Parlamento plural
EL NUEVO Parlamento constituido ayer est¨¢ llamado a ser el eje de la vida pol¨ªtica e institucional del pa¨ªs. Es ¨¦ste el efecto m¨¢s evidente de los resultados electorales del 3 de marzo. La precaria victoria del Partido Popular, que necesitar¨¢ del apoyo de varios grupos nacionalistas, y la trascendencia de muchas cuestiones que habr¨¢n de abordarse en la nueva legislatura son circunstancias que obligan a este Parlamento a potenciar como nunca las funciones que le son propias: parlamentar, proponer, negociar y debatir.La transformaci¨®n del Parlamento en "la instituci¨®n eje de la vida pol¨ªtica" fue una de las promesas electorales de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El presidente del partido que gan¨® las elecciones y que con toda probabilidad ser¨¢ dentro de pocas semanas nuevo jefe de Gobierno no imaginaba seguramente hasta qu¨¦ punto los resultados electorales le obligar¨ªan a cumplir esa promesa. Y aunque fuera m¨¢s por necesidad que por convicci¨®n, es una gran noticia para la salud pol¨ªtica de Espa?a que el Parlamento se revitalice y asuma al m¨¢ximo su funci¨®n de foro legislativo y de control del Gobierno.
De entrada, la relativa igualdad de las dos primeras fuerzas pol¨ªticas ha llevado a populares y socialistas a ceder puestos en la Mesa del Congreso a los grupos minoritarios, lo que ya supone un progreso si se recuerdan las disputas habidas en la anterior legislatura y que impidieron la presencia de Izquierda Unida en el ¨®rgano de gobierno del Congreso. La ecuanimidad, imparcialidad y rigor que son exigibles a las mesas, que rigen la vida parlamentaria se impondr¨¢n en este caso por la fuerza del pluralismo en su composici¨®n. No hay ninguna fuerza con hegemon¨ªa suficiente como para imponer sus puntos de vista sin el apoyo de terceros.
A esa composici¨®n plural se ha referido el nuevo presidente del Congreso, el popular Federico Trillo, como garant¨ªa de que su presidencia ser¨¢ dialogante y definida por la tolerancia. No le ser¨¢ f¨¢cil al nuevo presidente del Congreso pasar sin soluci¨®n de continuidad desde un papel opositor a ultranza como el que ejerci¨® en la anterior legislatura, muchas veces agresivo y rayano con la demagogia, al imprescindiblemente templado e institucional que impone su nuevo cargo. Pero no hay motivos para dudar de que es perfectamente capaz de hacer tal tr¨¢nsito. El que haya carecido hasta ahora del perfil institucional adecuado, como le han reprochado los socialistas, no autoriza a pensar que no lo vaya a adquirir en el ejercicio de sus nuevas funciones.
Es pronto para saber c¨®mo se va a articular el protagonismo del Parlamento en la nueva legislatura. Tanto por parte de la mayor¨ªa gobernante como de la oposici¨®n. Pero s¨ª se sabe que la correlaci¨®n de fuerzas obligar¨¢ a negociar m¨¢s de lo que se ha hecho en anteriores legislaturas. La negociaci¨®n y el debate le har¨¢n falta al nuevo Parlamento para llevar a cabo con rigor y eficacia su tarea. La m¨¢s imperiosa es la de articular un presupuesto para 1997 que permita cumplir los objetivos trazados en Maastricht.
Pero una de las m¨¢s urgentes ser¨¢, sin duda, la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, que justamente ayer qued¨® sin el qu¨®rum necesario para poder tomar decisiones tras la dimisi¨®n de seis de sus vocales. Para cumplir este cometido son necesarios acuerdos entre los dos primeros partidos del arco parlamentario. Otras reformas legales que se anuncian, orientadas a la definitiva configuraci¨®n del Estado auton¨®mico, deber¨ªan exigir igualmente el apoyo de la futura oposici¨®n socialista.
De ello parecen ser conscientes tanto Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, previsible nuevo jefe del Gobierno, como Felipe Gonz¨¢lez, indiscutible l¨ªder de la oposici¨®n. Ambos han coincidido en calificar la reci¨¦n estrenada legislatura como la "del di¨¢logo y del acuerdo". Es de desear que as¨ª sea y que tan buenos prop¨®sitos no se tuerzan. La ciudadan¨ªa de este pa¨ªs se merece un Parlamento digno, que se resista a caer en el encanallamiento pol¨ªtico al que algunos quieren conducirle. Federico Trillo tiene ahora la gran oportunidad de demostrar que es capaz de liderar esta conducta de respeto hacia los espa?oles.
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