Francia da un espaldarazo al r¨¦gimen chino a cambio de contratos comerciales millonarios
Jacques Chirac regal¨® ayer a Li Peng un ¨¦xito diplom¨¢tico. Francia recibi¨® con todos los honores al primer ministro chino y te¨®rico n¨²mero dos del r¨¦gimen, a quien bast¨® mostrar el talonario para acallar toda menci¨®n oficial a la matanza de Tiananmen, las fricciones con Taiwan, la opresi¨®n sobre T¨ªbet o la voracidad respecto a Hong Kong. Li Peng exigi¨®, antes de tomar el avi¨®n hacia Par¨ªs, que no se le plantearan cuestiones sobre derechos humanos. A cambio, encarg¨® 33 aviones a la empresa Airbus y firm¨® diversos contratos. En total, el dirigente chino pag¨® m¨¢s de 10.000 millones de francos (unos 250.000 millones de pesetas) por la delicadeza francesa. En el Parlamento y en la calle hubo duras protestas contra la visita.
Li Peng fue el hombre que, en la primavera de 1989, decret¨® la ley marcial y aplast¨® con tanques la rebeli¨®n pac¨ªfica de la plaza de Tiananmen. No se esperaba que sobreviviera al ba?o de sangre, pero hasta ahora lo ha hecho. Y sigue siendo uno de los principales candidatos a la sucesi¨®n del agonizante Deng Xiaoping. Representa a los sectores m¨¢s duros y conservadores del r¨¦gimen chino, por lo que incluso en medios diplom¨¢ticos franceses se ha cuestionado estos d¨ªas la oportunidad de reactivar precisamente a trav¨¦s de ¨¦l, y de forma tan p¨²blica, las relaciones con China, deterioradas precisamente a ra¨ªz de la matanza de Tiananmen.Tras los sucesos del 4 de junio de 1989, Fran?ois Mitterrand dio un giro a la pol¨ªtica de Charles de Gaulle -que hab¨ªa cerrado su representaci¨®n en Taipei para establecerse sonoramente en Pek¨ªn-, redujo al m¨ªnimo los contactos diplom¨¢ticos con China e incluso vendi¨® cazabombarderos a Taiwan. Con la derecha retorn¨® el pragmatismo comercial y, en 1994, ?douard Balladur envi¨® a Pek¨ªn una nutrida delegaci¨®n de ministros y empresanos, con un cat¨¢logo de ofertas que inclu¨ªa desde neum¨¢ticos hasta centrales nucleares. Chirac ha decidido olvidar definitivamente Tiananmen, y para subrayarlo salud¨® ayer al hombre que orden¨® la matanza. Una apuesta con alg¨²n riesgo, ya que, a la muerte de Deng Xiaoping, Li Peng lo ser¨¢ todo o no ser¨¢ nada.
Pero Li Peng es franc¨®filo. Al menos, proclama su devoci¨®n Por el co?¨¢. Y, sobre todo, es quien tiene ahora las llaves de la caja fuerte china. Desde el palacio del El¨ªseo se invocaron razones comerciales para justificar el trato dispensado a Li Peng, a quien se cedi¨® c¨®mo residencia el palacete de Marigny, normalmente reservado a los jefes de Estado extranjeros.
El jefe del Gobierno chino respondi¨® a la gentileza de sus anfitriones. con la generosidad prevista: encarg¨® 30 aviones de l¨ªnea A-320 y tres grandes aparatos de carga A-340 a la factor¨ªa Airbus -que el s¨¢bado visitar¨¢ en Toulouse personalmente-, cerr¨® un acuerdo de compra de cereales y de dos docenas de locomotoras Alsthom y acord¨® ampliar la factor¨ªa de Peugeot-Citro¨¦n en China, cuyo presidente, Jacques Calvet, le regal¨® un modelo de lujo "digno de su alt¨ªsima funci¨®n". En total, Li Peng firm¨® pedidos por m¨¢s de 250.000 millones de pesetas.
El dineral con que el dirigente chino encandil¨® al Gobierno franc¨¦s no fue, sin embargo, tanto como se presum¨ªa. Numerosas sociedades francesas que esperaban cerrar contratos durante la visita fueron advertidas en el ¨²ltimo minuto de que no hab¨ªa tiempo ni dinero para ellas. La decepci¨®n empresarial indujo a recordar que China, pese a su fabuloso crecimiento del 10% anual, no siempre cumple sus compromisos: las empresas estadounidenses Boeing y Compaq se quejan de que Pek¨ªn les adeuda, a cada una, facturas impagadas por un total de 100 millones de d¨®lares (12.500 millones de pesetas).
Cena sin discursos
Mientras Alain Jupp¨¦ se reun¨ªa anoche con Li Peng para hablar de negocios, surgi¨® el delicado asunto de los derechos humanos.. Ante las divergentes posiciones, ambos decidieron cancelar los tradicionales discursos de la posterior cena. Fuera, en los Campos El¨ªseos se manifestaban unas 3.000 personas para romper el silencio oficial sobre los derechos humanos. Convoc¨® la protesta una treintena de organizaciones pol¨ªticas, sindicales y humanitarias, con el l¨ªder de la oposici¨®n, el socialista Lionel Jospin, a la cabeza. La manifestaci¨®n se abri¨® con la colocaci¨®n en la gran avenida parisiense de pancartas a favor de la democracia y la independencia de T¨ªbet. M¨¢s de cien miembros de Amnist¨ªa Internacional y otras organizaciones fueron detenidos.
En la Asamblea Nacional se hab¨ªa desarrollado por la ma?ana una protesta a¨²n m¨¢s significativa: 209 diputados, uno de cada cuatro, pertenecientes a todos los grupos pol¨ªticos, firmaron un manifiesto en el que se ped¨ªa a China la "descolonizaci¨®n" del "territorio ocupado" de Tibet. Durante la presentaci¨®n del documento s¨¦ anunci¨® que los firmantes apadrinaban al "prisionero pol¨ªtico m¨¢s joven del mundo: Gendhun Choekyi Nyima, de siete a?os, desaparecido junto con sus padres hace 10 meses y reconocido por los budistas tibetanos como reencarnaci¨®n del d¨¦cimo Panchem Lama".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.