El Zaragoza se divorcia del f¨²tbol

El Racing se convirti¨® en el d¨¦cimo equipo que saca fruto de su visita a La Romareda. Para alcanzar este objetivo, cada vez de m¨¢s f¨¢cil consecuci¨®n, tuvo suficiente con aprovecharse de la desorganizaci¨®n y la falta de criterios del Zaragoza. El equipo c¨¢ntabro resolvi¨® el partido en 20 minutos y despu¨¦s se limit¨® a aguantar el bal¨®n, buscando el desquiciamiento de unos rivales que se han divorciado del buen f¨²tbol.V¨ªctor Fern¨¢ndez acudi¨®, en su en¨¦simo cambio de alineaci¨®n, a los esquemas del pasado, cuando el equipo disfrutaba de la gloria. Aparc¨® la supuesta renovaci¨®n que esta temporada est¨¢ viviendo el equipo para alinear a ocho de los jugadores que estuvieron en la final de Par¨ªs. Los tres restantes eran el portero, Morientes, que ejerc¨ªa de Esnaider, y Oscar, en realidad la ¨²nica variante. la apuesta por el pasado dio resultado diez minutos, los que tard¨® el Racing en aprovecharse del primer fallo defensivo del Zaragoza. Popov cabece¨® a puerta vac¨ªa el 0-1 en el interior del ¨¢rea peque?a. El equipo local hab¨ªa dispuesto, por medio de Poyet, de hasta de tres ocasiones de gol y, sobre todo, estaba practicando un f¨²tbol r¨¢pido, de toques, como en el pasado.

El gol racinguista cort¨® de ra¨ªz la inspiraci¨®n aragonesa. Faisulin se hizo el due?o del bal¨®n y puso en evidencia las lagunas defensivas del Zaragoza. Con un juego sorprendentemente ofensivo, los jugadores de Yosu atemorizaron a Belman, hasta que en el minuto 20, un pase de Faisulin le permit¨ªa a Popov marcar su segundo gol.

Lo peor del Zaragoza sali¨® a la luz a partir de ese instante. Desorganizaci¨®n, ausencia de esquema, falta de preparaci¨®n f¨ªsica y, si no fuera porque en el pasado han demostrado poseerla, hasta ausencia de capacidad t¨¦cnica. El Racing repleg¨® l¨ªneas y embarull¨® el partido, consiguiendo que el Zaragoza entrara en el juego.

El descanso, lejos de servir para facilitar la reacci¨®n zaragocista, aument¨® el caos. No hubo ni una sola ocasi¨®n clara del equipo local y es que sin Poyet el Zaragoza es una nulidad absoluta en ataque. La penosa imagen que una vez m¨¢s dieron los jugadores zaragocistas no puede justificarse ni siquiera por la visita del Deportivo el pr¨®ximo jueves. El p¨²blico lo entendi¨® claramente y despidi¨® a sus jugadores con una fuerte bronca y pa?uelos en las gradas.