"A los grandes arquitectos les interesa demasiado hacer edificios insolidarios"
Jaume Dur¨® (L¨¦rida, 1944) es desde hace m¨¢s de tres a?os el presidente de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos (UIA), un organismo que agrupa a m¨¢s de un mill¨®n de arquitectos de unos 100 pa¨ªses. Acabar¨¢ su mandato en julio de 1996, justo cuando concluya la celebraci¨®n en Barcelona del decimonoveno congreso de la UIA, y un mes despu¨¦s de que finalice en Estambul la cumbre mundial organizada por la ONU para debatir el problema de la vivienda. "Me sorprende que a los grandes profesionales de la arquitectura les interese demasiado hacer edificios insolidarios y en cambio no se planteen problemas como el de la vivienda, que afectan a todo el mundo", afirma Dur¨®. "Y hablo de viviendas reales y necesarias, de arquitecturas dom¨¦sticas y situaciones primarias. No s¨®lo de museos y grandes edificios emblem¨¢ticos vive el hombre".La ¨¦tica profesional y el asegurar unos niveles de educaci¨®n m¨ªnimos y homologables a escala internacional son dos de los asuntos que m¨¢s preocupan a Jaume Dur¨®. Como presidente de la UIA ha impulsado la elaboraci¨®n de un c¨®digo deontol¨®gico internacional y de una carta de formaci¨®n que explicitar¨ªa la funci¨®n y preparaci¨®n que deben tener los arquitectos. Dur¨® conf¨ªa en que ambos documentos puedan presentarse durante el congreso de la UIA en Barcelona. "Una instituci¨®n como la UIA est¨¢ obligada a elevar el nivel de los profesionales en todo el mundo y a evitar el colonialismo arquitect¨®nico".
"La carta pretende definir lo que es un arquitecto y sus funciones", a?ade Dur¨®. "Definir unos m¨ªnimos aceptables que permitan al profesional trabajar en todo el mundo. Si alguien tiene una fuerte cultura personal, pasa a ser una pieza importante en todo el proceso y tiene m¨¢s capacidad de interceptar el intervencionismo de las grandes potencias, que dominan toda la cuesti¨®n tecnol¨®gica cuya aplicaci¨®n masiva aniquila la cultura de los pa¨ªses m¨¢s d¨¦biles".
Respeto al pasado
A juicio de Dur¨®, "la arquitectura es algo permanente y se trata de que los edificios sean no s¨®lo funcionales, sino que tambi¨¦n haya una parte de conocimiento del pasado y de apuesta por el futuro". Dur¨® afirma que esto no es un problema en Espa?a "porque aqu¨ª hay un conocimiento alt¨ªsimo". "Pero en otros pa¨ªses", a?ade, la carta de formaci¨®n puede condicionar el nivel de la arquitectura a medio plazo y contribuir a que ¨¦ste sea m¨¢s elevado, adem¨¢s de servir como freno a la colonizaci¨®n salvaje. Descalifico la teor¨ªa de que la arquitectura puede trasladarse de un sitio a otro. Puede darse el caso cuando se trata de edificios emblem¨¢ticos, como museos o similares, pero esto afecta s¨®lo al 1 por 10.000 de toda la arquitectura que se hace".Otra de las cuestiones que preocupan a Dur¨® es la escasa sensibilidad social que han tenido las grandes figuras de la arquitectura en la ¨²ltima d¨¦cada. "En realidad ha sido un proceso general de la sociedad, que, naturalmente, tambi¨¦n afecta a los arquitectos. Hace 20 a?os, muchos de los proyectos de las escuelas de arquitectura planteaban c¨®mo solucionar el problema de la vivienda; despu¨¦s, durante un tiempo, lo que interesaba era la Expo y los Juegos Ol¨ªmpicos. Los estudiantes hac¨ªan proyectos que no ten¨ªan nada que ver con la realidad".
De todas fomas, Dur¨® aprecia signos de que las cosas est¨¢n cambiando. "Hace cuatro a?os hubo una gran concentraci¨®n de poderes pol¨ªticos en la conferencia de R¨ªo sobre el medio ambiente. Ahora, en junio de 1996, habr¨¢ otra concentraci¨®n similar en Estambul en la que el tema ser¨¢ la vivienda. Todos estar¨¢n all¨ª porque el mundo ha cambiado mucho y el problema de la vivienda es global. En este final de siglo ya empieza a no haber diferencias entre mundo rural y urbano, cada vez m¨¢s la mayor¨ªa de la poblaci¨®n se concentra en las ciudades y faltan m¨¢s viviendas que nunca. Y la vivienda es un derecho fundamental de la persona, junto a la sanidad y la educaci¨®n. Creo que los arquitectos tendr¨¢n que plantearse *m¨¢s ¨¦ste tipo de asuntos y dejarse de otras historias m¨¢s anecd¨®ticas".
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