Pocas palabras y f¨¦rrea disciplina
Si Lorenzo Sanz quer¨ªa un entrenador de f¨¦rrea disciplina, trabajador incansable y de pocas palabras ha acertado en la decisi¨®n. As¨ª es Fabio Capello, el entrenador que ha elegido para el Real Madrid. Basta un ejemplo dom¨¦stico. A Dejan Savicevic le gusta comer en exceso; pues bien, Capello, harto de comprobar su continuo sobrepeso, decidi¨® atajar el problema de forma contundente. Savicevic, por orden del entrenador, ha almorzado durante la ¨²ltima temporada en las instalaciones de Milanello bajo la atenta supervisi¨®n de los m¨¦dicos del Milan. En muchas ocasiones ¨¦l mismo le ha acompa?ado para comprobar que segu¨ªa la dieta al detalle.Capello es un trabajador incansable. Est¨¢ muy lejos de esos t¨¦cnicos que limitan la jornada laboral de los futbolistas a poco m¨¢s de hora y media. Para ¨¦l, la plantilla tiene que vivir en el centro de entrenamiento. Tres horas de trabajo f¨ªsico, complementado con una visita al gimnasio y sesiones de v¨ªdeo es la rutina diaria que impone a sus jugadores. Una vez a la semana, generalmente los mi¨¦rcoles, el equipo queda concentrado todo el d¨ªa.
Prefiere el trabajo f¨ªsico al t¨¢ctico. Hace muchos partidillos, pero en ellos no distingue a losjugadores con los tradicionales petos. Su f¨²tbol es muy tradicional. Practica un 4-4-2. No le gusta inventar, tampoco experimentar con los jugadores, por esorara vez sorprende en sus alineaciones. Prefiere lo seguro, lo contrastado. Su f¨²tbol est¨¢ lejos del riesgo. Para ¨¦l, el resultado est¨¢ por encima de todo, tambi¨¦n del espect¨¢culo. Si se le busca un modelo hay que compararle a Trapattoni, no a Sacchi o a Van Gaal. Prefiere. los jugadores con car¨¢cter y f¨ªsico espectacular. Si tuviera que elegir un futbolista del Milan se?alar¨ªa a Dessailly. Tal es su admiraci¨®n, por el jugador que no dud¨® en sentar en el banquillo a Boban para convertirlo en titular. Esa decisi¨®n provoc¨® muchas cr¨ªticas. Le gustan los jugadores duros, casi ag¨®nicos, como Vialli.
Sus relaciones con el vestuario del Milan han sido muy complicadas, sobre todo este ¨²ltimo a?o. La plantilla se siente aliviada con su marcha. S¨®lo unos pocos le han defendido en p¨²blico. En el club siempre ha contado con el apoyo incondicional de Silvio Berlusconi, no as¨ª del vicepresidente Adriano Galliani, su mayor opositor y la persona que le ha hecho ver al due?o del Milan que era necesario el recambio. El 17 de julio cumplir¨¢ 50 a?os. Est¨¢ casado y tiene dos hijos, una chica y un chico. La mayor est¨¢ en la Universidad y el segundo cursa estudios superiores. Laura, su mujer, tiene una gran influencia en ¨¦l y en sus decisiones. No es un hombre simp¨¢tico, tampoco extrovertido. Todo lo contrario, es una persona de pocas palabras. No le gusta dar explicaciones y rara vez reconoce que se ha equivocado.
Con los medios de comunicaci¨®n mantiene unas tortuosas relaciones, a pesar de que ¨¦l ha trabajado como comentarista en la televisi¨®n de Berlusconi. No le gustan las conferencias de prensa, por eso limita al m¨¢ximo sus comparecencias. Nunca atiende a los periodistas fuera de su centro de trabajo y menos a¨²n en su casa y en el d¨ªa de descanso. Habla siempre antes y despu¨¦s de los partidos, pero apenas desvela sus planes. Desprecia a los contrarios.
Lleg¨® al Milan como jugador y en ¨¦l se qued¨® hasta la temporada 1986-87, en que se retir¨®. Ocup¨® plaza de centrocampista. No fue un futbolista. brillante, pero s¨ª efectivo, como el f¨²tbol que le gusta e inculca a sus equipos. Cuando colg¨® la botas, Silvio Berlusconi le nombr¨® ayudante de Arrigo Sacchi, con el que comparti¨® el gran Milan, el de Van Basten, Gullit y Rijkaard. Pero su concepci¨®n del f¨²tbol nada tiene que ver con la de Sacchi. Eso s¨ª, se ha beneficiado de su herencia. Sus detractores dicen que gracias a ella ha triunfado. Con el Milan ha logrado cuatro scudettos (1992, 1993, 1994 y 1996), una Supercopa Europea (1994), tres Supercopas italianas (1992, 1993 y 1994) y una Copa de Europa, en 1-994, ante el Barcelona, al que derrot¨® en Atenas 4-0. El mayor reto de su vida llega ahora: hacer campe¨®n a un Madrid en crisis.
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