A una guitarra pegado
Este maestro, este centauro de la guitarra flamenca, suele desembarcar en los escenarios unas horas antes para probar sonido, act¨²a, y, dejando al p¨²blico en aplausos, casi sin despedirse, regresa en coche generalmente desde donde est¨¦ y aunque sean las tres de la, ma?ana a su Sanl¨²car, natal. Dicen que vuelve tan r¨¢pido a su pueblo, en el que se ha afincado desde hace unos a?os, para no contaminarse ni perder el aroma de su toque por miedo a que le pase lo que a la manzanilla, que degrada su esencia fuera del ¨¢mbito marino.Sea o no cierta esta leyenda, de lo que no cabe duda es de que las incursiones tierra adentro de Manolo Sanl¨²car constituyen experiencias refrescantes e inolvidables para cuantos tienen el privilegio de escuchar su m¨²sica. En plena madurez creativa se le ve tan pegado a su guitarra que parece fundirse con ella en un ente mixto hombre-instrumento. Profesa una entrega rayana en la m¨ªstica y eso se apreci¨® en esta ¨²ltima visita a la Comunidad de Madrid, adonde, desgraciadamente para los aficionados, hac¨ªa mucho tiempo que no ven¨ªa.Ensamblaje arm¨®nico
Manolo Sanl¨²car en concierto
XII Jornadas Flamencas. Manolo Sanl¨²car (guitarra flamenca), Isidro Mu?oz (segunda guitarra), Eva Dur¨¢n (cante), Pedro Ontiveros (flauta) y ?ngel S¨¢nchez (percusi¨®n).Casa de la Cultura. Fuenlabrada, 22 de marzo.
Y lleg¨® acompa?ado por su hermano Isidro Mu?oz y por un terceto con el que se encuentra arm¨®nicamente ensamblado y al que dirigi¨® a la perfecci¨®n. Una hora de concierto y 12 palos, abriendo y cerrando por alegr¨ªas -como se?as de identidad-, las ¨²ltimas con el nombre de Puerta del Pr¨ªncipe, que muchos hemos escuchado en la pel¨ªcula Flamenco, cuyo director, Carlos Saura, que deb¨ªa haber participado en la primera de estas jornadas dedicadas ?al cine flamenco, no pudo asistir por imprevistos profesionales en el extranjero.
Aunque Manolo Sanl¨²car hizo olvidar tan importante ausencia. El tiempo y el arte le han dado un aire de sabio hind¨², tanto en sus pl¨¢ticas a la audiencia como en sus silencios, pero sobre todo en su lenguaje musical.
Interpret¨® magistralmente 10 temas conocidos de sus ¨²ltimas obras Tauromagia y Aljibe, y todav¨ªa quiso ofrecer el a?adido de una Fantas¨ªa -seguido por la sombra de Isidro- inspirada en versos de Miguel Hern¨¢ndez, y un toque redondo por so le¨¢, lleno de clasicismo e igual mente de modernas y complejas falsetas. Manolo Sanl¨²car, des de su m¨¢gico retiro del sur, con tin¨²a siendo un luminoso espejo de arte.
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