El Cesid asegura que ni siquiera tiene en su poder algunos de los papeles que pide Garz¨®n

El Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no podr¨ªa, en el improbable caso de que decidiera hacerlo, entregar a Garz¨®n y G¨®mez de Lia?o los 22 documentos secretos sobre la guerra sucia, algunos de ellos repetidos, que le han solicitado los dos magistrados. La mayor parte de estos papeles, los m¨¢s importantes, ni siquiera est¨¢n en poder del Cesid. As¨ª lo aseguran fuentes de Defensa, seg¨²n las cuales, si los dos jueces de la Audiencia Nacional que investigan el caso GAL quieren obtener los originales, deber¨ªan ped¨ªrselos al coronel Juan Alberto Perote, preso en Alcal¨¢ de Henares (Madrid).

La fuentes consultadas aseguran que en el Cesid no se ha destruido ning¨²n documento y que la ausencia en los archivos del centro de algunos de los papeles reclamados por los jueces puede deberse a dos causas: que se trata de falsificaciones que los originales se los llev¨® el coronel Perote, ex jefe de la Agrupaci¨®n Operativa, cuando fue apartado del servicio secreto en noviembre de 1991.Perote sac¨® del Cesid miles de documentos, cuya cuant¨ªa y contenido se desconoce con exactitud, y. s¨®lo devolvi¨® dos meses despu¨¦s 1.200 microfichas, supuestamente tras hacer copias de las mismas.

Entre los papeles que asegura no tener el Cesid estan las transcripciones de supuestas conversaciones entre el teniente de la Guardia Civil Pedro G¨®mez Nieto y el jefe del cuartel de Intxaurrondo, el hoy general Enrique Rodr¨ªguez Galindo, as¨ª como de G¨®mez Nieto con el propio Perote, en las que se revelar¨ªan las circunstancias en que se produjo la muerte de Mikel Zabaltza y el secuestro y asesinato de Lasa y Zabala.

Transcripci¨®n manuscrita

La existencia de estas transcripciones fue conocida hace algunas semanas, cuando El Mundo difundi¨® varios folios manuscritos con fragmentos de las mismas. Tras buscar sin ¨¦xito este documento en el centro, se tom¨® un cuerpo de escritura a G¨®mez Nieto, agente en activo del Cesid hasta que el juez G¨®mez de Lia?o lo encarcel¨® el pasado martes, y se compar¨® con lo publicado en el peri¨®dico, con resultado negativo.El anterior ministro de Defensa, el socialista Gustavo Su¨¢rez Pertierra, ya explic¨® en su momento, ante la Comisi¨®n de Secretos Oficiales del Congreso, que en el Cesid no se encontraba la llamada acta fundacional de los GAL. Lo mismo sucede, seg¨²n las fuentes consultadas, con la nota referida a la fabricaci¨®n de un sello de caucho con las siglas de la banda terrorista -que ha servido de base para la imputaci¨®n del general Andr¨¦s Cassinello- o con el papel que explica c¨®mo fue asesinado el etarra Guti¨¦rrez Salazar, el Tigre.

Por el contrario, Su¨¢rez Pertierra reconoci¨® tener en su poder y mostr¨® a los diputados el documento sobre manipulaci¨®n de pruebas en el caso de Luc¨ªa Urigoitia y el papel, de 28 de septiembre de 1983, que anunciaba el inminente inicio de acciones armadas en el sur de Francia. En esta ¨²ltima nota figuran las siglas "Pte." que, seg¨²n Perote, significan "Presidente" y, seg¨²n el ex director del Cesid Emilio Alonso Manglano, quieren decir "Pendiente". Tambi¨¦n se guardan en el centro los documentos secretos sobre la llamada red Hur¨®n, una trama clandestina de agentes en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s.

El Consejo de Ministros decidir¨¢ en breve, probablemente ma?ana, a propuesta del titular de Defensa, Eduardo Serra, si entrega o no a los jueces los originales de los documentos que si conserva el Cesid, aunque todas las fuentes consultas coinciden en que la respuesta ser¨¢ negativa. Ayer mismo, en declaraciones a Radio Nacional, el portavoz de CiU en el Congreso, Joaquim Molins, record¨® que su grupo estuvo de acuerdo con la decisi¨®n del Gobierno del PSOE de no desclasificar los documentos. "Creo que el Gobierno [del PP] debe seguir haciendo lo mismo", a?adi¨®.

Blanqueo de pruebas il¨ªcitas

Las circunstancias que rodean estos documentos son an¨®malas. El juez Garz¨®n los incaut¨® en la celda de Perote, quien s¨®lo pod¨ªa tenerlos de forma il¨ªcita, seg¨²n expertos jur¨ªdicos, ya que no estaba autorizado a guardar papeles secretos. Sin embargo, estas pruebas, cuyo origen es presuntamente delictivo, quedar¨ªan "blanqueadas" si el Gobierno accedise a remitir al juez los originales, en opini¨®n de los mismos expertos.Por otra parte, Garz¨®n se neg¨® a entregar estos papeles al juez Palomino, instructor del sumario contra Perote en la jurisdicci¨®n militar, alegando el car¨¢cter secreto de sus diligencias, pero al parecer s¨ª los ha entregado a su compa?ero G¨®mez de Lia?o, que con la misma base ha pedido al Gobierno la desclasificaci¨®n de cuatro documentos. Finalmente, el caracter secreto de los documentos y del sumario no ha impedido la publicaci¨®n de la mayor¨ªa de ellos en el El Mundo.