Las razones que esgrime Junts: se les agot¨® la ¡°paciencia¡± y exigen otro m¨¦todo de relaci¨®n
El partido de Puigdemont quiere renegociar las medidas tumbadas en el decreto ¨®mnibus una a una, obtener beneficios para Catalu?a y lo mismo con los Presupuestos
Y Junts agot¨® su paciencia. La ruptura actual no es por las diferencias puntuales sobre el decreto ¨®mnibus, los pensionistas, las competencias en inmigraci¨®n o trabajo o la ley de econom¨ªa social. Que tambi¨¦n. La desconfianza es general con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, sus promesas y negociaciones sobre la bocina a ¨²ltima hora, y muy particularmente con los ministerios que dirige Sumar. Los ¨²ltimos contactos, en el Congreso y en Bruselas, salieron mal, s¨ª, pero llov¨ªan sobre una relaci¨®n distanciada. En Junts no se f¨ªan ya nada de S¨¢nchez, ni de Yolanda D¨ªaz, y quieren cambiar el m¨¦todo de negociaci¨®n. La votaci¨®n del mi¨¦rcoles en el Congreso, en la que se desmarcaron y acabaron en pinza con PP y Vox, una acusaci¨®n que les desagrada especialmente, fue el toque de atenci¨®n final ante los pr¨®ximos contactos para reformular las medidas sociales tumbadas una a una, pero tambi¨¦n para explorar si existe alguna posibilidad de pactar los Presupuestos para 2025 y avanzar algo en esta peculiar y alambicada legislatura.
En un mensaje en X, el presidente de la formaci¨®n independentista ha criticado que el Gobierno no hab¨ªa consensuado, ¡°a pesar de Gobernar en minor¨ªa¡±, un macrodecreto con decenas de medidas, algunas que su formaci¨®n apoya y otras que no. ¡°Les hemos o¨ªdo llamar mucho, excitarse mucho¡±, ha criticado Carles Puigdemont, en alusi¨®n a miembros del Ejecutivo. ¡°Pero a estas alturas todav¨ªa no les hemos visto tomar ninguna decisi¨®n a favor¡±, ha a?adido, para asegurar que ¡°los jubilados y los usuarios les importan un r¨¢bano¡±. ¡°?Si eran temas tan urgentes y tan importantes, a qu¨¦ esperan hacer algo m¨¢s, aparte de gritar y hacer ingenier¨ªa electoral?¡±, ha asegurado Puigdemont, sin mencionar propuesta concreta alguna por su parte.
A qu¨¨ esperen?
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) January 23, 2025
Ja han passat m¨¦s de 24h d'en?¨¤ que el Govern espanyol no va aconseguir aprovar el seu macrodecret ¨°mnibus que contenia m¨¦s de 80 mesures en ¨¤mbits molt diversos i dispersos (que no havia consensuat, tot i governar en minoria). Entre elles, l'augment de les¡
El pleno extraordinario del mi¨¦rcoles en el Congreso, especial para convalidar tres decretos con numerosas medidas sociales, la revalorizaci¨®n de millones de pensiones, ayudas a los damnificados de la dana, millonarias entregas a cuenta a las autonom¨ªas, subvenciones al transporte p¨²blico y el simb¨®lico impuesto a las grandes energ¨¦ticas, empez¨® a las diez de la ma?ana, pero la portavoz de Junts, M¨ªriam Nogueras, ahora vicepresidenta y persona de la m¨¢xima confianza de Carles Puigdemont, no entr¨® en el hemiciclo y se subi¨® a la tribuna hasta dos horas y cuarto despu¨¦s de comenzada la sesi¨®n. Lo hizo ya en el segundo punto del orden del d¨ªa, que no era el m¨¢s pol¨¦mico y conflictivo porque el primero era el que afectaba a millones de personas, y aprovech¨® para comunicar de golpe el sentido de todas sus votaciones, algo que no suele hacer. No volvi¨® a hablar, incluso pese a los puyazos que le dedic¨® muy directamente el portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n.
Nogueras hab¨ªa llegado de Barcelona a las siete de la ma?ana a su despacho del Congreso sin la intervenci¨®n a¨²n sin terminar. Alguno de los decretos, con hasta 101 art¨ªculos e implicaciones de todo signo, no hab¨ªan tenido tiempo de estudi¨¢rselos al completo ni ella ni el diputado especializado en asuntos econ¨®micos, Josep Maria Cruset, ni sus cuatro asesores. Nogueras sab¨ªa que su discurso ese d¨ªa no era uno m¨¢s y en su equipo conceden que se enfrent¨® al mismo como el m¨¢s complicado de los que ha pronunciado hasta ahora. Pero a¨²n pudo ser peor. Todos los analistas y distintos miembros del Ejecutivo coincidieron en que sus frases sin concesi¨®n alguna a la diplomacia, y como siempre ¨²nicamente en catal¨¢n, fueron especialmente duras y sangrantes en las que descalific¨® a los miembros del Gobierno como ¡°trileros y gandules¡±. Pero en el entorno del grupo parlamentario de Junts precisan que el documento original a¨²n terminaba m¨¢s fuerte, con apelaciones en tono grosero a que el Ejecutivo se jorobase. No lo pronunci¨®.
Lo que s¨ª quiso decir y trasladar Nogueras, tras apalabrar su exposici¨®n con Puigdemont y Jordi Turull, fue que Junts ha llegado hasta aqu¨ª, con el funcionamiento habitual en este Gobierno del que se quejan todos los socios de forzar muchas negociaciones y votaciones hasta el ¨²ltimo minuto, pensando que no van a tener m¨¢s remedio que aceptar las condiciones que se les planteen. En la sesi¨®n de investidura la portavoz de Junts ya aclar¨® que esos siete votos clave para que S¨¢nchez continuase en La Moncloa no se deber¨ªan dar por descontados en ning¨²n bloque y ese mensaje lo han repetido luego en distintos contactos, reuniones en Madrid y Bruselas, recientes como la de este pasado lunes y anteriores. Y Puigdemont ha comunicado as¨ª ¡°que ahora ha llegado el momento decisivo en esta legislatura de comprobar si el Gobierno ha entendido que esto va en serio y que tienen que cambiar el chip y digerir que Junts ni es un socio m¨¢s, ni sus siete votos son o ser¨¢n a cambio de nada¡±, seg¨²n fuentes de su direcci¨®n.
Hay puntos y reivindicaciones concretas en esa complicada interlocuci¨®n entre Junts y el Gobierno, tanto en los ministerios del PSOE como en los de Sumar. Y este no es un matiz cualquiera. Pero lo que persigue ahora Puigdemont es cambiar la relaci¨®n y que el Ejecutivo de S¨¢nchez demuestre, en Espa?a y en Europa, que se cree de verdad que son capaces de componer un m¨¦todo de trabajo nuevo y valiente con un partido que no renuncia a la independencia de Catalu?a y quiere que eso se note en cada asunto. A Junts le molesta que se les englobe en una pinza con PP y Vox por alguna votaci¨®n coincidente y puntual como la del mi¨¦rcoles, pero m¨¢s a¨²n que el Gobierno pretenda aprovechar eso para imponer durante d¨ªas y semanas el relato en la sociedad, y en los medios de comunicaci¨®n espa?oles que despachan de manera gen¨¦rica como ¡°sus voceros¡±, de que por culpa suya 12 millones de pensionistas no van a ver revisada al alza su pensi¨®n. Conf¨ªan en que esa idea no cale en su electorado y en los medios catalanes. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ya aclar¨® este jueves en TV3 que votar¨¢n esas medidas en un nuevo decreto si llegan separadas y habladas. Algo que tambi¨¦n prev¨¦ hacer el PP. Pero el problema de fondo con Junts es otro.
El ejemplo de la transferencia completa e ¡°integral¡± de las competencias en inmigraci¨®n a la Generalitat, con la concesi¨®n para los Mossos de sus tareas incluso en el control de las aduanas, es el paradigma de lo que Junts persigue para creerse algo del Gobierno de S¨¢nchez. Esa ¡°delegaci¨®n¡± de competencias se pact¨® entre Junts y el Ejecutivo hace ahora justo un a?o tras otra votaci¨®n card¨ªaca y similar, pero a¨²n no se ha plasmado. Interior sostiene que el tema est¨¢ muy avanzado, que podr¨ªa completarse en semanas y que el escollo fundamental es precisamente el encaje constitucional de esa cesi¨®n policial en todas las fronteras y aduanas. Junts afirma que esa atribuci¨®n s¨ª existe en otros pa¨ªses europeos, como Alemania, y, sobre todo, que demostrar¨ªa que el Gobierno se toma en serio su relaci¨®n especial con Catalu?a.
La portavoz de Junts le espet¨® a la cara esa demanda al ministro Fernando Grande-Marlaska y lo avis¨® de que no la vuelva a llamar para otras cosas si no avanza en esa cesi¨®n. Una advertencia similar a la que le hizo a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, tras encontrarse con escollos similares por parte de su n¨²mero dos, el secretario de Estado Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey, en la ley de Econom¨ªa Social de su ministerio. En Junts precisan que en algunas conversaciones se han sentido m¨¢s enga?ados por parte de D¨ªaz y ministros de Sumar que incluso con los del PSOE. En el entorno de D¨ªaz indican que Junts les reclama cuestiones laborales muy concretas y beneficios hacia colectivos particulares muy espec¨ªficos a cambio de aceptar la propuesta estrella de la reducci¨®n de la jornada laboral.
Algo similar ocurre con la exigencia del mayor uso del catal¨¢n y su oficialidad en todas las instituciones, incluso europeas. Se acord¨® hace a?o y medio para la constituci¨®n de las Cortes y el nombramiento de Francina Armengol como presidenta del Congreso, y es una realidad normalizada en la C¨¢mara baja. Junts defiende que ni S¨¢nchez ni el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, han aplicado suficiente celeridad y contundencia para impulsar esa medida en la Uni¨®n Europea, que requiere un nivel de apoyos mucho m¨¢s dif¨ªcil de conseguir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.