Tele 5 estrena la intrigante 'Murder one'
Si la realidad supera a la ficci¨®n, Steven Bochco, el cuentacuentos con m¨¢s talento de la televisi¨®n, est¨¢ dispuesto a probar lo contrario. Su ¨²ltima serie, Murder one, desembarca hoy en Tele 5 (22.30) con la autopsia de un proceso por asesinato por el que veremos desfilar a abogados de minutas millonarias y millonarios corruptos dispuestos a pagarlas, voraces medios de comunicaci¨®n, busconas y perdularios, y muchos v¨ªdeos con sexo, drogas y pruebas falsas: un paseo con vistas al sistema judicial norteamericano.
Alguien mat¨® a Jessica Costello, esta otra Laura Palmer de Murder one cuyo cad¨¢ver pone en jaque a la jet set de una ciudad -Los ?ngeles- fascinada por su propia decadencia. De un episodio a otro aparecen los sospechosos y se cruzan apuestas sobre sus posibilidades de cargar con el muerto, cuando la serie ha pasado ya su ecuador en la cadena norteamericana ABC. El m¨¢s votado, incluida esa moderna tribuna para el plebiscito m¨¢s o menos fr¨ªvolo que es la red Internet, es sin duda Richard Cross (Stanley Tucci), influyente y corrupto personaje, al que se relaciona con el crimen, cometido en un apartamento de un edificio de su propiedad y en la persona de la hermana de una de sus amantes, Julie Costello. Cross crear¨¢ con el protagonista, el abogado de muchos octanos Tedd Hoffman -una actuaci¨®n impecable de Daniel Benzali- el d¨²o m¨¢s electrizante de la serie.Hay otros sospechosos menores sobre el tapete, como Neil Avedon (Jason Gedrick), un actor adicto a las drogas, que en el momento del suceso estaba tan colgado que no sabe si lo hizo o no; o el inquietante psiquiatra que trata a los ricos y famosos Graham Lester. Y las especulaciones siguen su curso en medio del secreto en el que se mantienen los guiones. Los actores han prometido reserva total, y las previsiones para el ¨²ltimo episodio de aqu¨ª a ocho semanas en Estados Unidos podr¨ªan incluir la soluci¨®n habitual de rodar varios finales (los tres posibles veredictos), que aparte de evitar soplos inoportunos es hoy un truco muy recurrido para crear una expectaci¨®n suplementaria.
"Qu¨¦ terrible haber seguido la serie durante 20 episodios y luego encontrarse con que alguien filtra el veredicto dos d¨ªas antes de que se emita el final", dec¨ªa hace unos meses Steven Bochco. El caso es que suponiendo que Bochco pueda mantener el secreto hasta el final, ya ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que los espectadores de Tele 5 -o por citar otro ejemplo, los de la BBC, que empezaron a verla el pasado d¨ªa 5, cuando su cadena por sat¨¦lite (de pago) Sky One lleva 10 episodios emitidos- puedan mantenerse en la ignorancia. La realidad es que Murder one no es lo que en el mundo anglosaj¨®n se conoce como whodunit, una intriga a lo Agatha Christie enfocada ¨²nicamente a la resoluci¨®n del enigma.
Cr¨®nica negra
Murder one no s¨®lo est¨¢ bien escrita y es t¨¦cnicamente impecable, sino que repasa por el camino, con gui?os que quiz¨¢ aqu¨ª pierdan algo de su efectividad, la m¨¢s reciente cr¨®nica negra norteamericana, desde esc¨¢ndalos como el de los v¨ªdeos porno de Rob Lowe o la agenda secreta de Heidi Fleiss al m¨¢s mediatizado proceso O. J. Simpson o los programas sensacionalistas de la televisi¨®n, que aparecen bajo nombre supuesto (la Fox que es la productora, patrocinaba hasta hace poco uno de los m¨¢s amarillos). Su visi¨®n del sistema legal es la del protagonista, Ted Hoffman: sabe que no est¨¢ en el mundo de la justicia, sino en el del show business. Es verdad que Murder one al final forma parte tambi¨¦n de este circo, aunque apunte con dedo acusador a la rapacidad de los medios -"Espero que todos esos helic¨®pteros de la televisi¨®n se estrellen unos contra otros. ?Soy por eso una mala persona?", dice un personaje- y las debilidades del sistema judicial.
Murder one ha desafiado por su f¨®rmula serial varios tab¨²es vigentes en la era del impaciente zapping, como es el contar una historia que se cierra tras tanta dilaci¨®n. Para paliarlo, Bochco y su equipo abren y cierran una trama secundaria en cada episodio.
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