Aqu¨ª no tenemos cultura de golpe militar
El despacho del general Joao de Matos, jefe de las Fuerzas Armadas de Angola, es un modelo de neutralidad pol¨ªtica, salvo por el fr¨ªo polar. Acaso el aire acondicionado le devuelve los aires de Mosc¨², donde se licenci¨® con el n¨²mero uno en la prestigiosa Academia Frunze. En las paredes blancas no hay ni banderas ni retratos del presidente, Jos¨¦ Eduardo dos Santos, ni del padre de la patria, Agostinho Neto, las dos figuras omnipresentes en la hagiograf¨ªa oficial del r¨¦gimen, empezando por los billetes ajustados y reajustados. De Matos, que es guapo y lo sabe, se prometi¨® que no le volver¨ªan a encontrar con el pie cambiado, como ocurri¨® cuando la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) rechaz¨® su derrota electoral en 1992 y la guerra volvi¨® con una fuerza devastadora. Considerado el martillo implacable de la guerrilla de Jon¨¢s Savimbi y el art¨ªfice de la conquista de Huambo (cuartel general y capital m¨ªtica de UNITA), De Matos se sit¨²a por completo al margen de cualquier intriga o rumor golpista: "Aqu¨ª no tenemos cultura de golpe militar", dice este apabullante y seguro de s¨ª mestizo (hijo de Angola y Portugal) de 40 a?os.
Niega De Matos cualquier reticencia del Ej¨¦rcito ante el protocolo de Lusaka firmado por Dos Santos y Savimbi, a pesar de que en noviembre de 1994 sus fuerzas coronaban una victoriosa ofensiva contra UNITA en la que tomaron U¨ªge (su ciudad natal), Kuito Huambo y la rica zona petrol¨ªfera de Soyo.
Reconciliaci¨®n nacional
"El Gobierno decidi¨® que era el momento de parar la guerra y empezar una etapa de reconciliaci¨®n y reconstrucci¨®n nacional y las Fuerzas Armadas manifestaron su acuerdo cuando fueron consultadas", advierte De Mato que niega tajantemente las acusaciones de UNITA de que no est¨¦n retirando a sus tropas de las zonas establecidas: "Hasta ahora nos hemos retirado de 34 puntos y a partir de hoy nos retiraremos de otros 18. Quien no est¨¢ cumpliendo con el protocolo es UNITA, que todav¨ªa no se desmoviliz¨® ni desarm¨®. UNITA mantiene intacto todo su Ej¨¦rcito. Por eso todav¨ªa no se puede decir que el proceso de paz es irreversible. La guerra puede volver". Sin embargo, no teme que la prevista incorporaci¨®n de 30.000 guerrilleros a las nuevas Fuerzas Armadas vaya a ser un motivo de desestabilizaci¨®n, "salvo si son instrumentalizados por un partido o intentan sembrar problemas pol¨ªticos dentro del Ej¨¦rcito".Aunque se r¨ªe socarronamente cuando rechaza tener "ambiciones pol¨ªticas o militares", es taxativo al desmentir el cacareado desencuentro psicol¨®gico, pol¨ªtico y estrat¨¦gico con el presidente Dos Santos: "Eso es absolutamente falso, pura especulaci¨®n. Tenemos unas relaciones perfectas. Y en la medida que soy un militar profesional estoy por completo subordinado a su autoridad". De Matos nunca ha pertenecido al gubernamental Movimiento Popular de Liberaci¨®n de Angola (MPLA).
Deterioro pol¨ªtico.
El general reconoce que la situaci¨®n pol¨ªtica y social en Luanda se ha deteriorado mucho, y que algunos pol¨ªticos pueden estar aprovech¨¢ndose del desorden para obtener beneficios -"hay cosas que se han hecho mal"-, pero de ah¨ª a sumarle a supuestas iniciativas golpistas hay un abismo que no est¨¢ dispuesto a salvar: "Ni el Gobierno, ni UNITA, ni ninguna fuerza pol¨ªtica podr¨¢n utilizar a las Fuerzas Armadas en su favor. Aqu¨ª en Angola no hay cultura de golpismo. Todos nuestros mandos est¨¢n concienciados de que es preciso defender legalmente el orden constituido, gobierne quien gobierne. Eso forma parte de nuestra educaci¨®n: nuestra cultura militar nunca nos llevar¨ªa a esa decisi¨®n".
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