El caballo
El caballo Madrid se ha lesionado y no podr¨¢ competir en los Juegos de Atlanta. Adquirido por nuestra Comunidad con fines misteriosos y arcanos designios, este sol¨ªpedo sali¨® exquisito en el precio (100 kilos), pero es la risi¨®n de los hip¨®dromos y el viacrucis de sus patrocinadores. Hasta el momento no ha hecho m¨¢s que dar coces.De oscuro pasado (anteriormente era conocido como Remondo), problem¨¢tico presente y futuro semental, no pasar¨¢ a la historia por su intrepidez, como el caballo de Pav¨ªa; ni siquiera por la magnitud de sus test¨ªculos, como el caballo de Espartero; tampoco por su barbarie, como el caballo de Atila. Sin embargo, Madrid tambi¨¦n tiene su cosa y en siglos venideros se hablar¨¢ de ¨¦l como uno de los ¨¦quidos m¨¢s bromistas y sarc¨¢sticos de la historia.
Todo el mundo pensaba que era un caballo de derechas, pero les ha salido rana el noble bruto. Cada vez que su nombre resuena en la Asamblea de Madrid, la hilaridad y el ludibrio se apoderan de sus se?or¨ªas. Para ruborizar al poder y hacerle tragar quina, la oposici¨®n s¨®lo tiene que decirle arre al jamelgo.
El jueves pasado la Asamblea se llen¨® de octavillas con unos versos sat¨ªricos titulados Romance del caballo que nunca fue a Atlanta. Su an¨®nimo autor firma como El Juglar Enmascarado y comienza su libelo con aires de Espronceda: "Con cien millones de aval...". Remata con tufillo costumbrista: "Este sainete que Arniches / escribir nunca so?ara".
Madrid iba a ser montado en Atlanta por Cayetano Mart¨ªnez de Irujo, a la saz¨®n novio de la cantante Marta S¨¢nchez. Es decir, dentro de nada tenemos al cuadr¨²pedo en los saraos de la vida disipada y galante.
La Comunidad de Madrid tiene los derechos de promoci¨®n e imagen de la bestia. Vendiendo unas cuantas portadas a revistas del coraz¨®n y publicaciones humor¨ªsticas se puede rentabilizar con creces lo que cost¨®. De esta forma, el consejero de Econom¨ªa, se?or don Luis Bl¨¢zquez, no tendr¨¢ que apearse del burro por culpa de un caballo.
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