La risa sin palabras

?ste es uno de los varios teatros catalanes sin lengua: como La Fura o Els Comediants. Puede deberse a la vacilaci¨®n o a las presiones de una regi¨®n biling¨¹e, donde un idioma puede ser necesario para obtener ventajas o simpat¨ªas y el otro para la expansi¨®n y el viaje, sin los que quedar¨ªan limitados. Puede tambi¨¦n ser una comicidad visual para los grandes festivales internacionales. Tambi¨¦n es cierto que otros teatros catalanes de los de hablar han conseguido alturas m¨¢ximas en Espa?a y fuera de ella.Sea cual sea la motivaci¨®n El Tricicle, o triciclo, ha conseguido lo que muchos dibujantes hab¨ªan logrado en las tiras "sin palabras", pero d¨¢ndoles teatralidad, volumen, color, sonido y la enormemente superior presencia humana sobre la dibujada, cuando, se trata de tres artistas m¨ªmicos de primera. Tres grandes c¨®micos, desopilantes; tienen ya en Madrid un p¨²blico fijo que prorrumpe en carcajadas cuando apenas salen al escenario y otro p¨²blico nuevo se deja llevar por sus chistes esc¨¦nicos. En este caso, dicen que es una parodia o una imitaci¨®n de la televisi¨®n. No les hagan ustedes caso. Son sus sketches propios, su identificaci¨®n con el objeto y con la luz, las relaciones entre ellos, lo que tiene todo el valor. Ah, y su condici¨®n masculina, que hace estallar de risa a las mujeres.

Gustaron otra vez. Es un humor inocente y sano, una comicidad aguda, y un buen arte teatral que llega a la gente, joven o no, con una calidad literaria -si se puede decir a aquello que apenas tiene letra- y un sentido de la parodia humana. Las carcajadas continuas les premiaron y redundaron en las ovaciones finales.