El PP elevar¨¢ su techo auton¨®mico para forzar el pacto con CiU

El Partido Popular cree que los Gobiernos socialistas le han dejado un amplio margen de maniobra para el desarrollo auton¨®mico. Es lo que ha comunicado a los representantes de los partidos nacionalistas, fundamentalmente CiU y PNV, en las rondas negociadoras que ha celebrado con ellos para buscar apoyos a un futuro Gobierno presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Este planteamiento facilitar¨¢ el pacto con los nacionalistas, seg¨²n el an¨¢lisis interno que han hecho los m¨¢ximos dirigentes del PP.

La clave de las ofertas reside en la Administraci¨®n ¨²nica. Esta f¨®rmula, cuyo padre pol¨ªtico es el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, posibilitar¨ªa, seg¨²n deducen los nacionalistas, la supresi¨®n de los gobernadores civiles, reclamaci¨®n antigua de CiU, o la cesi¨®n de la gesti¨®n de un puerto estrat¨¦gico como el de Bilbao y de un aeropuerto como el de Sondika, vieja exigencia del PNV. Algunas de las ofertas que ha hecho ahora el PP a los nacionalistas fueron rechazadas por el actual Gobierno en funciones.El PP ha puesto tambi¨¦n sobre el tapete la cesi¨®n a las autonom¨ªas de un nuevo tramo del IRPF, lo que elevar¨ªa la parte gestionada por las comunidades aut¨®nomas del 15% al 30%; la revisi¨®n de la Ley de Costas; la polic¨ªa integral para Catalu?a; la participaci¨®n de las autonom¨ªas en las instituciones europeas, y una mayor descentralizaci¨®n de los fondos de cohesi¨®n europeos.

Ministros como el de Obras P¨²blicas y Transportes, Jos¨¦ Borrell, o el de Trabajo, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, creen, por el contrario, que queda muy poco margen a la negociaci¨®n auton¨®mica si no se quiere afectar a la cohesi¨®n territorial del Estado.

Por su parte, el presidente de la Generalitat de Catalu?a y l¨ªder de CiU, Jordi Pujol, el interlocutor m¨¢s esperado por el PP, declar¨® ayer desde Escocia que debe haber un compromiso para conseguir una disminuci¨®n de la crispaci¨®n en la vida pol¨ªtica. Pujol reiter¨® que la gobernabilidad es responsabilidad de todos los partidos y no puede descansar s¨®lo sobre su formaci¨®n. P¨¢ginas 15 y 16

Editorial en la p¨¢gina 12