Santer fracasa en su segundo intento de lograr apoyo a su pacto para el empleo
El Pacto de Confianza para el empleo lanzado en enero por el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Santer, cosech¨® ayer su segundo fracaso. La Mesa Redonda entre dirigentes patronales, sindicales y el ejecutivo comunitario evidenci¨® la discrepancia entre los agentes sociales, sobre todo en el punto en que Jacques Santer aspiraba. al espaldarazo: la contrataci¨®n tiempo parcial.
El Pacto de Confianza tiene dos patas fundamentales. La primera es el relanzamiento de Ia construcci¨®n de las catorce grandes redes transeuropeas. La propuesta de Santer para agilizarsu financiaci¨®n -dedicarles 1.700 millones de ecus, unos 270.000 millones de pesetas procedentes de los ahorros presupuestarios en agricultura- choc¨® enseguida con los ministros de Hacienda. ?stos reclaman el retorno a los presupuestos nacionales de todo el dinero sobrante, para luchar contra sus d¨¦ficit. El presidente de la Comisi¨®n conf¨ªa en que la reuni¨®n conjunta de titulares de Hacienda y de Asuntos Sociales, el pr¨®ximo 3 de junio, desbloquear¨¢ su propuesta cara a la cumbre de Florencia.La segunda pata se esboz¨® ayer: un acuerdo global de sindicatos y patronales. Pero arranc¨® a andar, de puro fam¨¦lica, medio quebrada. Se despleg¨®, un¨¢nime, la ret¨®rica sobre lo preocupante que es el problema - 18 millones de parados- y sobre la necesidad le que la pol¨ªtica de empleo no deteriore el "modelo social euopeo". Pero no hubo resultados en los dos puntos b¨¢sicos: reorganizaci¨®n del tiempo de trabajo y nuevo enfoque sobre los costes indirectos del empleo.
Santer y el comisario de Asuntos Sociales, Padraig Flynn, se esmeraron en convencer a la prensa de que no pretend¨ªan acuerdos en esta primera reuni¨®n, por lo que no era extra?o que no hubiera habido "soluciones concretas". Pero expertos de la Comisi¨®n s¨ª hab¨ªan manifestado que se aspiraba a obtener un espaldarazo pol¨ªtico -aunque fuese en forma de conclusi¨®n gen¨¦rica- a su proyecto sobre la contrataci¨®n temporal. Ese proyecto pretende sortear la negativa de los ministros, por la v¨ªa de apelar al consenso de los interlocutores sociales que abri¨® el Protocolo Social de Maastricht. Pero Fran?ois P¨¦rigord, presidente de la principal patronal asistente, la Unice, insisti¨® en que estas pol¨ªticas deben seguir siendo de competencia nacional. El l¨ªder de Comisiones Obreras (CC OO), Antonio Guti¨¦rrez, le atribuy¨® buena parte del fracaso de la reuni¨®n: "Son renuentes a asumir compromisos" concretos, dijo, aunque asegur¨® haber apreciado en ¨¦l una disposici¨®n gen¨¦rica mayor que la de hace un a?o a negociar a nivel europeo.
Consciente de que la uni¨®n monetaria a palo seco -sin acompa?amiento de pol¨ªticas activas de empleo- ser¨¢ dif¨ªcilmente digerible para algunas opiniones p¨²blicas, Santer se propone volver a la carga. Se ha fijado como tope el Consejo de Dubl¨ªn, en diciembre. Pero el tiempo se achica para el euro y la pol¨ªtica europea de empleo -incluso como complementaria de las nacionales- no acaba de nacer.
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