La vieja limusina de Gromiko

Zelimj¨¢n Yandarb¨ªev rechaz¨® ayer el helic¨®ptero militar que las tropas federales rusas le quer¨ªan enviar a Shal¨ª, la localidad chechena donde hab¨ªa pasado la noche, para trasladarle al aeropuerto de Sleptsovska, desde donde deb¨ªa volar a Mosc¨². En lugar de helic¨®ptero, Yandarb¨ªev prefiri¨® la s¨®lida limusina Zil que en el pasado utiliz¨® el ministro de Exteriores de la URSS, Andr¨¦i Gromiko, y que luego fue adquirida por el l¨ªder independentista Dzhojar Dud¨¢iev. Las circunstancias que han permitido al Zil mantenerse tan nuevo y reluciente en los agrestes parajes de Chechenia y en medio de tanta destrucci¨®n son un misterio.El trayecto entre Shal¨ª y Sleptsovska fue largo, ya que el general Viacheslav Tijom¨ªrov oblig¨® a cambiar el itinerario. Una vez en Mosc¨², Yandarb¨ªev y la delegaci¨®n chechena hicieron el trayecto del aeropuerto al Kremlin en un tiempo r¨¦cord. En el Kremlin, Yeltsin les estaba esperando desde hac¨ªa tiempo, y las ropas informales de los chechenos (uniformes de camuflaje, gorros de astrac¨¢n y de fieltro) chocaban con las americanas de los interlocutores rusos. El aspecto distendido de Yeltsin contrastaba con la tensi¨®n que se reflejaba en los rostros de otros negociadores, como el ministro de las Nacionalidades Viacheslav Mij¨¢ilov, y el l¨ªder checheno promoscovita Doku Zavg¨¢iev.