De la Espa?a nacional a la de los nacionalistas

, Un profesor de la Universidad Complutense interpel¨® ayer as¨ª al secretario general de Converg¨¨ncia Democr¨¢tica (CDC), Pere Esteve, en un coloquio titulado Nacionalismos en Espa?a, dentro de un ciclo en el que ayer era el turno de Catalu?a:-?Pero usted es espa?ol?

-S¨ª.

La rapidez de la respuesta, en una d¨¦cima de segundo, no desarm¨® al interpelante:

-?Forma parte de una naci¨®n que se llama Espa?a?

-En Espa?a hay varias naciones, no s¨®lo una.

El profesor dio entonces un rodeo, decepcionado por estar ante un nacionalista catal¨¢n que no proclamara su incompatibilidad con Espa?a.

-Bueno, pero si se lo digo a Arzalluz se me enfada.

-Pues es obvio que Arzalluz es un ciudadano espa?ol.

Si los cinco ponentes que figuraban en la convocatoria del coloquio hubieran asistido al acto, quiz¨¢ este di¨¢logo habr¨ªa tenido otra protagonista y otro desarrollo. Pero la independentista Pilar Rahola, de Esquerra Republicana (ERC), excus¨® su presencia y eso impidi¨® que en el debate se dieran planteamientos maximalistas. Tambi¨¦n falt¨® a la cita Rafael Rib¨®, de Iniciativa per Catalunya (IC). De manera que el moderado Pere Esteve s¨®lo estuvo acompa?ado del Socialista Jordi Sol¨¦ Tura y del liberal-conservador Aleix Vidal-Quadras, del Partido Popular (PP).

Vidal-Quadras hizo todo lo que pudo, no obstante, para no defraudar la expectaci¨®n del medio millar largo de estudiantes que llenaban la sala de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas. Les defini¨® el nacionalismo como una ideolog¨ªa que "apela a emociones e instintos b¨¢sicos", prerracionales, que a estas alturas del siglo XX no es unificadora, sino divisora, y que "contiene la semilla de la violencia", m¨¢s que ninguna otra ideolog¨ªa. Un nacionalismo que se mueve permanentemente en la indefinici¨®n en su compromiso con Espa?a. Compar¨® su actitud con "el sufrimiento de quien duda de su sexo y cada d¨ªa se interroga y se examina, en medio de la confusi¨®n y la angustia". Y ello pese a que, agreg¨® Vidal-Quadras, "Espa?a es un excelente negocio para Catalu?a", porque a ella le vende el 70% de lo que produce y con ella tiene "un gran super¨¢vit comercial y financiero".

Los planteamientos de Esteve desactivaron las prevenciones del sector de los asistentes que inici¨® un conato de pitada cuando el presentador, Miguel Ruiz de Az¨²a, notific¨® a los protagonistas del coloquio que pod¨ªan hablar en catal¨¢n si lo deseaban, pues os alumnos de aquella facultad est¨¢n habituados aenfrentarse a textos en catal¨¢n. El secretario geeral de CDC defendi¨® que su parido "representa y propone una visi¨®n general de Espa?a entendida como realidad plurinacional". Esa concepci¨®n, dijo, implica que el conjunto debe "tener una cohesi¨®n que s¨®lo puede venir del reconocimiento de las diferencias, el di¨¢logo y el pacto". Esteve explic¨® que, antes de la democracia, el factor de cohesi¨®n, que llam¨® ligante, "era un concepto un¨ªvoco de unidad que negaba a diversidad.

?ste fue uno de los puntos bordados por Sol¨¦ Tura. Tomando pie en su experiencia como ponente de la Constituci¨®n en representaci¨®n de los comunistas, el ex ministro explic¨® que precisamente el esfuerzo de los constituyentes se dirigi¨® a afrontar, entre otros, el problema del encaje de las varias naciones existentes en Espa?a. Record¨® que las vicisitudes hist¨®ricas del siglo pasado acabaron por configurar un nacionalismo espa?ol excluyente y retr¨®grado, que deposit¨® en las fuerzas armadas el papel de garante de la unidad. El resultad¨® de la tensi¨®n entre aquella concepci¨®n y los nacionalismos emergentes en Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco fueron dos dictaduras y una guerra en la que Ios vencedores se llamaban a s¨ª mismo nacionales". De ah¨ª, dijo Sol¨¦ Tura, que la diferencia entre nacionalidades y regiones "no sea una cu?a que se puso en la Constituci¨®n para contentar a unos cuantos". Fue decir, agreg¨®, "que tiene raz¨®n quien dice que Espa?a es una naci¨®n, y tambi¨¦n quien dice que Catalu?a es una naci¨®n"