le han rehabilitado con todos los honores como probable socio del Gobierno de Aznar. Eso s¨ª, sin que nadie pague las costas el proceso sumar¨ªsimo. El peri¨®dico ectr¨®nico del futuro, afortunadamente, abolir¨¢ las embarazosas hemerotecas.
El consejero de la Presidencia de la Generalitat, Xavier Trias, se confesaba el mi¨¦rcoles "perplejo" ante la portada de Abc. No le sorprend¨ªa el titular que ocupaba la parte inferior ("Lo normal es que Pujol, de centro derecha, llegue a un acuerdo con Aznar, que es lo mismo; lo anormal es que apoyara al PSOE"), sino el comentario sobre el partido del Bar?a con el PSV Eindhoven, en el que los jugadores de Cruyff habr¨ªan hecho gala, seg¨²n Abc, de "un importante derroche de coraje". La Vanguardia o El Peri¨®dico de Catalunya, poco sospechosos de animosidad hacia el Bar?a, destacaban ese d¨ªa la "apreciable superioridad" del equipo holand¨¦s, que puso "contra las cuerdas a los azulgranas".S¨®lo el maquiavelismo, pudo llevar a Trias a relacionar las dos noticias que ocupaban la portada del diario dirigido por Luis Mar¨ªa Ans¨®n y a sospechar que pretend¨ªa, con inmerecidos halagos a su club, ablandar a los deseados socios de gobierno de Aznar.
No es Trias el ¨²nico dirigente de CiU que muestra una escocida suceptibilidad hacia Abc. "El se?or Ans¨®n", ha declarado el portavoz nacionalista en el Congreso, Joaquim Molins, "pas¨® de nombrar Espa?ol del a?o al presidente Pujol a un furibundo ataque a Catalu?a. Pujol no hab¨ªa cambiado, al contrario, hab¨ªa ejercido aquello que llev¨® a Ans¨®n a nombrarle Espa?ol del a?o: participar en la gobernabilidad del Estado, pero de la manera en que no le gusta al se?or Ans¨®n".
Ciertamente, Molins no hab¨ªa le¨ªdo la cita de C¨¢novas del Castillo que Abc reprodujo el jueves como p¨®rtico de su secci¨®n Nacional: "Decir pol¨ªtica equivale a decir ciencia de lo mudable, de lo relativo y contingente [ ... ]"
Si lo hubiese hecho, seguramente no habr¨ªa dado mayor trascendencia a los ep¨ªtetos que Ans¨®n hal prodigado a Pujol. Por ejemplo, en su comentario de portada del pasado 16 de noviembre, tres d¨ªas antes de las elecciones catalanas, titulado Pujol se ha convertido en un peque?o dictador: "Jordi Pujol controla hasta la na¨²sea la inmensa mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n catalanes. [...] Pujol dedica una parte considerable de los presupuestos [...] a perpetuarse en el poder con la creaci¨®n de un generoso pesebre para escritores, intelectuales, artistas [...] Pujol puede obtener mejor o peor resultado en las elecciones. Pero no puede perder. Juega con ventaja. Se ha convertido en un peque?o dictador. Ha transformado CiU en un remedo del PRI mexicano".
Aunque directamente no le llam¨® dictador, Abc acus¨® a Pujol, el 12 de septiembre de 1993, de actuar "igual que Franco, pero al rev¨¦s", por emprender, a su juicio, la "persecuci¨®n del castellano en Catalu?a" mediante la pol¨ªtica educativa de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica.
Con todo, fue el respaldo de CiU al Gobierno los ¨²ltimos dos a?os y medio lo que provoc¨® las invectivas m¨¢s virulentas. El pacto era, seg¨²n Abc, "conchabamiento"
(19-11-95), "indecente mercadeo" (22-11-95) y "complicidad con la destrucci¨®n felipista del Estado de Derecho y su delet¨¦rea apoteosis de la corrupci¨®n" (291-10-95).
M¨¢s que apoyo, lo que CiU daba al Gobierno era "auxilio parasitario" (9-2-95), pues Gonz¨¢lez no puso "limite alguno a las desbocadas exigencias" de sus socios, "insaciables en su voracidad desmembradora", sino que se postr¨® "de rodillas ante Pujol" para "claudicar vergozosamente".
Resumiendo: "En la almoneda en que se ha convertido el Poder en Espa?a en los ¨²ltimos a?os, Pujol ha sacado tajada de un pu?ado de votos [con los que] tiene prisionero a Felipe Gonz¨¢lez y le somete a un continuo vasallaje rayano en la extorsi¨®n" (9-3-95).
Claro que, como advert¨ªa Ans¨®n el 7 de febrero de 1995, "Aznar podr¨ªa en el futuro encontrarse en una situaci¨®n no tan distinta de aquella en la que hoy se encuentra Gonz¨¢lez". Para evitarlo, nada mejor que el amplio triunfo. del PP que predec¨ªan los sondeos y que, el 16 de enero, no hace dos meses, hac¨ªa decir a Ovidio, sosia del director de Abc: "Puede estar muy cercano el momento en que [a Pujol] Ya no le ser¨¢ posible chalanear con Gonz¨¢lez, a quien ha exprimido a su antojo, de espaldas a los intereses de la mayor¨ªa de los espa?oles".
Ya al final de la campa?a (28-2-96), con motivo del mitin de Aznar en Barcelona, el diario contrapon¨ªa las "servidumbres vergonzantes [y] claudicaciones sistem¨¢ticas" de Gonz¨¢lez con la actitud del l¨ªder del PP, "reivindicando un gran proyecto nacional espa?ol [...] sin ceder al chantaje emocional de los nacionalismos".
La resaca del 3 de marzo fue pesada, pero no impidi¨® al director de Abc escribir esa misma noche, en un rasgo quiz¨¢ de acendrada sinceridad, que "uno de los factores que m¨¢s decisivamente ha da?ado a Gonz¨¢lez -su obligada dependencia de los particularismos- vuelve a estar presente".
?Qu¨¦ hacer? "Por encima de maniobras de poder debe prevalecer la voluntad pol¨ªtica, alta y noble, de considerar preferentemente los intereses nacionales. [...] El compromiso representado por una eventual entrada de CiU en el Gobierno de Aznar supondr¨ªa una coalici¨®n fuerte [...] Para no incurrir en los vicios que se achacaron [?] al anterior apoyo de CiU a Gonz¨¢lez", dicho acuerdo debe ser "estable, transparente y con condiciones conocidas" (5-3-96). Aunque, claro, siempre habr¨¢ malpensados y "cualquier transacci¨®n con los partidos territoriales ser¨¢ intensamente utilizada contra ellos" (7-3-96).
"El pacto entre dos partidos de ideolog¨ªa com¨²n, que pertenecen a la misma Internacional, como el PP y CiU, es la vuelta a la normalidad", public¨® Ans¨®n el mi¨¦rcoles, olvid¨¢ndose quiz¨¢ de lo que ¨¦l mismo dijo: "A nadie se le oculta que tanto para UDC como, sobre todo, para el PNV, el factor nacionalista es mucho m¨¢s definidor que el ideol¨®gico" (841-95).
En fin, "hay que mirar hacia el futuro y olvidar muchas cosa?" (83-96). Pujol no es ya el peque?o dictador o el c¨®mplice, sino que tiene "una espl¨¦ndida biograf¨ªa antifranquista de lucha por la libertad y contra la dictadura". "Durante largos a?os recibi¨® de este peri¨®dico permanentes elogios bien merecidos", recordaba el viernes el director de Abc y, si bien es verdad que "las ca?as se tomaron lanzas cuando decidi¨® apoyar a Gonz¨¢lez para garantizar lo que ¨¦l llam¨® entonces gobernabilidad de Espa?a [...], ahora la situaci¨®n ha cambiado y la pol¨ªtica exige adaptarse a ella". Por arte de la aritm¨¦tica electoral, las lanzas se han vuelto a convertir en incensarios.
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