REVELACI?N DESDE EL COMA
El 24 de abril de 1994, Geoffrey Wildsmith, un m¨²sico brit¨¢nico de 19 a?os, se asom¨® por la ventanilla de un tren en marcha y sufri¨® un tremendo golpe contra la pared de un t¨²nel o contra otro tren que transitaba en direcci¨®n contraria. Al menos eso indicaba el atestado policial. Con el cr¨¢neo fracturado y con p¨¦rdida de masa encef¨¢lica, los m¨¦dicos creyeron que nunca se recuperar¨ªa del coma profundo en que entr¨®. Se equivocaban. Ayudado por un ordenador, ha podido comunicarse ahora. Para sorpresa de todos, asegura que lo suyo no fue un accidente. Unos desconocidos trataron de asesinarle. Wildsmith no puede hablar a¨²n, pero s¨ª mueve el dedo me?ique de la mano derecha. Los especialistas que le atienden lo notaron y trataron de comunicarse con ¨¦l. Un ordenador accionado mediante un bot¨®n y unido a un timbre, adem¨¢s de un alfabeto codificado, han hecho el resto. Letra por letra, el joven ha revelado que no sac¨® la cabeza para airearse. Unos desconocidos le asaltaron y trataron de matarle. Como si de una novela policiaca se tratara, Ron Wainer, detective de la polic¨ªa ferroviaria brit¨¢nica, estaba al pie de la cama de Wildsmith cuando ¨¦ste hizo tal declaraci¨®n. La polic¨ªa encontr¨® restos de tejido en el suelo y la ventanilla y creyeron que se mare¨® y no vio el t¨²nel o el otro tren. Cuando le encontraron hace dos a?os, yac¨ªa en medio de un charco de sangre con la cabeza abierta. Ahora han iniciado una nueva investigaci¨®n. Marie, su madre, ha reconocido que est¨¢ muy confusa. "Siempre cre¨ªmos que se trataba de un accidente. Resulta dif¨ªcil hacerse a la idea de algo m¨¢s macabro".-
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