Las ambiciones de Chirac

Jacques Chirac se ve a s¨ª mismo como futuro gran jefe de la Uni¨®n Europea (UE). La sombra de Fran?ois Mitterrand no se ha extinguido todav¨ªa y el corpach¨®n de Helmut Kohl le empeque?ece, pero, piensa Chirac, el fallecido ex presidente acabar¨¢ pasando al semiolvido de las enciclopedias y el canciller alem¨¢n, un d¨ªa u otro, dejar¨¢ de serlo. Al presidente de Francia le quedan seis a?os de mandato y cuenta con la reelecci¨®n y otros siete a?os en el El¨ªseo. El horizonte llega hasta 2002 o, con suerte y salud, hasta 2009. Por una simple cuesti¨®n de escalaf¨®n y veteran¨ªa, ?qui¨¦n podr¨¢, ya en el pr¨®ximo siglo, discutir su preminencia? Chirac act¨²a con esa idea. Y como, a diferencia de los de m¨¢s l¨ªderes europeos, no tiene que perder mucho tiempo gobernando su pa¨ªs, porque de eso se ocupa. Alain Jupp¨¦, el gran jefe in pectore se ejercita encadenando viajes y estableciendo en nombre de la UE una diplomacia que es de Francia y, m¨¢s concretamente, de Jacques Chirac. Una diplomacia pragm¨¢tica, basada esencialmente. en intereses comerciales y, gaullismo obliga, dise?ada como alternativa a la hegemon¨ªa de EE UU.

En la m¨¢s reciente etapa de sus interminables periplos, el pasado fin de semana, el presidente franc¨¦s visit¨® L¨ªbano y Egipto para resucitar la vieja pol¨ªtica ¨¢rabe de general De Gaulle y ref¨®rzar la pre sencia europea en una regi¨®n donde la ¨²nica referencia es Washington. Lo inquietante de la excursi¨®n ¨¢rabe fue el tono de los discursos, reflejado en una frase pronunciada en la Universidad de El Cairo: "Nuestra fidelidad a los derechos humanos, a los valores universales de justicia, de tolerancia y de libertad, no debe impedirnos reconocer que esos valores pueden expresarse bajo formas diferentes, a trav¨¦s de nuestras culturas y nuestras tradiciones respectivas". Hasta el gobierno sirio aplaudi¨® a Chirac, que, como ayer con Li Peng, evit¨® siempre la palabra democracia y todo cuanto pudiera resultar molesto a sus clientes.