Gonz¨¢lez cree que a¨²n se desconoce el coste real de la negociaci¨®n auton¨®mica

Siete semanas despu¨¦s de las elecciones del 3-M, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no ha podido formar Gobierno. La raz¨®n es la compleja negociaci¨®n en que se ha embarcado con los nacionalistas, sobre todo en materia de financiaci¨®n auton¨®mica. Felipe Gonz¨¢lez mantiene la prudencia porque cree que no cuadran los n¨²meros y a¨²n no se conocen las cifras reales de la negociaci¨®n. Hace d¨ªas aconsej¨® al candidato a la presidencia que se limitara a alcanzar con los nacionalistas antes de la investidura un principio de acuerdo pol¨ªtico.

La propuesta de Gonz¨¢lez al recomendar al l¨ªder del PP que, postergue las precisiones pol¨ªticas para cuando disponga del control del aparato del Estado, ya investido como presidente del Gobierno, no es aviesa. El propio Gonz¨¢lez ha pedido que le hagan n¨²meros en base a las propuestas negociadoras que se conocen sobre financiaci¨®n auton¨®mica y no le cuadran.No le salen, sobre todo, las Mentas referidas a Catalu?a y est¨¢ preocupado por los posibles desequilibrios que pueda generar la pretensi¨®n de otorgar capacidad normativa sobre el IRPF a las comunidades aut¨®nomas, seg¨²n fuentes de la direcci¨®n socialista.

De ah¨ª su prudencia, con la que tambi¨¦n intenta exhibir un estilo pol¨ªtico moderado para hacer m¨¢s patente el contraste con el expresado por el PP desde la oposici¨®n en la pasada legislatura y en la propia negociaci¨®n sobre financiaci¨®n auton¨®mica con CiU cuando gan¨® las elecciones de 1903. El propio Aznar, tres meses despu¨¦s de las elecciones, ya enarbol¨® la bandera y acus¨® a Gonz¨¢lez de someterse a las presiones nacionalistas.

El intento de encontrar un equilibrio entre corresponsabilidad fiscal y solidaridad interterritorial y el de poner de acuerdo a las 15 comunidades de r¨¦gimen com¨²n, con grandes diferencias econ¨®micas entre ellas, es una operaci¨®n casi tan complicada como imposible que explica la embrollada negociaci¨®n de estos d¨ªas. Y m¨¢s a¨²n si el modelo se complica al aumentar la cesi¨®n del IRPF desde el 15% al 30%, elevar los topes de recaudaci¨®n y dotar de capacidad normativa a las comunidades aut¨®nomas. Esta preocupaci¨®n est¨¢ extendida en los ministerios socialistas.

Desde estos medios se recuerda c¨®mo a Gonz¨¢lez, una vez superada la investidura en julio de 1993 con un acuerdo pol¨ªtico de principio con CiU, le cost¨® todav¨ªa cerrar el pacto sobre financiaci¨®n auton¨®mica tres meses y tuvo que barajar cuatro f¨®rmulas distintas, que fueron rechazadas, sobre todo por CiU. Al final consigui¨® el pacto, pero al precio de desengancharse tres comunidades de las llamadas "pobres", Galicia y Castilla y Le¨®n, del PP, y Extremadura, del PSOE.

Adem¨¢s, la situaci¨®n en las negociaciones, seg¨²n se cree desde el PSOE, es m¨¢s desfavorable para Aznar de lo que fue para Gonz¨¢lez, en la medida que el presidente del PP trabaja sin contar con el apoyo del aparato del Estado. El PSOE negoci¨® desde la experiencia de 10 a?os de Gobierno, con los ministerios a su servicio y, pese a todo, encontr¨® muchas dificultades.

Gonz¨¢lez pudo contar durante el proceso negociador, sobre todo, con el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal, y Financiera (CPFF), el organismo que re¨²ne a los ministerios de Hacienda y Administraciones P¨²blicas y las representaciones de todas las comunidades.

Es m¨¢s. Para el PSOE, la facilidad con que Gonz¨¢lez y Pujol pactaron un principio de acuerdo en un mes, suficiente para permitir la investidura se debi¨® a que ambos ya ten¨ªan asumido desde tiempo antes un acuerdo de principio sobre la cesi¨®n del 15% del IRPF. Pese a todo, cerrar el acuerdo definitivo en el CPFF le cost¨® a¨²n tres meses.

Gonz¨¢lez cont¨® con la ventaja de que el debate estaba sobre la mesa del CPFF desde enero de 1992. El padre de la idea era un dirigente del PSC-PSOE, Antoni Castells, al que no tard¨® mucho en sumarse el consejero de Hacienda de la Generalitat, el convergente Maci¨¢ Alavedra.

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, una vez cerrado el pacto y alcanzada la investidura en los pr¨®ximos d¨ªas, va a encontrarse con el dif¨ªcil reto de trasladar su acuerdo con CiU a comunidades con intereses, muy dispares, y con unos socialistas que gobiernan tres de las m¨¢s pobres -Extremadura, Castilla-La Mancha y Andaluc¨ªa- y que ya empiezan a cargar la escopeta pol¨ªtica.