Muros antimiseria para chabolas

No todos los muros que se observan en los tramos de m¨¢s reciente construcci¨®n de la circunvalaci¨®n M-40 sirven ¨²nicamente para proteger a las viviendas del sonido producido por los veh¨ªculos sobre el asfalto.

En los alrededores del cruce de la carretera de Burgos (N-I) con la segunda circunvalaci¨®n de la capital se alzan cuatro tramos de pantallas de ladrillo, de unos trescientos metros de largo cada uno, tras los cuales se encuentran tres decenas de chabolas del distrito de Hortaleza, en su l¨ªmite con Alcobendas.

Los cuatro n¨²cleos protegidos de las miradas de los automovilistas se encuentran en los puntos kilom¨¦tricos 59 y 1,5 de la M40 (los kil¨®metros se cuentan a partir de la carretera de Burgos, en el sentido de las agujas del reloj). Los chamizos est¨¢n en una cota elevada, sobre esas monta?as artificiales, de escombros, que tanto proliferan en la periferia. Su localizaci¨®n, totalmente a la vista de los automovilistas y en una de las autov¨ªas m¨¢s caras de Espa?a (el tramo norte de la M-40 ha costado 3.000 millones de pesetas el kil¨®metro, cuando el promedio de toda la circunvalaci¨®n ha sido de 1.600 millones por cada 1.000 metros), ha llevado al Ministerio de Obras P¨²blicas, Transportes y Medio Ambiente a esconderlas.

Fuentes de la Direcci¨®n General de Carreteras confirman que los muros hacen una "correcci¨®n visual", est¨¦tica. Pero tambi¨¦n, a?aden, se han instalado por seguridad de los chavales que viven en esos chamizos. Estos se encuentran a una altura considerable, por lo que los residentes en las chabolas corren el riesgo de caer por una ladera muy inclinada a la autov¨ªa.