Una taladradora en el comedor
M¨¢s de 200.000 madrile?os viven sumidos en el estruendo de la circulaci¨®n
Un balc¨®n maravilloso da a los viveros de la Casa de Campo, por donde cada tarde la puesta de sol da un espect¨¢culo. ?se es el panorama que se divisa desde la terraza de Jes¨²s Mach¨¦s o desde decenas de viviendas de la torre de la plaza de San Pol de Mar, entre el r¨ªo Manzanares y el tramo en el que la M-30 tambi¨¦n se llama paseo del Marqu¨¦s de Monistrol.Pero la situaci¨®n dista de ser buc¨®lica. El estruendo de los 150.000 veh¨ªculos que cada jornada,, d¨ªa y noche, transitan por la M-30 llega hasta este piso, el 13% y lo invade en cuanto el buen tiempo obliga a mantener las ventanas abiertas. "Desde la terraza no podemos o¨ªr el timbre del tel¨¦fono, ni si llaman a la puerta", dice Mach¨¦s, de 66 a?os, vicepresidente de la asociaci¨®n de familias del Cuartel de la Monta?a.
A primera hora de la tarde, seg¨²n mediciones oficiales realizadas por el Centro de Estudios y Experimentaci¨®n (CEDEX), dependiente del Ministerio de Obras P¨²blicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA), el ruido llega a una media de 80 decibelios (dBa) con picos de hasta 92 dBa. Pero 10 pisos m¨¢s abajo, sus vecinos del tercero todav¨ªa lo llevan peor. Para ellos, el volumen asciende hasta los 82 dBa de promedio (cada tres decibelios se duplica el volumen sonoro), con picos de 102,9. El ruido equivale a tener metida en el comedor una m¨¢quina de taladrar.
Las conclusiones del informe no dejan una salida f¨¢cil al problema. Las mamparas son in¨²tiles, sobre todo a partir del segundo piso. Cubrir la v¨ªa con una estructura abovedada ser¨ªa una agresi¨®n "visual y ambiental". La reducci¨®n de la velocidad y la colocaci¨®n de asfalto poroso -otras soluciones- no rebajar¨ªan el ruido hasta los niveles requeridos. Tan mal lo ponen, que s¨®lo queda la colocaci¨®n de ventanas con doble acristalamiento, lo cual no sirve en ¨¦poca estival; o todo el enterramiento de la M-30 en los dos kil¨®metros que discurren junto al barrio del Cuartel de la Monta?a.
Un poco m¨¢s hacia el norte, la franja de hotelitos y chal¨¦s de la colonia del Manzanares, protegida por el Plan General de Urbanismo, resiste la agresi¨®n de la M-30 con un estoicismo lleno de anos y de miedos. Seg¨²n representantes de las asociaciones vecinales, ante las protestas de las familias que viven a tres metros de los coches, a su mismo nivel, instancias oficiales amenazaron con "expropiar la primera l¨ªnea de hoteles". Por eso, cuando alguien se acerca a preguntar por el ruido, los vecinos le quitan importancia y aseguran no notar casi nada", mientras quien les atiende hace esfuerzos por escucharlos, y m¨¢s bien lee sus labios, porque o¨ªr su voz en la calle es casi imposible.
Para ensalada de ruidos, la que escucha desde su casa Carlos Sampedro, directivo de banca, de 47 anos, que vive en el piso 13' del edificio que se alza entre la M-30 y las calles de Antonio L¨®pez y Santa Mar¨ªa de la Cabeza. "Tenemos doble ventana, y con eso nos olvidamos durante el invierno", explica, "pero en Verano la cosa cambia. Entonces abrimos las ventanas para que haya corriente y poder respirar. A veces, el viento ha tirado alguna l¨¢mpara", comenta, "pero hay que forzar la voz para hablar". Tambi¨¦n dice haberse acostumbrado y dormir casi sin ning¨²n sobresalto. "Salvo cuando pasa una ambulancia o se dan alg¨²n golpe en el puente de Praga".
Obra "inminente"
"En los edificios altos, las pantallas no sirven", asegura, al otro lado de la ciudad, un representante de la asociaci¨®n de vecinos de San Lorenzo, en el distrito de Hortaleza. Hace cinco a?os, los edificios de la zona pasaron de ser vecinos de un descampado a asomarse sobre el rugido de la M-40. En este caso, el problema se acerca a la soluci¨®n. El MOPTMA -obligado por el Defensor del Pueblo- va a comenzar, "inminentemente", la instalaci¨®n de una estructura en forma de "L" invertida, cuyo resultado ser¨¢ un semit¨²nel hasta la mediana de la autopista, acompa?ado de pantallas internas en las paredes para evitar que el sonido rebote. Una capa de asfalto poroso ayudar¨¢ a amortiguar el sonido. Sobre el t¨²nel habr¨¢ un paso para peatones.
Obras P¨²blicas tambi¨¦n ajardinar¨¢ toda la zona, para dotarla de una barrera vegetal. "Esperamos que empiecen pronto las obras, que durar¨¢n 11 meses y nos las han prometido para marzo", dijo este representante vecinal. "Esto es insoportable, no hay quien se acostumbre a vivir con 70 decibelios en casa".
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