UNA BOTA, MEDIA MULTA

Juan Gil Mataix consider¨® excesivo que la justicia le hiciera pagar 8.999 pesetas para comprar un par de botas nuevas a un polic¨ªa local de Valencia al que pis¨® con una rueda de su coche el a?o pasado. Licenciado en Derecho, Gil logr¨® que el juez aceptara la posibilidad, no de pagar un par de botas nuevas, sino s¨®lo de reparar la bota da?ada, "pues ninguna prueba se ha aportado en sentido contrario", como citaba la sentencia publicada por Levante. Por tanto, la cantidad a pagar ser¨¢ la mitad. Todo sucedi¨® durante la cabalgata de Reyes de 1995, cuando Gil iba en su veh¨ªculo y se encontr¨® la calle cortada por el desfile. Intent¨® convencer a dos agentes de que le dejaran pasar porque el acto ya hab¨ªa terminado. Ante la negativa policial, se col¨®. Entonces un agente le agarr¨® del brazo mientras otro "arroj¨® una valla" sobre el veh¨ªculo, que se le "encabrit¨®" y pis¨® la bota de un polic¨ªa. Su obstinaci¨®n le ha llevado a discutir el valor del da?o hecho a la bota del agente hasta tal punto que, descontento con la rebaja, se plantea recurrir de nuevo la sentencia.-