Que el partido no se quede hu¨¦rfano
La intenci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar era, en cualquier caso, que el partido no se quedara hu¨¦rfano. Los precedentes de descontrol de la extinta UCD y de dirigismo en el PSOE han servido tambi¨¦n en el PP para aprender sobre ejemplos ajenos. "Un partido con 500.000 militantes debe seguir vivo aunque se est¨¦ en el Gobierno. No puede quedarse sin fuerza y no deben trasladarse los centros de decisi¨®n s¨®lo al ¨¢mbito institucional", resalta un destacado miembro del aparato popular.Aunque Aznar haya optado por Angel Acebes para llenar alguna de las vicesecretar¨ªas que dejar¨¢n vacantes los tres vicesecretarios actuales, el futuro de Juan Carlos Vera en el PP seguir¨¢ siendo superior al de los otros cuatro secretarios de ¨¢rea: Jes¨²s Sep¨²lveda (Electoral), Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila (Estudios y Programas), Jos¨¦ Mar¨ªa Robles (Exteriores) y Guillermo Gort¨¢zar (Formaci¨®n). Estos puestos son intocables, aunque podr¨ªa producirse alguna variaci¨®n en los nombres que los sustentan por un hipot¨¦tico, pero improbable, traslado a tareas gubernativas de segundo nivel.
El reglamento de r¨¦gimen interior del PP determina que las secretar¨ªas de ¨¢rea e incluso la media docena de coordinadores bajo su mando, casi todos por otra parte dependientes de Vera, son incompatibles con funciones ejecutivas como las de un secretario de Estado o director general.
Otra prueba de que esos hombres est¨¢n reservados p ara sujetar los hilos del partido es el consejo de Aznar y ?lvarez Cascos a los portavoces del PP en el Congreso y el Senado, Luis de Grandes y P¨ªo Garc¨ªa Escudero, para que se abstuvieran de proponerlos para cargos en la direcci¨®n del grupo en ambas C¨¢maras. Todos son diputados o senadores y no deben compatibilizar m¨¢s tareas.
El PP s¨®lo dispone de 156 esca?os en el Congreso y el escenario de pactos ajustados no puede depender de una ausencia.
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