Eduardo Serra sacrifica a Manglano, pero no consigue nombrar a la nueva c¨²pula de Defensa
El ministro de Defensa, el independiente Eduardo Serra, ofreci¨® ayer al Partido Popular la cabeza del ex director del Cesid Emilio Alonso Manglano, con el que mantiene una estrecha relaci¨®n personal. Serra comunic¨® al Consejo de Ministros su decisi¨®n de destituir como asesor al militar que de mayo de 1981 a junio de 1995 dirigi¨® el principal servicio secreto. A pesar de este sacrificio, Serra no ha conseguido todav¨ªa poner a un equipo de suconfianza al frente del departamento.
Casi dos semanas despu¨¦s de la constituci¨®n del Gobierno, Defensa es el ¨²nico ministerio que sigue descabezado. Se ha tenido que dictar una circular interna para que el secretario general t¨¦cnico, Diego Chac¨®n, y el director general de Armamento, Francisco Arenas, puedan despachar los asuntos m¨¢s apremiantes. Los tres Consejos de Ministros celebrados hasta ahoa han supuesto para Defensa siete ceses y s¨®lo un nombramiento: el director de Reclutamiento y Ense?anza.La ¨²ltima destituci¨®n se produjo ayer y, sorprendentemente, rodeada de publicidad. El mantenimiento de Manglano como asesor de Defensa se hab¨ªa convertido en un problema para Serra, especialmente tras la reciente decisi¨®n de la Audiencia de Madrid de reabrir el sumario sobre las escuchas del Cesid, ya que el PP reclam¨® su cese cuando estaba en la oposici¨®n.
El ministro ha optado por prescindir de ¨¦l y evitar esa batalla en un momento en que debe consensuar con Moncloa el nombramiento del nuevo director del servicio secreto y de la c¨²pula de su ministerio. Manglano ha recibido un trato diferente al del general Enrique Rodr¨ªguez Galindo, imputado en el caso GAL, que sigue como asesor del director de la Guardia Civil, aunque el presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, subray¨® ayer que "no ha sido ni confirmado ni cesado".
Manglano fue nombrado asesor de Defensa en julio de 1995, un mes despu¨¦s de que dimitiera como director del Cesid, tras publicar El Mundo documentos que demo-straban la realizaci¨®n de escuchas. D¨ªas antes, Manglano hab¨ªa hecho caso omiso de las amenazas para que declar¨¢se ante el. juez Eduardo M¨®ner, instructor del llamado caso Crillon, conforme a los intereses del ex presidente de Banesto Mario Conde.La pertenencia de Eduardo Serra al equipo que dirigi¨® Defensa durante la etapa socialista, le ha colocado adem¨¢s en el ojo de hurac¨¢n. Aznar tuvo que salir ayer al paso de los rumores que apuntan al Rey como inspirador de su nombramiento: "He tenido la oportunidad de escuchar y leer algunos disparates bastante notables sobre el origen del nombramiento del se?or Serra".
Dirigentes del PP han expresado su temor a que el nombramiento por parte de Serra de antiguos colaboradores suyos d¨¦ la impresi¨®n de que en Defensa no se ha producido la alternacia pol¨ªtica y han sugerido al nuevo ministro que cuente con alg¨²n alto cargo con carn¨¦ que haga de puente con el partido.
En medios de Defensa se descarta que un dirigente del PP sea el n¨²mero dos de Serra, pero tambi¨¦n que lo sea una persona identificada con la anterior etapa, lo que eliminar¨ªa el nombre que m¨¢s ha sonado para secretario de Esiado de Defensa: Jos¨¦ Ignacio Moscoso del Prado, ex director de Asuntos Econ¨®micos.
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