El misterio de la conciencia enmudecida
La medicina trata de explorar qu¨¦ ocurre en el cerebro durante el estado de coma
Puede ocurrir por un golpe, una hipoglucemia, una meningitis grave... El afectado pierde la conciencia y entra en coma Como si entrara en un t¨²nel del que tal vez tarde horas en salir, o tal vez meses, o tal vez no lo consiga. A menudo los m¨¦dicos no pueden ayudarle, y entonces, simplemente, esperan. Aunque no sepan qu¨¦ pasa durante la traves¨ªa, ?esperan sabiendo al menos c¨®mo ser¨¢ la salida y si la habr¨¢? En bastantes casos s¨ª,, aunque ¨¦ste es un campo de probabilidades en el que la certeza siempre es ex¨®tica. En los ¨²ltimos a?os se han desarrollado t¨¦cnicas eficaces para averiguar c¨®mo est¨¢ el cerebro por dentro y estudiar su evoluci¨®n en el tiempo.M¨¢s de cien mil millones de neuronas charlan continuamente en el. cerebro. Quiz¨¢ algunas se digan cosas como "hay que ser conscientes del mensaje que traigo, p¨¢saselo a las colegas de conciencia", pero nadie lo sabe; entre otros motivos porque no se ha identificado nunca un departamento cerebral de la conciencia. Se asume que el almacenamiento de sus contenidos y su manifestaci¨®n corren a cargo de los hemisferios cerebrales, y no? hay duda de que en el coma fallan los intercambios nerviosos imprescindibles para estos procesos.
Para los expertos es dif¨ªcil ser m¨¢s precisos. "Sabemos que no hay dos comas iguales. Cl¨ªnicamente, el coma es un caj¨®n de sastre donde caben muchas cosas, con el denominador com¨²n de la ausencia o escasez de respuesta a est¨ªmulos", dice Manolo Rodr¨ªguez, neurofisi¨®logo de la Universidad de La Laguna. Y es que "muchas veces, cuando el paciente entra en coma, su cerebro es una especie de caja oscura y ya no podemos saber m¨¢s", indica Juan Casado, jefe de cuidados intensivos del hospital del. Ni?o Jes¨²s, en Madrid.
Lo que es seguro es que para que la conciencia enmudezca tiene que darse al menos uno de estos dos supuestos: o las sustancias qu¨ªmicas usadas como palabras (neurotransmisores) est¨¢n alteradas o hay lesi¨®n de las propias c¨¦lulas. El historial del enfermo es a veces de gran ayuda para el diagn¨®stico: "S¨ª un ni?o con trastornos renales entra en coma, pensamos que le ha subido la urea [que interfiere con los neurotransmisores]; se le trata, y en poco tiempo el cuadro revierte. Lo mismo pasa con la glucosa en caso de un diab¨¦tico", dice Casado.
Pero si la causa del coma ha sido un traumatismo craneoencef¨¢lico -lo m¨¢s frecuente- o un paro cardiaco, ya no es tan f¨¢cil deducir qu¨¦ pasa, actuar en consecuencia, y adem¨¢s hacerlo r¨¢pidamente, porque, seg¨²n Casado, "el futuro puede jugarse en unos minutos". ?C¨®mo obtener informaci¨®n del interior, que es clave para el tratamiento, y adem¨¢s, sobre todo, la relativa al da?o neuronal, para el pron¨®stico? Las t¨¦cnicas de exploraci¨®n recientes evitan en algunos casos "que tengamos que esperar d¨ªas, semanas o meses para saber el desenlace del coma".
"Llevamos a?os intentando mirar dentro del cerebro. Hasta hace poco s¨®lo pod¨ªamos saber el da?o haciendo una foto fija, por ejemplo, con el esc¨¢ner. Esto ayuda, pero necesitamos t¨¦cnicas funcionales para ver la evoluci¨®n del paciente, aplicar el tratamiento correcto y hacer el pron¨®stico. El electroencefalograma da informaci¨®n de: funci¨®n, pero s¨®lo de la parte m¨¢s externa del cerebro; con las nuevas t¨¦cnicas empieza a ser posible monitorizar el funcionamiento de las distintas ¨¢reas de un cerebro en coma", se?ala este experto.
En su unidad son pioneros en aplicar a estos pacientes los potenciales evocados: una m¨¢quina a la cabecera del enfermo le aplica un est¨ªmulo visual o sonoro cientos de veces y un electrodo recoge la respuesta de las neuronas en el ¨¢rea correspondiente. "Con esto no sabremos si ve u oye, pero s¨ª c¨®mo est¨¢ el cable. Y si funciona bien, trabajaremos con ganas porque sabemos que, muy probablemente, cuando despierte lo har¨¢ bien o si tendr¨¢ secuelas", explica Casado.
Otra t¨¦cnica reciente, a¨²n poco difundida en Espa?a, es el doppler transcraneal, que mide la presi¨®n dentro del cr¨¢neo de forma constante y no invasiva con ultrasonidos. Como explica el experto en esta t¨¦cnica Carlos Jim¨¦nez, de la cl¨ªnica Puerta de Hierro, de Madrid, tratando a tiempo una presi¨®n elevada se puede prevenir la muerte neuronal por falta de ox¨ªgeno, t¨ªpica tras, un traumatismo (el cerebro se hincha por el golpe, presiona contra el cr¨¢neo e impide la llegada de sangre). "La anoxia produce da?os irreversibles en s¨®lo unos minutos, por eso esta causa de coma parece la m¨¢s dif¨ªcil de tratar".
Hay otras t¨¦cnicas en desarrollo para saber, por ejemplo, el consumo de ox¨ªgeno de las neuronas sin tener que mover al enfermo. Pero lo que seguir¨¢ siendo un misterio es qu¨¦ ocurre durante muchos comas prolongados que despu¨¦s apenas dejan secuelas. "En esos casos no hab¨ªa zonas da?adas o, si las hab¨ªa, otras ¨¢reas han podido suplirlas por el fen¨®meno a¨²n no bien conocido de la plasticidad cerebral", indica Jim¨¦nez. Y si no hab¨ªa da?o, ?por qu¨¦ el coma?
"Es una inc¨®gnita", responde Casado. Su unidad ha editado un folleto que aconseja: "Hablen y acaricien a su hijo, est¨¦ en coma o consciente, grave o en mejor¨ªa", aunque la efectividad de estas medidas no pueda asegurarse; otra inc¨®gnita m¨¢s. "No hay datos para pensar que estos enfermos sienten que se recuperan antes si se les habla, pero... Adem¨¢s, las caricias son para quien las recibe y para quien las da".
Los criterios m¨¦dicos para certificar la muerte de un paciente han sido discutidos durante a?os, especialmente desde que fue posible mantener con m¨¢quinas funciones vitales como la respiraci¨®n. Hoy est¨¢ claro que cuando el cerebro est¨¢ destruido (corteza y tallo cerebral) el paciente ha muerto, aunque su coraz¨®n pueda seguir latiendo al menos durante unos d¨ªas si se mantiene la respiraci¨®n artificial.
Sin embargo, decidir c¨®mo debe establecerse la muerte cerebral no es tan sencillo. La legislaci¨®n var¨ªa en cada pa¨ªs. En Espa?a manda sobre esto la Ley sobre Trasplantes de ¨®rganos de 1979, desarrollada poco despu¨¦s en un decreto. Se exige que, primero, un examen cl¨ªnico determine la ausencia total de respuesta a est¨ªmulos y de actos reflejos como la respiraci¨®n (lo que implica muerte del tallo cerebral), y despu¨¦s de que dos electroencefalogramas hechos con seis horas de diferencia (en adultos) demuestren inactividad de la corteza.
El enfermo no puede estar en condiciones de hipotermia (tener una temperatura inferior a 32,2 grados cent¨ªgrados) ni bajo el efecto de depresores del sistema nervioso central (el electroencefalograma estar¨ªa plano aunque no hubiera muerte).
Algunos expertos, incluido el redactor de esta ley, Carlos Romero Casabona, consideran, no obstante, que "habr¨ªa que actualizar la normativa" espa?ola para aceptar el diagn¨®stico de muerte cerebral mediante pruebas recientes, igual de fiables que el electro, pero mucho m¨¢s r¨¢pidas. "Midiendo el flujo sangu¨ªneo en el cerebro con el doppler transcraneal, por ejemplo, es posible hacer un diagn¨®stico en 20 minutos", afirma Fernando Frutos, de la UVI del Hospital Universitario de Canarias.
Frutos, que comparte opini¨®n con Manuel Serrano, de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, cree que "si se aceptara esta prueba ser¨ªa muy bueno para los casos de donaci¨®n de ¨®rganos. Agilizar¨ªa todo el proceso". Casabona resalta, no obstante, que ninguna de estas t¨¦cnicas ha sido a¨²n dada por v¨¢lida en otros pa¨ªses.
"El apoyo humano fue lo m¨¢s importante"
David (nombre ficticio para un protagonista de nueve a?os) es feliz, aunque tenga que dedicar varias horas a la semana a la rehabilitaci¨®n. Sin embargo, se acuerda de cuando pod¨ªa jugar al f¨²tbol. Sus padres creen que ha desarrollado un tipo de "inteligencia para la vida" superior al de otros ni?os, una forma de sentir que le hace "pillar al vuelo" las emociones de otros. Creen tambi¨¦n -est¨¢n convencidos- que alg¨²n d¨ªa podr¨¢ dejar la silla de ruedas.Es el mismo sentimiento positivo con el que plantaron cara al mes y medio de coma que :sufri¨® David. "Tengo la obligaci¨®n de pensar as¨ª", dice el padre, que quisiera que su experiencia ayudara a otros. "Desde el primer d¨ªa, nunca perdimos la esperanza de que quedar¨ªa bien". El primer d¨ªa fue un viernes de julio: ingreso por urgencias en el hospital del Ni?o Jes¨²s sobre las cinco y media de la tarde, entrada en coma a las ocho de la ma?ana siguiente, un paro cardiaco, el quir¨®fano y a esperar. Juan Casado, responsable de la UCI, les dijo que David se recuperar¨ªa y lo har¨ªa bien, pero "nunca sabes si lo dicen para animarte".
Los ¨¢nimos fueron, en cualquier caso, indispensables. "Es muy importante el apoyo humano por parte de los m¨¦dicos, tanto al menos como la asistencia t¨¦cnica. En la UCI nunca nos sentimos un n¨²mero. Se produjo una simbiosis entre los m¨¦dicos y nosotros, que estoy seguro de que influy¨® en la recuperaci¨®n del ni?o". Los padres de David tomaron una decisi¨®n despu¨¦s de tres d¨ªas de llanto: no llorar¨ªan en la UCI.
El tiempo de estar con David ten¨ªa que ser para "tenerle muy cerca, darle cari?o como si fuera energ¨ªa. Le le¨ªamos cuentos, le pon¨ªamos m¨²sica que ¨¦l conoc¨ªa. No ten¨ªamos ni idea de si la o¨ªa, pero nos daba igual. Con el cuento Fray Perico y su borrico, David despert¨® ri¨¦ndose; al principio, su madre sigui¨® ley¨¦ndole como si toda la vida hubiera hecho lo mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.