Ser lo que somos
Ha dicho Anasagasti, a la salida de su entrevista con el Rey, que un acuerdo del PNV con el PP ser¨¢ posible siempre que "nos acepten como somos y no corno quisieran que fu¨¦ramos". Si se refiere a que un pacto pol¨ªtico no puede implicar la renuncia a sus convicciones ideol¨®gicas por parte de los nacionalistas, tiene raz¨®n. Pero tampoco ser¨ªa razonable pretender que la fuerza mayoritaria tenga que adoptar las convicciones del socio minoritario para hacer posible el acuerdo. Es consustancial a la democracia un cierto relativismo, y los pactos ser¨¢n m¨¢s s¨®lidos si sus objetivos son limitados. Relacionados con el buen gobierno antes que con cuestiones hist¨®ricas o filos¨®ficas: el definitivo encaje de los nacionalismos en Espa?a; o bien: que nos dejen ser lo que somos, que reconozcan nuestra identidad.La identidad. En el manifiesto del PNV para Aberri Eguna, en general moderado, no pod¨ªa faltar la referencia narcisista: "Hace tiempo que sabemos que somos el pueblo m¨¢s antiguo de Europa, el m¨¢s aut¨®ctono, con caracter¨ªsticas craneales, hematol¨®gicas y biol¨®gicas singulares. Un pueblo con una lengua aparte, como proclamaba Larramendi. Somos la Naci¨®n m¨¢s Naci¨®n de Europa, que dec¨ªa Humboldt".
Karl Wilhelm Humboldt fue uno de los viajeros rom¨¢nticos que visitaron nuestros valles a fines del siglo XVIII. En su diario anot¨® sus observaciones sobre las costumbres de los naturales y escribi¨® un libro sobre el origen del euskera. Siempre nos llen¨® de orgullo saber que doctos brit¨¢nicos y alemanes se hab¨ªan ocupado de nuestras cosas. Lo malo es que desde que nos enteramos de ese inter¨¦s no hemos dejado de exagerar la nota de nuestra singularidad para no desairarlos y ser dignos de la imagen un tanto primitiva que se hab¨ªan forjado de nosotros.
"Somos un pueblo peque?o, penetrado y rodeado por gentes ajenas a nuestras preocupaciones, empe?adas en tenernos en sus esquemas conceptuales y culturales", dice tambi¨¦n el manifiesto del Aberri Eguna. Es una visi¨®n algo equ¨ªvoca, porque las inquietudes y la mentalidad de los vascos de hoy apenas se distinguen de las de sus vecinos. El mes pasado se public¨® el resultado de una encuesta realizada por el Gobierno vasco sobre las principales preocupaciones de los ciudadanos: el paro y la crisis econ¨®mica, el terrorismo, el sida y las drogas ocupan los primeros lugares en una lista de 15 posibilidades. Los dos ¨²ltimos corresponden al "desarrollo del Estatuto" y al "logro de las aspiraciones de autogobierno".
Ello no cuestiona la legitimidad de la reclamaci¨®n de esas 43 competencias auton¨®micas de cuya transferencia se hace depender cualquier pacto; pero s¨ª aconseja moderar el ¨¦nfasis dram¨¢tico con que se plantea: como si los vascos no pensasen en otra cosa y como si de la gesti¨®n del INEM o del r¨¦gimen econ¨®mico de la Seguridad Social dependiera la supervivencia de su identidad.
Otro sondeo, realizado por la Universidad del Pa¨ªs Vasco y publicado hace 10 d¨ªas, revela que seis de cada diez ciudadanos de Euskadi consideran compatible su identidad vasca y espa?ola. Tambi¨¦n, que el 51 % de los consultados se considera no nacionalista frente al 39% que se define como nacionalista. Hace un a?o los porcentajes eran casi inversos: 41% frente a 49%. Ello significa que un amplio sector oscila entre una posici¨®n y otra. Esa mayor¨ªa que se resiste a un encasillamiento r¨ªgido constituye la base social fundamental del r¨¦gimen auton¨®mico. Tambi¨¦n se reduce el porcentaje de quienes se definen como "s¨®lo vascos" (24% frente al 31 % de hace un a?o) y el de los que se pronuncian en favor de la independencia (21% frente al 32% anterior).
Tanto Arzalluz como Garaikoetxea, en sus respectivos discursos del Aberri Eguna, acusaron a ETA y su entorno de ser culpables del retroceso del nacionalismo al provocar una identificaci¨®n entre esa ideolog¨ªa y la violencia. Es probable que as¨ª sea: que comience ahora a manifestarse en la Comunidad Aut¨®noma Vasca el mismo fen¨®meno que ya se produjo hace a?os en Navarra sin qu?e ni crane¨®metras ni hemat¨®logos pudieran evitarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Relaciones Gobierno central
- Juan Carlos I
- Aberri Eguna
- Transferencia competencias
- Nacionalismo
- EAJ-PNV
- Descentralizaci¨®n administrativa
- Comunidades aut¨®nomas
- Fiestas auton¨®micas
- Monarqu¨ªa
- Casa Real
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Parlamento
- Pa¨ªs Vasco
- Fiestas
- Ideolog¨ªas
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica