El ritmo del tren
Nost¨¢lgico experimento con los petardos que anta?o avisaban de aver¨ªas en las v¨ªas
LUC?A ENGUITA Ni?os grandes: nost¨¢lgicos ferroviarios, galeristas y expertos en sonido acudieron ayer a una extra?a cita con un m¨²sico apasionado por el canto de los esclavos del algod¨®n. Estas almas inquietas escribieron ayer en la estaci¨®n de Las Delicias (Museo Ferroviario) una p¨¢gina del libro que elabora Juan Carlos Rubio Aragon¨¦s, music¨®logo de 40 a?os estudioso del v¨ªnculo de la m¨²sica con el tren.
"El ¨²ltimo petardo" son¨® repetidas veces. Rubio grab¨® el sonido de su explosi¨®n, provocada anta?o por los maquinistas cuando el tren, por una aver¨ªa, se paraba en una v¨ªa y hab¨ªa que advertir de esta peligrosa circunstancia a los que ven¨ªan detr¨¢s. Pon¨ªan tres explosivos, a un kil¨®metro de lugar del incidente, y cuando los pisaba otro tren, su conductor se percataba de un corte en la v¨ªa. Hasta los sesenta se us¨® este m¨¦todo.
"Las se?ales ac¨²sticas utilizadas para dirigir convoyes, avisar y prevenir accidentes y marcar las llegadas y salidas conformaron un universo sonoro que caracteriz¨® los cambios en la sociedad espa?ola de la segunda mitad del XIX" asevera Rubio. De hecho, los espa?oles de entonces no o¨ªan cotidianamente otro sonido que las campanas de iglesias. "Silbatos, trompas, cornetas, campanas, pitos, bocinas y petardos explosivos constituyeron el coro musical que animaba al traj¨ªn ferroviario", prosigue el music¨®logo. Ha grabado el ruido de los petardos para perpetuarlos.
Los trenes se vincularon con la m¨²sica desde que existieron. Decenas de m¨²sicos han vivido y escrito historias en ellos: desde cl¨¢sicos como Listz, que enferm¨® y muri¨® en un vag¨®n, hasta Tom¨¢s Marco, quien escribi¨® Viaje a Almorox, inspirado en ese trayecto almeriense, pasando por Alb¨¦niz, que buscaba viajar gratis en tren. Los cantes de mineros, el blues, el boogie-boogie, son g¨¦neros inspidos en el chaca-chaca-ch¨¢, el traqueteo del ferrocarril. Rubio rastrea esta relaci¨®n en un libro que ya tiene 700 p¨¢ginas -y est¨¢ sin acabar- y ha transmitido su entusiasmo a quienes presenciaron la grabaci¨®n: el Jefe T¨¦cnico del mismo, Jos¨¦ Manuel M¨¦ndez; Carlos Zapatero, director gerente de la Fundaci¨®n de los Ferrocarriles Espa?oles; Salvador Santiago P¨¢ez, subdirector del Instituto de Ac¨²stica del CSIC y vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Ac¨²stica y los socios de la galer¨ªa Edurne.
Ayudaron en la prueba el maquinista del AVE Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa, conductor de la m¨¢quina automotora que pis¨® los petardos, un hombre que pone en movimiento m¨¢quinas de vapor, y Miguel Fraile, maquinista retirado que ayud¨® a buscar petardos olvidados en casetas de tren. El Instituto de Ac¨²stica estudiar¨¢ la grabaci¨®n. Y Juan Carlos Rubio la guardar¨¢ con mimo, ya que su ruido es una met¨¢fora del progreso, del cambio de ritmo y de los tiempos.
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