El Valladolid vuelve a tropezar

El Valladolid volvi¨® ayer a caer en los puestos de descenso directo. Despu¨¦s de la reacci¨®n iniciada con el comienzo de la segunda vuelta, los sucesivos empates en su propio estadio han llevado a los hombres de Cantatore a moverse en un c¨ªrculo vicioso: incapacidad para ganar y miedo a perder. Ayer fue el Zaragoza quien se llev¨® otro punto de Zorrilla en un partido insufrible, en el que el f¨²tbol fue escamoteado por la merma f¨ªsica que a estas alturas de temporada sufren ambos equipos. Zaragoza y Valladolid quemaron sus naves en 40 minutos empleados en una lucha m¨¢s f¨ªsica que futbol¨ªstica y despu¨¦s se dedicaron a hacer ejercicios de querer y no poder para que el rival no fuese consciente de su debilidad. El empate a cero fue un fruto justo pero est¨¦ril, tan est¨¦ril que al Valladolid le devuelve a la pesadilla de la primera vuelta.El Valladolid sali¨® decidido a ganar el partido desde el primer minuto, harto como est¨¢ de saldar los compromisos en su propio estadio con m¨ªseros empates. Cantatore sacrific¨® a su habitual quinto defensa en favor de un cuarto centrocampista. Sin embargo, las nuevas ideas del once vallisoletano se ahogaron en la presi¨®n que impuso el Zaragoza en el centro del campo. Los ma?os llevaron el partido a la confrontaci¨®n f¨ªsica y embaucaron al Valladolid en una guerra de patadas en la que la calidad del tr¨ªo de ataque visitante llev¨® siempre las de ganar. C¨¦sar S¨¢nchez se encontraba con m¨¢s de tres jugadores de frente cada vez que el Zaragoza pisaba el ¨¢rea y la defensa vallisoletana no encontraba los ajustes que requer¨ªan convertir una defensa de cinco en una l¨ªnea de cuatro.

Despu¨¦s de varias ocasiones, con el ¨¢nimo del Valladolid m¨¢s serenado, el Zaragoza comenz¨® a perder aire. El desparpajo de Dani y Morientes lo ahuyent¨® una defensa cada vez m¨¢s rocosa y el Valladolid se pudo ocupar en la tarea de darle otro ritmo al partido.

Pero con el comienzo de la segunda parte, el partido entr¨® en v¨ªa muerta. El Valladolid intent¨® volcarse sobre el ¨¢rea rival, pero hab¨ªa demasiados temores en el campo como para afrontar la tarea de hacer un gol con alegr¨ªa. V¨ªctor Fern¨¢ndez decidi¨® abusar de los miedos locales y dio entrada a sus extranjeros Rambert y Gustavo L¨®pez, que ocuparon la mente del Valladolid en lo que qued¨® de partido.