Los 'fans' del abad
El monje 'superventas' de Silos inaugur¨® la restaurada iglesia de San Pl¨¢cido
No se resignaron. A golpes contra el portal pidieron poder entrar en la iglesia de las monjas benedictinas de San Pl¨¢cido, cuando ya hab¨ªa empezado la ceremonia. Quer¨ªan ver al abad de Santo Domingo de Silos (Burgos), cuyos monjes se convirtieron en estrellas del canto gregoriano batiendo todos los r¨¦cords de ventas: Clemente de la Serna, el abad, dio una misa para inaugurar la restauraci¨®n de la iglesia barroca en la calle de San Roque."Primero s¨®lo pueden pasar los que tienen invitaci¨®n. Ten¨¦is que esperar", dijo ¨®scar Casta?¨®n, de 25 a?os, a los fieles que quer¨ªan acudir al acto ayer por la tarde. Casta?¨®n es uno de los doce restauradores que durante tres a?os han trabajado en las obras de la iglesia. Ayer el joven no ten¨ªa un papel f¨¢cil como portero en la entrada del edificio: ¨¦l mismo consider¨® su tarea como "bastante desagradable". "Es un acto para los que ayudaron a realizar las obras, por eso s¨®lo pueden entrar invitados", explic¨® apenado. Algunos de los rechazados reaccionaron rabiosos. "Para m¨ª, los Benedictinos, liquidados para siempre", exclam¨® una se?ora enfurecida, que al final logr¨® pasar al interior, aunque no ten¨ªa invitaci¨®n.
Ah¨ª estaban ya los 170 invitados, entre ellos el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, concejales del Ayuntamiento y delegados del Ministerio de Cultura. Contemplaron el resultado de tres a?os de reformas: Empezando por los cuadros de Claudio Coello, uno de ellos de ocho metros de altura, que representaba la Encarnaci¨®n; una escultura de Cristo datada en 1640 y realizada por Gregorio Fern¨¢ndez, los altares dorados y adornados e incluso un parqu¨¦ nuevo.
"Antes hab¨ªa muchos problemas. La iglesia ten¨ªa mucha humedad. El suelo estaba sucio y lleno de carcoma", recuerda el. joven restaurador, que ofreci¨® por simpat¨ªa su mano de obra gratis a las monjas. Casta?¨®n estima el coste de las obras en unos 100 millones de pesetas. "La c¨²pula es una verdadera joya", seg¨²n Laureano Fallado y Fortu?o, amigo de las monjas desde hace a?os. "Antes de las reformas estaba todo m¨¢s oscuro", recuerda. Otra invitada, sor Olimpia Su¨¢rez, de la Residencia de Montserrat, tambi¨¦n se asombr¨® de c¨®mo ha quedado el interior de la iglesia: "Es preciosa".
Veinte monjas dirigidas por la, madre superiora Luc¨ªa Guti¨¦rrez Hurtado, comparten su vida en clausura tras los gruesos muros del ladrillo del monasterio en la calle: San Roque. All¨ª est¨¢ su iglesia y, all¨ª hacen sus labores, por ejemplo en su guarder¨ªa. Est¨¢n bajo el protectorado de la abad¨ªa del monasterio de Santo Domingo de Silos. "La Villa tiene que sent¨ªrse dichosa y orgullosa por tener en su propio coraz¨®n centros como ¨¦ste", opin¨® el abad del monasterio benedictino ante el p¨²blico.
Clemente de la Serna alab¨® la hermosura de la iglesia. "Una belleza que no solo es est¨¦tica. Es una belleza que recuerda la belleza infinita de Dios. Por eso ha sido conservado a lo largo de los siglos", a?adi¨®. De la Serna consider¨® la restauraci¨®n como un signo aut¨¦ntico de una nueva revitalizaci¨®n de la comunidad. "D¨ªos quiera que teng¨¢is la suerte de venir a contemplar", dese¨®.
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