Fallece Lola Beltr¨¢n, uno de los grandes mitos de la m¨²sica ranchera
La cantante particip¨® en 60 pel¨ªculas y grab¨® m¨¢s de 70 discos
"Me resist¨ª a morir, luch¨¦ con todas, mis fuerzas..." Recuperada de un infarto agudo, que detuvo su coraz¨®n durante siete minutos, Lola Beltr¨¢n daba las gracias, hace una semana, a ese "Dios misericordioso" que le dej¨® vivir "un tiempito m¨¢s". Pero la salud de la cantante mexicana no era la misma de antes: pasadas las seis de la tarde del domingo, una embolia pulmonar acall¨® para siempre a una de las mejores voces de la m¨²sica ranchera.
Lola, La Grande, ten¨ªa 65 a?os y preparaba en estos meses, con el compositor Juan Gabriel, El Disco del Siglo, al lado de Lucha Villa y Amalia Mendoza. "No le tengo miedo a la muerte. Pero no me quisiera ir ahorita", dec¨ªa. Se conformaba con echar un vistazo r¨¢pido al nuevo milenio. A lo largo de cuatro d¨¦cadas de trabajo, con 60 pel¨ªculas y m¨¢s de 70 discos a rastras, Lola conoci¨® de todo.Su voz portentosa y sus matices interpretativos la enlazan inevitablemente con la otra gran figura de la m¨²sica mexicana, Lucha Reyes. S¨®lo que, al contrario que ella, Lola huy¨® siempre del lado oscuro de la vida. Impactada con La Reina de la Noche, la pel¨ªcula que Arturo Ripstein rod¨® sobre la turbulenta existencia de su antecesora, la Beltr¨¢n se fue corriendo a un notario para asegurarse de que nadie hiciera algo semejante con su vida. En realidad no hac¨ªa falta: su biograf¨ªa parece sacada de un gui¨®n de cine de los a?os cincuenta: jovencita de Sinaloa que ya cantaba desde ni?a llega a la capital acompa?ada de su madre, entra a trabajar como secretaria en una emisora de radio y es descubierta por el director de uno de los programas, que la lanza al estrellato.
Lola, Nuestra Se?ora, como escribi¨® Carlos Monsiv¨¢is, cant¨® para De Gaulle y para el mariscal Tito, para los Reyes de Espa?a y para Le¨®nidas Breznev. "He abierto lugares como una Francia que es una selva, una Rusia, ¨®yeme, he estado en Jap¨®n y L¨ªbano", dec¨ªa como asombrada de s¨ª misma.Con su porte imponente, vestida de charra y rodeada de mariachis con enormes sombreros y bigotes, Lola Beltr¨¢n es mucho m¨¢s que el Cucurrucuc¨², paloma y la estampa folcl¨®rica que mostraba 300 millones.
El escritor Carlos Fuentes escribi¨® hace dos a?os que la voz de Lola Beltr¨¢n romp¨ªa una de las dos formas que el silencio tiene en M¨¦xico: el silencio de la indiferencia, el desprecio y la injusticia. Cantaba en nombre de los que se negaban a callar. Pero conservaba el otro silencio, el de la ternura y el respeto, con "un registro de amor y amistad, de infancia y de poes¨ªa que es como una caricia vocal".
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