Estudiantes se planta en semifinales

La mano de Alberto Herreros fue nuevamente decisiva. No estuvo presente en los minutos que deciden un partido de baloncesto, pero fue fundamental para que el Amway no se marchara en el marcador durante los veinte minutos iniciales y desequilibr¨® en los tres primeros de la reanudaci¨®n. El equipo madrile?o tuvo suficiente, a partir de entonces, con controlar el juego e imponer su mayor envergadura bajo los tableros. para ganarse el paso a semifinales. La presencia de Estudiantes, en lo que se presum¨ªa ¨²ltimo partido del Amway en Zaragoza dada su precaria condici¨®n econ¨®mica, provoc¨® una inhabitual asistencia de espectadores, que vivieron el espect¨¢culo m¨¢s cerca del ambiente de un velatorio que de unos cuartos de final de la Liga. Y es que el conjunto madrile?o mostr¨® m¨¢s recursos en su juego, bloqueando la velocidad de Turner para evitar las situaciones en las que m¨¢s c¨®modos se mueven los aragoneses.

Amway mostr¨® sus mejores maneras en el primer periodo. Julbe apost¨®, en su l¨ªnea cl¨¢sica, por los hermanos Angulo y el tr¨ªo de americanos para imprimir velocidad al juego, ya que la guerra bajo los tableros se presum¨ªa imposible. La sorpresa fue que los jugadores de Amway apuraban las posesiones y consegu¨ªan abundantes opciones de realizar un segundo tir¨®. Estudiantes, por contra, optaba por la mayor presencia f¨ªsica, aunque sin los resultados apetecidos. Los locales estabilizaron una ventaja de media docena de puntos, ganada con m¨¢s esfuerzo y empe?o que juego. A ello contribu¨ªa especialmente que tanto Herreros como Mihailov andaban poco afortunados ante el aro contrario.

Hasta que apareci¨® la llamada mano tonta de Herreros. El escolta engatill¨® una larga serie, con dos triples incluidos, que permiti¨® a Estudiantes dar la vuelta al marcador y situarse por delante. Julbe inici¨® un rosario de cambios para intentar frenarle, pero Herreros hab¨ªa cogido la onda y con 16 puntos permiti¨® que se llegara al descanso con el marcador igualado.

Los tres primeros minutos del segundo tiempo acabaron resultando decisivos para el desenlace del partido. El ruso Mihailov acompa?¨® a Herreros y entre ambos, con un parcial de 0-8, dejaron el partido visto para sentencia. O eso parec¨ªa, pese a que quedaba m¨¢s de un tercio del tiempo. Sin embargo, una absurda falta de Herreros, que se enzarz¨® en una discusi¨®n con los ¨¢rbitros, rompi¨® la racha estudiantil.

La ventaja era, a¨²n as¨ª, demasiado importante. Amway se ali¨® con las prisas, renunci¨® a la selecci¨®n de tiro y tuvo que emplearse donde Estudiantes se mov¨ªa como pez en el agua: bajo los aros. Cada minuto que avanz¨® el cron¨®metro, Amway se vio m¨¢s atenazado y Estudiantes, m¨¢s a gusto.

Con una ventaja que rondaba los ocho puntos, los minutos finales carecieron del menor inter¨¦s. Los locales hicieron del juego un correcalles y el p¨²blico, en un sepulcral silencio, asisti¨® a algo m¨¢s que la eliminaci¨®n de su equipo; Pero ni el pitido final sirvi¨® para arrancar el ¨²ltimo aplauso al Amway en Zaragoza.