El Congreso votar¨¢ el s¨¢bado al cuarto presidente de la democracia

Poco antes del medio d¨ªa del s¨¢bado, d¨ªa 4 Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar comenzar¨¢ a materializar su leg¨ªtimo sue?o de presidir ¨¦l Gobierno de Espa?a. Para las once y media de la ma?ana del viernes est¨¢ previsto el inicio del pleno de investidura, forzado por la prisa de CiU y del propio PP para que Aznar exponga su programa pol¨ªtico y sea votado al d¨ªa siguiente.En esa sesi¨®n, comenzar¨¢ a disfrutar las mieles del poder: puede usar del tiempo que estime necesario, sin m¨¢s limitaci¨®n que su prudencia. La sesi¨®n se interrumpir¨¢ y al reanudarse, por la tarde, subir¨¢ a la tribuna su m¨¢ximo rival, Felipe Gonz¨¢lez, como portavoz del grupo mayoritario de la oposici¨®n. La expectaci¨®n radica en comprobar si Aznar afrontar¨¢ un cuerpo a cuerpo respondiendo a cada uno de los portavoces, lo que supone, normalmente, r¨¦plica y d¨²plica, o se aliviar¨¢ con una respuesta conjunta.

Tambi¨¦n en ese aspecto tendr¨¢ Aznar la libertad absoluta que le ofrece el Reglamento del Congreso: puede hablar cuando lo desee y por lo tanto contestar uno por uno, agrupar varias intervenciones para replicarlas, o distinguir a sus socios (CiU, PNV y Coalici¨®n Canaria) de forma individualizada.

La estrategia que adopte Aznar determinar¨¢ el ritmo y la duraci¨®n del pleno. Aunque optase por un silencio monacal, la intervenci¨®n de nueve portavoces, tantos como grupos parlamentarios -el mixto divide su tiempo entre las tres formaciones que lo integran-, prolongar¨¢ el pleno hasta el s¨¢bado por la ma?ana, cuando llegar¨¢ la hora suprema de la votaci¨®n.

Los grupos intervienen de mayor a menor y cierra el portavoz del Popular, al que pertenece el candidato. El reglamento fija un tiempo m¨¢ximo de 30 minutos para cada uno, y otros 10 para la r¨¦plica, tanto si Aznar contesta de manera individual como conjunta. Pero la costumbre parlamentaria en estas grandes ocasiones lleva los tiempos mucho m¨¢s all¨¢, de la previsi¨®n reglamentaria.