El general golpista y el presidente sellan con un abrazo el fin de la crisis en Paraguay
Felices sus huestes, el general Lino Oviedo cedi¨® ayer la jefatura del Ej¨¦rcito a su compa?ero de armas y grado ?scar D¨ªaz Delm¨¢s, luego pas¨® a retiro y, si alguien no lo remedia, este espad¨®n sedicioso ser¨¢ nuevo ministro de Defensa de Paraguay, cartera prometida por el presidente Juan Carlos Wasmosy a cambio de deponer su rebeld¨ªa. El peculiar fin de la crisis fue sellado con un abrazo entre los dos protagonistas. La oposici¨®n pidi¨® una marcha atr¨¢s del gobernante, y la calle, un par de agallas. Las dos C¨¢maras del Congreso celebraron anoche sesiones extraordinarias para denunciar el chantajista nombramiento, en tanto arrecian los apremios pol¨ªticos y sindicales encaminados a impedir la futura incorporaci¨®n al Gabinete del guerrero golpista.
Sin encontrar mejor oportunidad para sus pr¨¢cticas, helic¨®pteros de la aviaci¨®n naval dispararon salvas de fogueo en una de las m¨¢rgenes del r¨ªo Asunci¨®n. No sorprendi¨® que el sensibilizado gent¨ªo indentificara las detonaciones como misiles contra la democracia.Paraguay se levant¨® mayoritariamente contra Wasmosy. El decoro impide reproducir las exaltadas invectivas escuchadas entre los cientos de estudiantes concentrados frente al edificio del Parlamento. "Me averg¨¹enzo de ser paraguaya. ?Qu¨¦ democracia es ¨¦sta? ?Qu¨¦ les digo ahora a mis tres hijos? Luego nos quejamos de que nos llamen rep¨²blica bananera", dec¨ªa Pilar L¨®pez, a punto de licenciarse en Sociolog¨ªa.
Un arrojado defensor del presidente trat¨® de advertir sobre la inevitabilidad de un ba?o de sangre de haberse intentado el arresto de Oviedo en el regimiento de caballer¨ªa de las afueras de la capital. "Debe ser filipino", coment¨® alguien. Pronto debi¨® callar. Abucheado hasta la ronquera, corri¨®, fue perseguido y a duras penas encontr¨® refugio detr¨¢s del cord¨®n policial. "?Wasmosy, cobarde, el, pueblo est¨¢ que arde!", prosigui¨® la iracunda estudiantina. Otra marcha de repudio alcanz¨® el palacio de Gobierno. Su titular, que 24 horas antes hab¨ªa agradecido desde el balc¨®n la entusiasta adhesi¨®n a la destituci¨®n de Oviedo, no compareci¨®. Un portavoz oficial inform¨® sobre su paradero: "Parte hacia el interior para descansar y reflexionar". Un universitario denunci¨®: "No le da el cuero".
"Ministro de golpe", titulaba un diario. Un vendaval de protestas, convocatorias a la huelga general o a las manifestaciones callejeras y una generalizada frustraci¨®n siguieron a la soluci¨®n dispuesta por el presidente para conseguir que el general Lino C¨¦sar Oviedo Silva, 53 a?os, pusiera fin a su amenazador acuertelamiento en el I Cuerpo de Ej¨¦rcito, recinto castrense donde sent¨® sus reales tras desobeceder al jefe de Gobierno. El ascenso a ministro de Defensa le pareci¨® suficiente y sali¨®.
Tragar sapos
C¨¦sar Gaviria, secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), asisti¨® a la ceremonia de relevo en la direcci¨®n del Ej¨¦rcito; tambi¨¦n lo hicieron, tragando varias docenas de sapos, embajadores y los jefes de la Marina, Aviaci¨®n y cuerpo de polic¨ªa, armas contrarias a la rebeld¨ªa de Oviedo. Presidente y ministro in pectore se abrazaron. Robert Service, el titular de la embajada (como se conoce a la misi¨®n estadounidense), parec¨ªa sombr¨ªo. "No puedo comentar", respondi¨® al ser preguntado si le complaci¨® la f¨®rmula arbitrada por Wasmosy para salir de la crisis. Estados Unidos suspendi¨® la ayuda militar a Paraguay.El general Lino Oviedo public¨® minutos despu¨¦s su solicitud de pase a retiro. En el oficio, el jefe que se salt¨® a la torera el precario orden legal establecido despu¨¦s del derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner en 1989 subraya su "invariable lealtad a las instituciones democr¨¢ticas y acatamiento constitucional".
Uno de sus leales es Julio Mart¨ªnez; apenado por la ingratitud del pueblo, dijo: "Ahora, la hoz y el martillo contra Lino cuando antes era un h¨¦roe por su participaci¨®n contra Stroessner". Radio ?anduti prefiri¨® la m¨²sica y dedic¨® varias veces el mismo tema al general: Mal bicho del grupo Los fabulosos cadillacs.
El presidente habl¨® poco. Casi a media noche del martes, un hora despu¨¦s de lo previsto debido a las discrepancias surgidas con su vicepresidente, asumi¨® personalmente la responsabilidad de las decisiones adoptadas: la designaci¨®n ministerial de Oviedo y su apartamiento legal de la cadena de mando. Perpleja la mayor¨ªa de los periodistas presentes, el jefe de Gobierno asegur¨® que se logr¨® la subordinaci¨®n de las Fuerzas Armadas y tambi¨¦n que el proceso democr¨¢tico result¨® robustecido.
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