Lluvia de estrellas

La Segunda Divisi¨®n ha dejado un pu?ado de detalles de exquisito gusto. Ha confirmado al H¨¦rcules, el campe¨®n, como el m¨¢s completo de todos. Tambi¨¦n ha elevado a los altares a un grupo de modestos cuya presencia entre los elegidos merece la m¨¢s cerrada de las ovaciones. Es el caso del Extremadura o el Legan¨¦s, conjuntos harapientos en el aspecto pero millonarios en ilusi¨®n. Y henchidos de leg¨ªtimo orgullo.Algunos jugadores han llenado la competici¨®n de gestos inolvidables. Es el caso de Manel, delantero del Logro?¨¦s, que se ha convertido en el intratable due?o del trofeo al m¨¢ximo goleador. Con 22 a?os, su pasado como jugador andaba escondido en la cueva del anonimato. Pero su casi metro noventa de estatura ha sembrado el p¨¢nico.

Claro que hay otros que han hecho lo propio desde alturas sin duda de m¨¢s hisp¨¢nica tradici¨®n. Morales, por ejemplo. Hasta que ¨¦l lleg¨®, daba grima ver al Mallorca, tan rico en posibles como pobre en esp¨ªritu. El due?o del club, el doctor Beltr¨¢n, no lograba encontrar el diagn¨®stico sobre los males que le hab¨ªan sumido en tan desesperante incapacidad. Vol¨® el chaval desde Gij¨®n para salvar los muebles. Y salvados est¨¢n.

Quienes han disfrutado de lo lindo han sido los espectadores, pocos, la verdad sea dicha, de la Ciudad Deportiva. All¨ª han visto c¨®mo se alargaba hasta l¨ªmites insospechados la sombra de Guti. Su zancada, su regate, y sus goles le han creado una legi¨®n de devotos. La pr¨®xima campa?a aquellos se multiplicar¨¢n por, mil en el Bernab¨¦u.

Junto a ¨¦l ha brillado Jaime, la pulcritud disfrazada de futbolista. Como lo ha hecho Manuel en el Extremadura, un jugador que ya pertenece al Compostela. Y el incombustible Garmendia, que lleva 18 temporadas bajo los palos del ?ibar, ha demostrado el porqu¨¦ de tan inusual longevidad. Javi Gonz¨¢lez del Sestao, Alfredo del Legan¨¦s y Stojilkovic del Getafe cierran la lista de los que mejor supieron darle brillo a la Segunda Divisi¨®n.

Pero por encima de todos ellos se ha levantado, pese a su inactividad, la sombra de Rafael Gordillo. Una lesi¨®n le impidi¨® disputar m¨¢s de una quincena de encuentros. Pero ello no ha sido ¨®bice para que la Segunda Divisi¨®n muestre con orgullo a una de las mayores estrellas de su historia. Ayer, Gordillo jug¨® los ¨²ltimos minutos de su carrera deportiva. Lo hizo por la banda izquierda del San Pablo, con las medias ca¨ªdas y con el inconfundible aspecto del ¨²ltimo inolvidable.