La traca de Burriana
Los innumerables partidarios que desde su Burriana natal trajo a la Monumental el debutante Vicente Soler L¨¢zaro decidieron festejar el ¨¦xito de su torero disparando una traca en pleno ruedo al final de la novillada. Poco corriente forma de celebrar un triunfo, pero, en realidad, ?hubo triunfo? Pues a medias, porque el diestro estuvo bien, pero el presunto triunfo se lo proporcionaron, de forma pr¨¢cticamente incondicional, sus paisanos y admiradores. Y como ¨¦stos parec¨ªa, por la localizaci¨®n y la medici¨®n sonora de sus reacciones, que estaban en mayor¨ªa, decidieron que su torero triunfase.Lo consiguieron, pero hubiese sido mejor, sin embargo, que los simp¨¢ticos visitantes hubiesen sabido situarse en una plaza de primera y dejar el juicio en manos de los aficionados barceloneses.
Clairac / Barrera, Manuel, Soler
Novillos de Clairac, pasados de peso, con genio y dificultades.Antonio Barrera: aviso y ovaci¨®n; aviso y vuelta. Alberto Manuel: silencio; aviso y pitos. Soler L¨¢zaro: oreja; aviso y oreja; sali¨® a hombros. Los tres nuevos en esta plaza. Plaza Monumental, 21 de abril. Un tercio de entrada.
Soler L¨¢zaro banderille¨® con poca fortuna al violento y mansurr¨®n tercero, de gran trap¨ªo. Con la muleta fue a m¨¢s y acab¨® de centrarse cuando encontr¨® los terrenos propicios. En el sexto lance¨® vistoso y lo banderille¨® con cierta brillantez; con la franela estuvo m¨¢s asentado que en su primero, muy cerca de los pitones y plasmando algunos naturales excelentes, hasta que el novillo decidi¨® dejar de embestir. Ah¨ª se acab¨® la faena, que remat¨® dignamente con el estoque. Y ah¨ª vino la traca, el jolgorio de sus paisanos y la puerta grande, aunque esa puerta grande fuese un poco la de Burriana y no la de Barcelona.
Antonio Barrera, sin triunfar, gust¨® al aficionado. Y gust¨® por su gran valor, por intentar torear asentado y por no dejarse amilanar ante las muchas dificultades de su lote. Se dej¨® dar cuatro o cinco volteretas, cosa poco habitual hoy en d¨ªa, y demostr¨® a las claras que quiere ser torero. Merece otra oportunidad.
Por el contrario, Alberto Manuel estuvo francamente mal. Su primero ten¨ªa muchas dificultades, pero su segundo, mansurr¨®n en varas, fue aprovechable en la muleta. El joven novillero estuvo muy medroso toda la tarde y no consigui¨® imponerse ni un momento a sus enemigos. As¨ª no se puede venir a debutar a una plaza como la de Barcelona. Deber¨¢ reflexionar sobre su futuro
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