El Supremo confirma las penas a los asesinos de la dominicana Lucrecia P¨¦rez

La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia de Madrid que conden¨® a un total de 126 a?os de c¨¢rcel a los cuatro autores del asesinato de la dominicana Lucrecia P¨¦rez en las ruinas de la discoteca Four Roses, de Madrid, en noviembre de 1992. El Supremo ha desestimado las pretensiones de la defensa de los condenados para que el delito fuese considerado homicidio y mantiene la calificaci¨®n de asesinato.

La sentencia deja inalteradas las condenas de 54 a?os de c¨¢rcel para el ex guardia civil Luis Merino por el asesinato de Lucrecia P¨¦rez y el asesinato frustrado de su compatriota C¨¦sar Augusto Vargas y las de los sentenciados Javier Qu¨ªlez, Felipe Carlos Mart¨ªn Bravo y V¨ªctor Flores Reviejo condenados a 24 a?os cada uno dado que ten¨ªan 16 a?os en el momento del crimen.

En la vista de los recursos de casaci¨®n ante al Sala Segunda del Tribunal Supremo, la defensa argument¨® que los agresores pretend¨ªan dar "un escarmiento o un susto" a los dominicanos. Por el contrario, la acusaci¨®n sostuvo que los cuatro ultraderechistas planificaron a la perfecci¨®n una "acci¨®n de comando", en la que incluso dejaron el coche en las inmediaciones de la antigua discoteca preparado para huir en direcci¨®n a Madrid. El Supremo tambi¨¦n considera que los atacantes cometieron el atentado movidos por sus sentimientos racistas y xen¨®fobos.

La idea de atentar contra los dominicanos que habitaban en las ruinas de Four Roses, antigua sala de fiestas cercana a la localidad de Aravaca, parti¨® de Javier Qu¨ªlez y todos se mostraron de acuerdo. Al llegar a las inmediaciones de la vieja discoteca se produjo el reparto de armas a instancias del guardia civil Luis Merino. El empu?¨® su pistola reglamentaria, Felipe Mart¨ªn Bravo un punz¨®n y una navaja y V¨ªctor Flores un cuchillo de grandes dimensiones que le: facilit¨® Merino.

"Tres plomos"

El grupo se dirigi¨® a las dependencias donde dorm¨ªan los dominicanos y tras abrir la puerta a golpes, el guardia civil se puso en posici¨®n de tiro de combate y abri¨® fuego contra los indefensos inmigrantes. Los disparos, efectuados a escasa distancia de Lucrecia P¨¦rez, siguieron una trayectoria horizontal, paralela y se concentraron en una misma zona del cuerpo, lo que avala su "etiolog¨ªa homicida" y el ¨¢nimo de: matar de Luis Merino.

Tras el crimen, Merino se jact¨® de haber tirado "tres plomos" para que los dominicanos, seg¨²n dijo, "se los repartiesen como quisieran".

Kenia, la hija de Lucrecia P¨¦rez, de 11 a?os, recibir¨¢ una indemnizaci¨®n de 20 millones de pesetas del Estado, que fue declarado responsable civil subsidiario.