"Conf¨ªo en que sea el mismo Hassan II quien cree una monarqu¨ªa parlamentaria"
Diecisiete a?os de c¨¢rcel y torturas no parecen haber quebrado la sonrisa del exiliado marroqu¨ª Abraham Serfaty, de 69 a?os, que ayer acababa de llegar a Madrid impresionado de su viaje por Andaluc¨ªa, la tierra de sus antepasados sefard¨ªes, la de su apellido jud¨ªo.Excarcelado en 1991 y deportado a Par¨ªs sin nacionalidad, este pol¨ªtico de izquierdas conf¨ªa en que el rey Hassan II acabar¨¢ aceptando las reformas que le han propuesto en un memor¨¢ndum los principales partidos de la oposici¨®n (la Uni¨®n Socialista de Fuerzas Populares, Istiqlal Partido del Progreso y Socialismo y Organizaci¨®n de la Acci¨®n Democr¨¢tica Popular) para que ceda parte de sus poderes constitucionales a Parlamento y Gobierno.
Serfaty pronunciar¨¢ hoy una conferencia en la Universidad Aut¨®noma de Madrid sobre la Democracia en el Sur del Mediterr¨¢neo.
Pregunta. ?El memor¨¢ndum de la oposici¨®n puede ser la base para la transici¨®n democr¨¢tica en Marruecos?
Respuesta. El memor¨¢ndum es un paso pol¨ªtico formidable hacia la democracia, aunque no creo que vaya a imponerse ahora mismo, dentro del cambio constitucional que se avecina. Pero que la direcci¨®n de los partidos haya podido elaborar su propuesta y presentarla al Gabinete real y que su contenido no permanezca en secreto y sea conocida por la opini¨®n p¨²blica marroqu¨ª es un paso pol¨ªtico muy importante. Incluso si el resultado final de los contactos actuales es menos importante de lo que se propone y aunque se mantenga el sistema semifeudal dominante en la actualidad. El memor¨¢ndum va a ser el arma de todo el movimiento democr¨¢tico marroqu¨ª, la bandera tras la cual podemos agruparnos todos los dem¨®cratas para luchar por una monarqu¨ªa parlamentaria moderna.
P. Pero a¨²n no ha habido una respuesta del rey.
R. El hecho de que ya se hable de propuestas marca un cambio cualitativo por parte del rey, que hasta ahora hab¨ªa considerado la Consituci¨®n como su monopolio personal.
P. ?De verdad cree que el rey quiere negociar?
R. En principio, el rey acogi¨® mal la idea del memor¨¢ndum, y no quiso recibir al delegado de la oposici¨®n, el l¨ªder del Istiqlal, Mohamed Bucetta. Posterioremente ha declarado a Le Figaro que no est¨¢ dispuesto a estudiar sus propuestas. Pero creo que la realidad de la situaci¨®n en Marruecos y la influencia internacional su reciente visita al presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, o la reuni¨®n que va a tener [el lunes] con el presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar pueden moverle a aceptar la discusi¨®n.
P. ?A¨²n sigue so?ando con volver a su pa¨ªs?
R. M¨¢s que nunca. El ministro del Interior, Driss Basri, ha hecho saber que mi situaci¨®n puede solucionarse pronto si presento un recurso judicial por cuestiones de forma. Creo que, de alguna forma, las autoridades pretenden salvar la cara en el caso de mi deportaci¨®n. En cuanto obtenga el pasaporte volver¨¦ a Marruecos.
P. ?Para reanudar la actividad pol¨ªtica?
R. S¨ª, pero de otra forma. Pesa la edad, y con ella las ideas han madurado. Seguir¨¦ colaborando con el grupo de reflexi¨®n y la revista La v¨ªa democr¨¢tica; soy un hombre de la izquierda, en eso no he cambiado. Pero no pretendo dedicarme a la pol¨ªtica cotidiana. Aspiro s¨®lo a tener un papel en el marco de la unidad del movimiento democr¨¢tico.
P. ?Qu¨¦ o qui¨¦n bloquea el cambi¨® democr¨¢tico en Marruecos.
R. Ante todo, hay que avanzar en la democratizaci¨®n sobre la base del memor¨¢ndum. Esa es la clave de la situaci¨®n: avanzar hacia un sistema de monarqu¨ªa parlamentaria como el que existe en Espa?a. Conf¨ªo en que todo esto se haga realidad con el mismo rey Hasan II. Y si esos cambios se pueden llevar a cabo, con una constituci¨®n moderna y con elecciones digamos normales, ser¨¢ l¨®gico que el bloque democr¨¢tico llegue al poder. Habr¨¢ que avanzar en el plano social y econ¨®mico: plantar a cara a las terribles diferencias sociales que se han creado en Marruecos y que son explosivas.
P. En ese proceso de madurez del que usted habla ?ha cambiado su opini¨®n sobre la cuesti¨®n del S¨¢hara Occidental?
R. Creo haber sido el primero en hablar del derecho a la autodeterminaci¨®n del pueblo saharaui. Si me hubieran hecho caso en 1974 no habr¨ªa habido guerra para tener que acabar llegando a la soluci¨®n te¨®rica del refer¨¦ndum. Lo que hace falta es una paz de los bravos, como Oriente Pr¨®ximo, que d¨¦ al S¨¢hara Occidental un cierto margen de autogobierno. Pero reconozco que esta tesis a¨²n no ser¨¢ aceptada por la situaci¨®n pol¨ªtica de Marruecos mientras no se produzca un avance en la situaci¨®n democr¨¢tica.
P. Tras la paralizaci¨®n del proceso de refer¨¦ndum anunciada por la ONU, el Polisario ha advertido que el conflicto puede volver a estallar.
R. El riesgo ahora es muy grave. Vista la inestabilidad que existe en Argelia, la reanudaci¨®n de las hostilidades entre el Polisario y Marruecos podr¨ªa convertirse en un pretexto demasido f¨¢cil para que los dirigentes argelinos -pero tambi¨¦n los marroqu¨ªes, en medio de una hipot¨¦tica inestabilidad ligada a la sucesi¨®n al trono- emprendiesen una guerra para desviar la atenci¨®n sobre los problemas internos. Por eso hay que solucionar el problema del S¨¢hara por v¨ªa pac¨ªfica lo antes posible.
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