Ocho a?os de c¨¢rcel para el m¨¦dico de Arag¨®n que desnudaba a las pacientes

La Audiencia de Zaragoza ha condenado al m¨¦dico ?ngel de la Cal del Pico a un total de ocho a?os de prisi¨®n y otros siete a?os de inhabilitaci¨®n para ejercer en la sanidad p¨²blica, as¨ª como a 12 meses m¨¢s para trabajar en la psiquiatr¨ªa privada. Los tribunales le consideran responsable de 16 delitos contra la libertad sexual de sus pacientes. El condenado no ingresar¨¢ de momento en prisi¨®n al carecer de antecedentes penales y ser s¨®lo de un a?o la mayor de las penas impuestas.

La sentencia hecha p¨²blica ayer recoge el ¨¢nimo delictivo del m¨¦dico de La Puebla de Alfind¨¦n, e impone la mayor de las condenas, un a?o de prisi¨®n, por estimar que De la Cal utiliz¨® en un caso la hipnosis para realizar la agresi¨®n sexual, a una paciente. Igualmente, en 13 de los casos se aprecia que hubo intimidaci¨®n, en otro que los abusos se realizaron de forma continuada y en uno m¨¢s se califica la actitud del doctor como de coacciones.El condenado y en su defecto y subsidiariamente, las dos administraciones las que depend¨ªa el m¨¦dico -el Insalud y la Diputaci¨®n General de Arag¨®n (Gobierno regional)- deber¨¢n indemnizar a las 16 mujeres con algo m¨¢s de seis millones de pesetas. La mayor de las compensaciones econ¨®micas corresponde a la mujer que vio publicadas las fotos que De la Cal le hab¨ªa realizado en la consulta mientras se encontraba desnuda, con el pretexto de incluirlas en su expediente m¨¦dico y como tratamiento de desinhibici¨®n.

La letrada Gloria Labarta, que represent¨® en el juicio a la mayor parte de las denunciantes, manifest¨® al conocer la sentencia que "una interpretaci¨®n m¨¢s progresista de las actuales tendencias [en referencia a la definici¨®n que el nuevo C¨®digo Penal hace ya de los delitos sexuales sin que sea necesaria la existencia de contacto directo] habr¨ªa permitido una sentencia m¨¢s equilibrada". El ponente, el magistrado Roberto Garc¨ªa Mart¨ªnez, alude a la jurisprudencia del Tribunal Supremo para imponer la visi¨®n m¨¢s restrictiva.

Algunos letrados alud¨ªan ayer a la posibilidad de recurrir la sentencia al considerar que la imposici¨®n particularizada de las penas no se corresponde con lo que ellos estiman que es un delito continuado de agresi¨®n sexual y que provocar¨ªa, de ser definido as¨ª, una condena mayor. La letrada de la defensa, Cristina Ru¨ªz Galve, se?al¨® que probablemente recurrir¨¢ la sentencia al considerar excesivo el periodo de inhabilitaci¨®n para su patrocinado.

Labarta indic¨®, igualmente, que a juicio de algunas de sus defendidas la repercusi¨®n social de este caso ha hecho variar las conductas de algunos m¨¦dicos que trataban vejatoriamente a sus pacientes, aunque ¨¦stas no se atrevieran hasta ahora a denunciarles. Tambi¨¦n se?al¨® que la actual condena en v¨ªa penal permite ahora la actuaci¨®n por lo civil contra la revista que public¨® las fotograf¨ªas. En la sentencia se recoge "el ¨¢nimo libidinoso" del condenado a la hora de realizar las exploraciones a sus pacientes como tambi¨¦n su "parad¨®jica" actitud de realizar exploraciones "con torpe concupiscencia", sin preocuparse por dar el alta m¨¦dica, por ejemplo, a una lesi¨®n humeral.