La constituci¨®n en partido de Nueva Izquierda retrasa y condiciona la reorganizaci¨®n de IU

RODOLFO SERRANO, Cambios, los imprescindibles. La anunciada reestructuraci¨®n de la c¨²pula de IU, una vez pasada la fiebre de los resultados electorales, no tendr¨¢ las dimensiones que, en un principio, iba a tener. Los cambios se reducir¨¢n formalmente a un trasvase de personas al frente de algunas ¨¢reas, en parte por la irrupci¨®n del proceso constituyente de Nueva Izquierda en partido que ha obligado a retrasar la reorganizaci¨®n. Ayer era la Nueva Izquierda de Valencia la que iniciaba los tr¨¢mites. El Partido Comunista del Pa¨ªs Valenciano le acusaba de nacer ara confrontar y no para renovar.

"En tiempos de turbaci¨®n, no hacer mudanza". Julio Anguita ha seguido religiosamente el consejo ignaciano. "Habr¨¢ cambios" tal como anunci¨® Anguita cuando las sacudidas de los resultados electorales mov¨ªan incluso su silla de coordinador general. Pero la "turbaci¨®n" que supone la transformaci¨®n en partido de lo que hasta ahora era la corriente Nueva Izquierda ha llevado a la direcci¨®n de Izquierda Unida a tomar con calma una reorganizaci¨®n que todos los sectores creen inevitable.No s¨®lo por Nueva Izquierda. Las distintas familias de la coalici¨®n han empezado a mover sus fichas para intentar situarse en buena posici¨®n en el nuevo mapa de la coalici¨®n. El cambio m¨¢s significativo pol¨ªticamente ser¨¢ el de coordinador de la Presidencia, que tiene entre sus funciones la de la comunicaci¨®n. Hasta ahora es Mariano Santiso el titular. Pero Santiso, preso de sus propias promesas, habr¨¢ de abandonar el cargo para dedicar m¨¢s atenci¨®n a su circunscripci¨®n electoral, Asturias.

Es un puesto objeto de deseo de todos los sectores. Santiso ha propuesto como titular a V¨ªctor R¨ªos, que hoy ocupa el ¨¢rea de relaciones pol¨ªticas. Santiso pasar¨ªa a ocuparse del ¨¢rea que dejar¨ªa libre R¨ªos, ya que ¨¦sta s¨ª es compatible con SU trabajo de diputado. Pedro Antonio Granados se quedar¨ªa al frente de organizaci¨®n y finanzas. Y F¨¦lix Mart¨ªnez de la Cruz, a quien se le ha culpado en buena parte del "t¨ªmido, pero insatisfactorio avance" del 3 de marzo, seguir¨ªa de momento -tampoco hay ning¨²n proceso electoral en un horizonte cercano- al frente de la coordinaci¨®n electoral.

Otra alternativa

Pero otro sector encabezado por Rosa Aguilar desear¨ªa, por ejemplo, que fuera Pedro Antonio Granados quien asumiera la coordinaci¨®n de la presidencia y las responsabiliaddes de comunicaci¨®n, sin duda, las tareas pol¨ªticamente m¨¢s delicadas. Otras secretar¨ªas sufrir¨¢n algunos retoques, en la idea de adaptar el trabajo parlamentario con el que se desarrolla en la propia coalici¨®n. Fuentes de la presidencia han se?alado que "lo l¨®gico ser¨ªa que si Pablo Castellano va a llevar los temas de Justicia en el Parlamento, los llevara tambi¨¦n dentro de la organizaci¨®n".

El retoque m¨¢s significativo se producir¨¢ en Andaluc¨ªa. La -cantada- vacante en la coordinaci¨®n general de Andaluc¨ªa, hoy en manos de Luis Carlos Rej¨®n, tiene, al menos, tres aspirantes. Concha Caballero, Antonio, Romero y Diego Valderas. Todos necesitan si no del apoyo de Felipe Alcaraz, s¨ª de su benepl¨¢cito.

Y, por encima de todo, de estos retoques, existe tambi¨¦n la intenci¨®n de reforzar el papel de la Ejecutiva, d¨¢ndole un contenido m¨¢s pol¨ªtico y buscando una mayor protagonismo de sus miembros.

Pero la irrupci¨®n del proceso constituyente del que ser¨¢ Partido Democr¨¢tico de Nueva Izquierda ha desinflado, en parte, estos planes. Los prioritario no es ahora un proceso de cambios en la organizaci¨®n.

En el PCE hay dos posturas: una defiende que se ignore este proceso. La otra se inclina por dar la batalla con todas las consecuencias. Ayer mismo el Partido Comunista de Valencia sal¨ªa contra la constituci¨®n de una gestora para la constituci¨®n en partido de Nueva Izquierda, mayoritaria en la Esquerra Unida valenciana. Joan Rib¨®, responsable de los comunistas valencianos, aseguraba que el nuevo partido nac¨ªa "no ara renovar, sino para controntar". Y en ¨¦sas andan.