Islam: el cartero de la civilizaci¨®n
El islam de hoy no es el islam de hace cincuenta a?os. Sociedades musulmanas tan distintas como las de Bosnia, Ir¨¢n, Egipto, Malaisia y Pakist¨¢n est¨¢n intentando, cada una a su modo, adentrarse en la modernidad.Pero existe tensi¨®n. Mientras las revoluciones de la alfabetizaci¨®n, las telecomunicaciones y los viajes han expuesto a los musulmanes corrientes a los atractivos s¨ªmbolos materiales de la modernidad, esa realidad sigue muy lejos del alcance de todos, salvo de el 1% o 2% de la poblaci¨®n. As¨ª que existe frustraci¨®n e ira.
Para llenar este vac¨ªo entre los sue?os y la realidad, la gente se aferra a aquello en lo que conf¨ªa: su identidad cultural y su religi¨®n. Como religi¨®n, el islam es especialmente consolador porque tiene un gran alcance. Da respuestas a todas las situaciones de la vida, incluso da respuesta al vac¨ªo espiritual de Occidente. Cuando algunos presentan esta fe que todo lo abarca de forma agresiva, alentada por la ira y la frustraci¨®n, Occidente la considera fundamentalismo peligroso. Al igual que los musulmanes del Este, los jefes de los occidentales se ven tan cargados de informaci¨®n actualmente que s¨®lo pueden organizar su mundo con etiquetas y recurriendo a los prejuicios. Las im¨¢genes de lugares distantes se toman como realidades. Sea mirando de Oeste a Este o viceversa, captar su complejidad parece un lujo que nuestra ¨¦poca apresurada no se puede permitir.
El ¨ªmpetu de los medios de comunicaci¨®n est¨¢ acercando a la gente como nunca con anterioridad, pero la gente no est¨¢ preparada todav¨ªa. El hombre necesita tiempo para absorber los cambios y adaptarse, para aculturarse. La informaci¨®n puede resultar ¨²til, pero tambi¨¦n puede ser peligrosa si la velocidad del torrente crea s¨®lo falsas ideas, ansiedad y sospecha. Si queremos sobrevivir, todos tendremos que frenar y vivir con menos.
Es cierto que se encuentra intolerancia en el mundo isl¨¢mico, especialmente entre los que est¨¢n atascados sin esperanza en unas condiciones de vida m¨ªseras, igual que se puede encontrar dentro de la historia real de todas las grandes religiones.
Para evaluar adecuadamente cualquier fe en el complejo mundo actual hay que buscar el mensaje fundamental. A lo largo de su historia, el mensaje del islam ha sido un mensaje de inclusi¨®n, no de exclusividad. La tolerancia caracter¨ªstica del islam ha llevado a que sea denominado "el cartero de la civilizaci¨®n" por haber enlazado tantas culturas dispares con su mensaje.
Aunque el islam surgi¨® en el ¨¢rido desierto, se convirti¨® en la religi¨®n de las grandes ciudades mercantiles con sus distintas poblaciones: Bagdad, Damasco, Tashkent, Bak¨², El Cairo. A diferencia de las exclusivas civilizaciones agr¨ªcolas del interior europeo, el islam creci¨® y se fortaleci¨® como una civilizaci¨®n abierta al Mediterr¨¢neo. Antes incluso de que el islam llegara a Bosnia ¨¦ramos conocidos no s¨®lo por nuestra tolerancia, sino como disidentes y herejes. Se consideraba tan her¨¦tica a la Iglesia bosnia que Mart¨ªn Lutero la calific¨® de protorreformista. Los turcos otomanos no nos obligaron a convertirnos al islam como muchos piensan, sino que nos convertimos voluntariamente debido al extendido desencanto de la poblaci¨®n con el cristianismo.
La tolerancia del islam ha caracterizado a Bosnia a lo largo de toda su historia, raz¨®n por la que no temo, ni viendo el fundamentalismo biol¨®gico de las campanas de limpieza ¨¦tnica de serbios y croatas, que Bosnia sucumba al fundamentalismo agresivo. En la actualidad, la mayor¨ªa del pueblo bosnio desea una sociedad religiosa completamente aut¨®noma, separada del Gobierno. Si no ca¨ªmos en el fundamentalismo durante los peores d¨ªas de la guerra, no iremos en esa direcci¨®n durante los peores d¨ªas de la paz.
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