Un gimnasio sin im¨¢genes

La imagen que hubieran deseado tomar los fot¨®grafos de prensa que recorren Dunblane por decenas, la del gimnasio donde el homicida Thomas Hamilton consum¨® su atroz venganza el pasado mi¨¦rcoles, ha estado hasta ahora fuera de su alcance. Una prolija y secreta investigaci¨®n policial se desarrolla en el interior de esas cuatro paredes de tr¨¢gica memoria.Las c¨¢maras s¨®lo han podido captar una furtiva imagen del exterior, que permit¨ªa ver los abrigos y anoraks de los escolares colgando a¨²n de los percheros. Tampoco los padres de los 16 ni?os asesinados han estado accesibles para los periodistas.

Los asistentes sociales levantaron enseguida una muralla entre ellos y los informadores. Sin embargo, ha habido una ¨²nica excepci¨®n. Kareen Turner, de 31 a?os, madre de una de las v¨ªctimas, no tuvo inconveniente en relatar a la prensa su angustiosa espera de cinco horas, antes de que las autoridades le anunciaran la terrible noticia de que su hija Megan hab¨ªa fallecido en el ataque. "Los minutos parec¨ªan horas. M¨¢s tarde fueron horas de verdad, sin recibir ninguna informaci¨®n. La espera parec¨ªa durar eternamente", dijo Kareen.

Hasta las dos de la tarde de ese fat¨ªdico 13 de marzo, nadie le inform¨® ni a su marido ni a ella de la terrible verdad. La vida no volver¨¢ ya a ser lo mismo. "S¨¦ que todos los padres est¨¢n convencidos de que sus hijos son ¨²nicos, pero Megan era tan especial... Tan llena de vida. Era maravillosa".