Jupp¨¦ anuncia un recorte "draconiano" del presupuesto franc¨¦s

"Austeridad draconiana" es la nueva consigna del presidente franc¨¦s, Jacques Chirac. El primer ministro, Alain Jupp¨¦, traslad¨® ayer a su Gobierno las ¨®rdenes presidenciales: el presupuesto para 1997 deber¨¢ ser mucho m¨¢s austero que el de 1996 y limitar el d¨¦ficit al 3%, m¨¢ximo permitido para cumplir con los criterios de Maastricht. Jupp¨¦ desea que los recortes sean similares a los decididos recientemente por el Gobierno alem¨¢n. De ser as¨ª, el presupuesto sufrir¨ªa una contracci¨®n cercana a los 60.000 millones de francos, casi 1,5 billones de pesetas.

Alain Jupp¨¦ reuni¨® ayer a casi todos sus ministros en Matignon para transmitirles las orientaciones de Chirac. El presidente declar¨®, el viernes pasado, que la m¨¢xima prioridad era reducir el d¨¦ficit. "Debemos ser draconianos en la disminuci¨®n del gasto", dijo. "Har¨¢ falta, por las buenas o por las malas, un cambio de mentalidad, yo dir¨ªa incluso una revoluci¨®n cultural, para comprender que el dinero que se toma del contribuyente, productor o consumidor, debe gastarse con la preocupaci¨®n constante de hacerlo de la forma m¨¢s eficaz posible", explic¨® Chirac.

Objetivos globales

El primer ministro s¨®lo fij¨® objetivos globales en la reuni¨®n de ayer y prefiri¨® no entrar en detalles sobre la reducci¨®n correspondiente a cada ministerio, para permitir que la Asamblea Nacional -donde los pr¨®ximos d¨ªas 14 y 15 se celebrar¨¢ un debate de orientaci¨®n presupuestaria- pudiera aportar la opini¨®n parlamentaria.Inicialmente, el Ministerio del Presupuesto hab¨ªa pensado en reducir el d¨¦ficit desde los 287.000 millones de francos de 1996 a 247.900 millones en 1997. Pero el estancamiento de la econom¨ªa obliga a endurecer el programa de austeridad, si se quiere limitar el d¨¦ficit al 3%. La previsi¨®n de crecimiento para 1996 ha sido oficialmente rebajada desde el 2,8% hasta el 1,3%, el desempleo sigue aumentando (aunque con un nuevo sistema de contabilidad se haya conseguido reducirlo en un 0, 1 % en marzo, a pesar de existir m¨¢s parados), el d¨¦ficit de la Seguridad Social vuelve a descontrolarse y el Estado absorbe ya, v¨ªa impuestos, casi el 55% del PIB.

La obsesi¨®n por mantener la divisa, el franco, fuerte y pegada al marco, ha generado un proceso de desinflaci¨®n que disuade a los consumidores. Los precios de la vivienda se mantienen estables, en el mejor de los casos, o bajan, lo que desaconseja la inversi¨®n inmobiliaria. Al mismo tiempo, los productos franceses, desde la fresa hasta el autom¨®vil, han perdido competitividad por la fortaleza del franco. La rigidez de la econom¨ªa (densidad reglamentaria, intervenci¨®n estatal, subsidios) supone una complicaci¨®n adicional.