Oportunidad desaprovechada

Cartel de toreros modestos, mal combinados, el de este festejo en la Monumental que registr¨® menos de un cuarto de entrada. Y la oportunidad les sirvi¨® de bien poco.Quiz¨¢s la oportunidad les hubiese servido de algo m¨¢s si la corrida previamente anunciada, de Vasconcellos, se hubiese lidiado completa, pero por cuestiones relativas a trap¨ªo, defectos f¨ªsicos y astas escobilladas, se desecharon tres en los reconocimientos previos.

Dos de los remiendos fueron realmente imposibles y ah¨ª los espadas tienen todas las disculpas. Pero en esta muestra de retales ganaderos, salieron tres ejemplares que no acabaron de ser aprovechados por tres espadas con pocas corridas en su cuerpo y ah¨ª las disculpas ya no son tantas. Los tres toros citados, primero, quinto y sexto, junto a la actuaci¨®n de tres subalternos, fueron lo m¨¢s destacado de una corrida en la que los espadas brillaron poco.

Destacaron tres subalternos: Alberto Soler, espectacular en banderillas; Valent¨ªn Luj¨¢n, valeroso y sobrado de facultades en el mismo tercio, y Luis Carlos Aranda, que adem¨¢s de bregar eficazmente toda la tarde y estar siempre bien colocado, clav¨® dos pares extraordinarios de las negras al manso de El Pizarral, sobre todo el segundo, con el toro muy entero y sin fijeza, y en un terreno muy comprometido.

Del terceto de matadores el mejor librado fue Paco Aguilera, aunque hay que decir que le cupo en suerte un ejemplar de Vasconcellos de franca y boyante embestida. Lo mulete¨® con decisi¨®n y algo de barullo, hasta que encontr¨® el terreno m¨¢s apropiado, los medios, y all¨ª, lo tore¨® con compostura y buen estilo.

En el cuarto estuvo valeroso, pero sus intentos fueron infructuosos, porque lo que ten¨ªa delante era un aut¨¦ntico marrajo. El segundo hu¨ªa de su sombra y Andujano s¨®lo pudo matarlo con brevedad. En el quinto dio muy buenos muletazos, aunque bajando poco la mano. La cosa se enfri¨®, porque el toro tard¨® en doblar de forma definitiva.

En cuanto a Javier Rodr¨ªguez no se centr¨® con ninguno de sus dos oponentes, estando m¨¢s pendiente, con alguna picard¨ªa y con exagerada gestualidad, de torear al escaso p¨²blico presente en la plaza que a los astados. Mat¨® con prontitud y arrojo.